Ciudad de México.- Un total de 12 Carpetas de Investigación ha sido presentadas por encuestadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al ser víctimas de la delincuencia, pues les han robado teléfonos celulares, tabletas, dinero y otros objetos de valor. Estos robos han ocurrido durante la pandemia generada por Covid-19.
Fue el 2 de marzo de 2020 que el instituto desplegó a sus empleados a lo largo de la Ciudad de México para aplicar el cuestionario. Desde el primer día los encuestadores fueron objeto de los "amantes de los ajeno".
Los trabajadores estuvieron poco más de un mes laborando, antes de que suspendieran sus actividades por la activación de la alerta roja del semáforo epidemiológico. En ese periodo que estuvieron activos la Fiscalía General de Justicia (FGJ) sumó 12 carpetas de investigación de robos que sufrieron los empleados.
A finales de junio la capital regresó a la alerta naranja, y los encuestadores retomaron sus actividades. En total, el año pasado se contabilizaron al menos 20 expedientes por asaltos que padecieron los representantes del INEGI.
Las principales alcaldías en donde fueron víctimas fue en Gustavo A. Madero e Iztapalapa. Los horarios fueron variados, pero hubo incluso algunos que fueron a plena luz del día. La gran mayoría fueron a mano armada y con violencia.
Según las autoridades consultadas los entrevistadores se volvieron atractivos para la delincuencia debido a que fueron equipados con celular e incluso con tabletas electrónicas, objetos que les quitaban los criminales según se lee en las carpetas.
A finales del año pasado fue activada nuevamente la alerta roja, y los encuestadores dejaron pendientes algunas tareas. Y ahora, en 2021 a unas semanas de que la ciudad regresara a semáforo naranja, los trabajadores del instituto retomaron sus pendientes, y con esto un nuevo asalto en su contra se ha registrado.
Esto sucedió el domingo pasado en calles de la alcaldía Iztapalapa, donde a una encuestadora le fue arrebatada su computadora portátil, su celular, documentación oficial y otros objetos personales, por un par de individuos que viajaban en una motoneta.
De acuerdo a la declaración de la afectada, ella caminaba sobre la calle Manuel Cañas cuando los sospechosos la interceptaron, uno de ellos se bajó del vehículo y la amagó con un arma de fuego. Ambos sujetos huyeron a bordo de la motoneta rumbo al Reclusorio Oriente.
Debido a que los objetos que les son arrebatados durante los asaltos son propiedad del INEGI, los empleados tienen que presentar la denuncia para justificar la pérdida de los artículos.
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Algunos de los afectados además de perder el equipo telefónico que les proporcionó el organismo, además han sufrido el robo de su celular, pues también lo cargaban consigo al momento del atraco.
