A pesar de que autoridades en Salud insisten en prohibir la venta del tabaco en el país, expertos y legisladores federales, regularán esta comercialización, con el objetivo de inhibir el mercado negro, que acercaría estos productos a los menores.
En el Congreso se ha mostrado voluntad por eliminar la prohibición y sustituirla por un marco regulatorio, pues en dos foros celebrados a principios de marzo, diputados y senadores -así como especialistas de tabaquismo de la UNAM- se unieron en una sola voz para pedir una regulación de calentadores de tabaco, cigarros electrónicos y vapeadores.
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Coincidieron en que la prohibición genera un daño innecesario, pues crea un mercado negro donde el consumo y la venta no pasan por ninguna supervisión fiscal, legal o sanitaria, al mismo tiempo que expone a los menores de edad a productos que sólo deberían de ser para mayores de 18 años.
A finales de 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se mostró de acuerdo con los posicionamientos; al resolver una contradicción de tesis, la Corte declaró que prohibir estos productos resultaba inconstitucional, abriendo el camino a una regulación.
Actualmente, hay más de 25 propuestas de ley en ambas cámaras del Congreso. Estas propuestas, provenientes de todos los partidos políticos representados, buscan regular la categoría de productos alternativos al cigarro. No prohibirlos.
Sin embargo, este viernes, la Comisión de Hacienda del Senado, en la discusión de la Ley General de Impuesto de Importaciones y Exportaciones, algunos integrantes resaltaron que la Secretaría de Salud (SSA) ha pedido prohibir estos dispositivos, a pesar de que muchos senadores dijeron que es incongruente la prohibición ya que esto genera mercados negros y deja desprotegidos a los que usan estas aparatos.
Los expertos y legisladores que buscan regular las alternativas están basando sus propuestas en la evidencia científica que ha sido revisada por países avanzados como Inglaterra, Japón, Nueva Zelanda y Estados Unidos, por mencionar algunos. En todos ellos existe un marco regulatorio que permite la comercialización y venta de estos productos a fumadores adultos, al mismo tiempo que protege a los no fumadores y menores de edad.
Los resultados son positivos, pues millones de personas han dejado de fumar y ahora utilizan vapeadores, cigarros electrónicos y tabaco calentado, los cuales son menos dañinos que el cigarro tradicional. Mientras que el consumo de menores o no fumadores se mantiene muy bajo.
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La doctora e investigadora Guadalupe Ponciano, fundadora de la Clínica Contra el Tabaquismo en la UNAM señala: “Es importante enfatizar que en la regulación estricta se debe regular el contenido de nicotina, promover espacios 100% libres de productos de tabaco y nicotina, y prohibir la publicidad de éstos en redes sociales, pues atrae la atención y permite el acceso a menores de edad”.
Todo parece indicar que el consenso legislativo permitirá la regulación y terminará con la prohibición que ha generado el mercado negro y el uso de estos productos por parte de menores.
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