Ciudad de México.- El confinamiento por la pandemia de Covid-19 no sólo ha modificado nuestras labores diarias, costumbres y rutinas, también están cambiando los gustos y preferencias en algunos alimentos. En el sector de los lácteos crece la venta de leche deslactosada en un 30 por ciento; en tanto que el consumo de queso y yogurt para beber se redujo.
Así lo comentó Vicente Gómez Cobo, presidente de la Federación Mexicana de Leche (Femeleche), al detallar que el mercado modificó sus patrones, hay productos que han crecido arriba de 30% como la leche deslactosada ultrapasteurizada, y hay otros productos que cayeron en sus ventas.
Expuso que bajo el contexto del distanciamiento social, la tendencia de los consumidores se basa en la compra de productos básicos como alimentos y bebidas, sumado a productos de limpieza personal y para el hogar.
Y quizá algunas personas prefieren la leche deslactosada porque considera que es mejor para su salud, y en esta temporada, mucha gente quiere estar sana, para mejorar su sistema inmune. Y también porque mucha gente dice ser intolerante a la lactosa.
Dijo que la venta de leche ultrapasteurizada ha desplazado algo de lo que no han vendido en otros lados, pero también con el problema de abasto, no es que no haya, pero si una tienda ha pedido seis viajes, ahora pide quince y toda la logística de entrega se modificó y eso complica.
El principal factor que mermó las ventas de yogurt y queso es la falta de afluencia de personas en las centrales de abasto, mercados y tiendas de conveniencia, consideró González Cobo. El presidente de la Femeleche manifestó que el incremento en las ventas de algunos productos sopesa las pérdidas.
Hemos tenido problemas con productores que venden a queserías, sobre todo quesos frescos, que muchos de ellos se venden en mercados, tianguis y no se está colocando el producto”, citó. Dijo que las afectaciones por la pandemia del Covid-19 se verán dentro de unos meses y hasta dentro de un año. Aunque ya se ven algunas afectaciones antes mencionadas, citó el empresario lechero.
¿Qué tanto nos va afectar se habla que quizá como en 2008 con el tema del H1N1 en donde hubo una disminución en el consumo, pero es un tema de percepción ya que cuando piensas que hay una crisis se retrae el consumo, pero si la crisis es económica dejan de consumir y en este caso donde hemos visto que hay restricciones a la movilidad en otros países el consumo se ha incrementado porque el consumidor se lleva todo a su casa, entonces es difícil medirlo?
Si algo tienen los ganaderos es que somos hijos de las crisis entonces tomar las decisiones en la medida de nuestras posibilidades, subrayó.
