Ciudad de México.- La Unión Nacional de Sindicatos Minero-Metalúrgicos y Metal Mecánicos dé México (UNASIM) rechazó que Napoleón Gómez Urrutia representante a los mineros mexicanos a nivel internacional ya que no tiene la mayoría de los trabajadores mineros afiliados en su sindicato.
En una conferencia de prensa Carlos Pavón Campos, presidente de la citada central, en compañía de Javier Villarreal, dirigente de la Federación de Trabajadores de Sonora la CTM y Ricardo Espinoza, líder de la Confederación Auténtica de Trabajadores, criticaron que ahora el senador morenista, ahora se pronuncie por la regulación del outsourcing, cuando él fue quién impuso ese tipo de contratación en la minería.
Por ello, Pavón Campos advirtió sobre el riesgo de que Gómez Urrutia, " Padre del Outsourcing", amparado por la 4 T, busque regular a su modo esta figura laboral y que sea un botín mediático.
Afirmó que a 7 millones de trabajadores que se encuentran en outsourcing, buscarán afiliarlos para ganar fuerza política.
Adelantó que la Unasim conmemorará el 14 de octubre próximo el primer aniversario de su toma de nota en momentos en que el movimiento obrero nacional es sacudido por una crisis laboral sin precedentes, con un alza en el desempleo del 69. 4 por ciento en comparación con julio de hace un año.
“Nacimos como una unión sindical total y absolutamente independiente y sin credo político alguno, pero la situación actual nos exige puntualizar sobre algunos aspectos estrechamente relacionados con el sector laboral ya que creemos que afectan fuertemente el sector minero, siderúrgico y metalúrgico”, apuntó.
Asimismo, calificó como lamentable que el gobierno federal pretenda aplicar directamente, en proyectos que crea convenientes, los recursos del Fondo Minero y deje fuera a los gobiernos estatales y municipales. Con esas medidas, desde la 4T se busca, supuestamente, que los recursos vayan de forma directa a las comunidades.
“Es una decisión absolutista, y hay que tener mucho cuidado con ello. Parece que el gobierno pretende aparecer como el gran impulsor del Fondo Minero y con ello auto promoverse a través de una serie de programas sociales que obviamente quedarán a criterio del Gobierno Federal. No puede ni debe manejar a discrecionalidad en esos recursos”,
El también diputado federal por el PRI consideró como un exceso que, en aras del combate a la corrupción, el gobierno pretenda manejar los recursos y decidir en dónde y en qué proyectos aplicarlos.
“Si tanto se habla de democracia, pues se debe tener en cuenta a los estados, municipios y a las empresas que son las que finalmente aportan los recursos del Fondo, pero es obvio que desde la 4T se quiere decidir todo: cuándo, cómo y en dónde. No debe existir una sombra de duda sobre los recursos del Fondo y mucho menos caer en favores clientelares o excesos demagogos”, detalló la dirigencia de la Unasim.
El Fondo Minero surgió como parte de la Reforma Fiscal de 2013, y consiste en cobrar un impuesto especial de 7.5 por ciento sobre la utilidad operativa de las empresas extractoras de metales, más 0.5 por ciento adicional al oro y plata. Se trata de destinar esos recursos al desarrollo de las comunidades cercanas a los yacimientos.
La Unasim también criticó que Napillo haya presentado un informe sobre los cambios laborales en nuestro país ante una agrupación extranjera como la AFL-CIO, como lo hizo recientemente en Chicago.
“A quien debe informar, y sobre todo rendir cuentas, es a los obreros mexicanos”, subrayó Pavón Campos, quien criticó que esta agrupación extranjera se haya pronunciado sobre los alcances de la Reforma Laboral.
“Que se metan en asuntos internos del país al que pertenecen, nosotros, desde la Unasim no vamos a permitir alguna intromisión de organizaciones extranjeras”, dijo.
Dijo que Gómez Urrutia utiliza el sindicato minero como punta de lanza para la penetración de sindicatos extranjeros en México.
“No sólo es el impulsor de esa traición, también es el creador del outsourcing en el sector minero”, expuso el legislador priista.
Abundó que si bien es cierto la tercerización ya existía en el sector, con Napillo se elevó a niveles alarmantes. “Vio una autentica veta de oro en el manejo del outsourcing, y empezó a cobrar importantes suma de dinero a las empresas a cambio de permitirles emplear a obreros no sindicalizados”, dijo Pavón Campos.
GB
