Vendedores de vestidos de novia, XV años y ropa de gala de la zona centro de la Ciudad de México, sacaron sus maniquíes a la banqueta como medida de protesta porque no les permiten abrir sus negocios, al considerarlos no esenciales.
Mencionado que otras zonas de comercio como La Lagunilla y Tepito si están vendiendo, lo que consideran una competencia desleal, pues mientras ellos tienen que pagar impuestos, rentas y trabajadores de venta, así como costureras y modistas, otros únicamente ganan, en tanto que a ellos la crisis de salud causada por la pandemia los obligó a cerrar, por no ser una actividad esencial están a punto de la quiebra.
En un recorrido realizado este lunes por la calle República de Chile los comerciantes se manifestaron con carteles que decían "En la calle de las novias queremos trabajar" donde piden a las autoridades dejen de ser injustos con su gremio.
"Nos estamos manifestando porque un principio dijeron que ibamos a cerrar hasta 11 de enero y que se iban a reanudar las actividades, pero como no bajan los contagios pues lo ampliaron sin pensar en las consecuencias que eso tiene en nuestros comercios.
Una observación es que está es una zona donde no se aglomera la clientela, porque realmente los días que más gente hay es un sábado y ni así hay mucha gente, en estos momentos son contadas las clientas que entran a nuestras tiendas" así lo dio a conocer Mauricio Alonzo Martínez que tiene 26 años trabajando como vendedor en BridenFormal.
Los empleados de los distintos locales que se encuentran sobre está calle piden ya poder trabajar para llevar el sustento a sus familias, ya que afirman que se les están agotando las pocas reservas que les quedan.
Las ventas de estos lugares se ha reducido en un 90 porciento desde que la pandemia causada por el Covid 19 comenzó.
"Nosotras como trabajadoras nos vemos afectadas mayormente porque nosotras vivimos de la comisión de la venta de un vestido y el hecho de no tener clientes nos afecta económicamente ya que no recibimos un salario.
Además en nuestra tienda las personas que asisten, vienen para poder mirar y probarse los vestidos" dijo Jaqueline Hernández líder de tienda.
Muchos han intentado que a traves de las páginas de internet se sigan vendiendo sus vestidos sin embargo, esto no ayuda ya que muchas clientas lo que quieren es ver cómo se ven con las prendas puestas no solo imaginarse o verlo en una de las modelos de las páginas.
La crisis la enfrentan reduciendo gastos, ya que no pueden estarse dando la vida de antes y tiene que valorar lo que tienen hasta el momento.
El gobierno hasta el momento no ha ayudado a este sector por ningún medio.
"Es la peor época que se ha presentado desde que llevo trabajando en esta industria"