La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Myrna García Morón, afirmó que el trabajo doméstico y las labores de cuidado en el hogar continúan con rostro de mujer, a pesar de los esfuerzos por destacar el papel y la participación de ellas en las diversas esferas de la vida social.
Tras participar en el Parlamento Abierto de Mujeres, denominado "Sistemas de Cuidados”, celebrado en la Cámara de Diputados de la entidad, García Morón advirtió que “no se debe perder de vista que muchas (mujeres) no tienen oportunidad de elegir entre quedarse en el hogar o salir a trabajar”.
Por ello, dijo, es urgente establecer políticas públicas eficientes que reduzcan, reconozcan y redistribuyan el impacto de las “sobrecargas de las tareas de cuidado”, ya que esta situación limita la participación de las mujeres en el mundo laboral y social.
Ante diputadas y diputados que participaron en dicho parlamento, convocado por las diputadas María Isabel Sánchez y Paola Jiménez Hernández, con el objetivo de impulsar las reformas y políticas públicas necesarias que regulen como un derecho humano el cuidar y ser cuidada, en el marco jurídico local, la titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México manifestó que “la necesidad de cuidar a personas con dependencia está creciendo en América y el Caribe”.
Alertó que tal escenario muestra una tendencia hacia el crecimiento, debido a la no atención de padecimientos crónico-degenerativos, que se asocian con transición epidemiológica.
Refirió que según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), una de cada cuatro niñas que residen en zonas rurales no tiene oportunidad de ir a la escuela y debe dedicarse a labores domésticas.
Reiteró que en México el trabajo doméstico y el trabajo de cuidados tienen cara de mujer, luego de detallar que el 17.6 por ciento del Producto Interno Bruto de trabajo doméstico equivale a trabajo no remunerado.
Lamentó el hecho de las mujeres sostienen 75 por ciento de este trabajo y dedican 43 horas semanales a tareas del hogar, lo que representa un aproximado de 2.3 veces más que los hombres.
Myrna García Morón aseveró que se trata de asuntos complejos y que requieren ser enmarcados en una lógica de derechos. Explicó que por un lado se encuentra el derecho a ser cuidado, como un derecho constitucional, pero por otro está el derecho a decidir si queremos o no hacerlo.
Se pronunció porque las tengan opciones para elegir, que la falta de programas y la falta de corresponsabilidad no las relegue a un segundo plano en el ejercicio efectivo de sus derechos laborales, económicos y sociales.
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