/ martes 6 de agosto de 2024

Urbanización devora áreas verdes a la Ciudad de México, alertan especialistas

Constructoras han aprendido a evadir reglas de poda, derribos y creación de espacios arbolados

La investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Alicia Chacalo Hilu, manifestó que la urbanización, como monstruo hambriento, le roba cada vez más áreas verdes y árboles a la Ciudad de México, a pesar de que desde el año 2000 hay normas para regular la poda y derribo, por lo que la preocupación actual debe ser conservar y dar mantenimiento a las que tenemos.

La experta destacó que es terrible la estratificación social en la Ciudad de México, donde las zonas residenciales de mayores ingresos económicos son las que cuentan con buenas zonas en la periferia, mientras las demás cada vez se urbanizan más y tienen menos espacios arbolados.

Puedes leer: Centro Histórico y su identidad intocable: obras no deben afectarlo

Ello debido a que los constructores evaden las reglas de podas y derribos y de creación de superficies verdes, a pesar del gran esfuerzo en normatividad.

Calidad de arbolado

La doctora Alicia Chacalo Hilu expuso que: “lamentablemente aprendieron a darle la vuelta a la norma y no están plantando la calidad de arbolado que se debería e incluso particulares quitan con o sin permiso los árboles que les estorban para entrar a su garaje y prefieren pagar la multa”.

La investigadora, una de las responsables de las áreas naturales de la Unidad Azcapotzalco destacó que aun cuando “ahora estamos mucho mejor, todavía hace falta mucho por hacer”, porque la normatividad está, pero demanda que se cumpla, que haya supervisión, se apliquen multas y se dé más regulación en la calidad del arbolado que debe sustituir al retirado.

Igualmente subrayó que la capital fue pionera a nivel nacional en crear esa normatividad, que cada dos años se revisa y actualiza.

Disminuir islas de calor

La bióloga egresada de la Unidad Iztapalapa precisó que uno de los grandes estudios señala cómo las áreas verdes ubicadas estratégicamente pueden disminuir las llamadas islas de calor; sin embargo, cuando este año se alcanzó récord histórico de temperatura, que es magnificado por tanto concreto, pavimento, asfalto y edificios de vidrio, la gente optó por aires acondicionados y sistemas de ventilación y fue tal su demanda de energía que propiciaron hasta apagones en todo el país.

En el caso de México, “si se quiere tener superficies verdes debemos de ser defensores arraigados, es decir, si un árbol pone a alguien en peligro, soy la primera que dice se quita, pero cuando está sano y vigoroso no se debe proceder de esta manera”.

En las metrópolis se ha hecho demasiado énfasis en el pavimento y lo urbano y poco al espacio natural “cuando debería ser totalmente al revés puesto que lo que da más satisfacción a la gente en las ciudades son los parques, es estar tranquilo oyendo el agua correr e incluso existe el concepto de baño de bosque para cuando se quiere dar un paseo a manera de terapia, pero parece que nosotros vamos para atrás en este asunto, reiteró.

Expuso seguir el ejemplo de algunos centros europeos que quitan antiguas fábricas de las zonas urbanas y las vuelven superficies verdes, la Ciudad de México debería de ganar espacios con una buena planeación ambiental y ecológica”, sostuvo.

En la Unidad Azcapotzalco, agregó, cuando comenzó la Comisión de Áreas Verdes, de la que fue miembro, había 33 especies, el 70 por ciento era introducida, y 30 años después “teníamos más de cien variedades e incrementamos aquellas nativas”, indicó.

Especialistas llaman a regular la urbanización que se ha vuelto un depredador de las áreas verdes en la Ciudad de México / Foto: cortesía

Por su parte, la maestra en Diseño de Paisajes y Jardines, Laura Arriaga Rincón, encargada del Laboratorio de Arboricultura en el campus desde 2010, coincidió en la importancia de proteger las superficies verdes, puesto que además de ser espacios de recreación y relajación tanto para estudiantes como para maestros, en la pasada ola de calor ayudaron a disminuir las altas temperaturas.

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Más de 90 especies

En la Unidad “tenemos una diversidad muy grande que se ha estado trabajando durante más de 20 años, pasamos de tener 90 especies distintas a más de cien, a la par de mejorar la calidad del arbolado estamos al pendiente de lo que se cae o del muérdago que se ha tratado de mantener a raya”.

El área es un “pulmoncito verde en la zona industrial de Tlalnepantla y Azcapotzalco, se nota la diferencia cuando uno cruza la avenida San Pablo y encontramos el Deportivo Reynosa con árboles muertos, sin mantenimiento aparente, de ahí la relevancia de seguir cuidando el suelo y las superficies naturales de la UAM”, indicó Arriaga Rincón, quien cuenta con el apoyo del ingeniero Francisco Javier Arjona Gómez y la maestra Nayelli Mariscal Torres, ambos del Laboratorio de Arboricultura.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

La investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Alicia Chacalo Hilu, manifestó que la urbanización, como monstruo hambriento, le roba cada vez más áreas verdes y árboles a la Ciudad de México, a pesar de que desde el año 2000 hay normas para regular la poda y derribo, por lo que la preocupación actual debe ser conservar y dar mantenimiento a las que tenemos.

La experta destacó que es terrible la estratificación social en la Ciudad de México, donde las zonas residenciales de mayores ingresos económicos son las que cuentan con buenas zonas en la periferia, mientras las demás cada vez se urbanizan más y tienen menos espacios arbolados.

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Ello debido a que los constructores evaden las reglas de podas y derribos y de creación de superficies verdes, a pesar del gran esfuerzo en normatividad.

Calidad de arbolado

La doctora Alicia Chacalo Hilu expuso que: “lamentablemente aprendieron a darle la vuelta a la norma y no están plantando la calidad de arbolado que se debería e incluso particulares quitan con o sin permiso los árboles que les estorban para entrar a su garaje y prefieren pagar la multa”.

La investigadora, una de las responsables de las áreas naturales de la Unidad Azcapotzalco destacó que aun cuando “ahora estamos mucho mejor, todavía hace falta mucho por hacer”, porque la normatividad está, pero demanda que se cumpla, que haya supervisión, se apliquen multas y se dé más regulación en la calidad del arbolado que debe sustituir al retirado.

Igualmente subrayó que la capital fue pionera a nivel nacional en crear esa normatividad, que cada dos años se revisa y actualiza.

Disminuir islas de calor

La bióloga egresada de la Unidad Iztapalapa precisó que uno de los grandes estudios señala cómo las áreas verdes ubicadas estratégicamente pueden disminuir las llamadas islas de calor; sin embargo, cuando este año se alcanzó récord histórico de temperatura, que es magnificado por tanto concreto, pavimento, asfalto y edificios de vidrio, la gente optó por aires acondicionados y sistemas de ventilación y fue tal su demanda de energía que propiciaron hasta apagones en todo el país.

En el caso de México, “si se quiere tener superficies verdes debemos de ser defensores arraigados, es decir, si un árbol pone a alguien en peligro, soy la primera que dice se quita, pero cuando está sano y vigoroso no se debe proceder de esta manera”.

En las metrópolis se ha hecho demasiado énfasis en el pavimento y lo urbano y poco al espacio natural “cuando debería ser totalmente al revés puesto que lo que da más satisfacción a la gente en las ciudades son los parques, es estar tranquilo oyendo el agua correr e incluso existe el concepto de baño de bosque para cuando se quiere dar un paseo a manera de terapia, pero parece que nosotros vamos para atrás en este asunto, reiteró.

Expuso seguir el ejemplo de algunos centros europeos que quitan antiguas fábricas de las zonas urbanas y las vuelven superficies verdes, la Ciudad de México debería de ganar espacios con una buena planeación ambiental y ecológica”, sostuvo.

En la Unidad Azcapotzalco, agregó, cuando comenzó la Comisión de Áreas Verdes, de la que fue miembro, había 33 especies, el 70 por ciento era introducida, y 30 años después “teníamos más de cien variedades e incrementamos aquellas nativas”, indicó.

Especialistas llaman a regular la urbanización que se ha vuelto un depredador de las áreas verdes en la Ciudad de México / Foto: cortesía

Por su parte, la maestra en Diseño de Paisajes y Jardines, Laura Arriaga Rincón, encargada del Laboratorio de Arboricultura en el campus desde 2010, coincidió en la importancia de proteger las superficies verdes, puesto que además de ser espacios de recreación y relajación tanto para estudiantes como para maestros, en la pasada ola de calor ayudaron a disminuir las altas temperaturas.

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Más de 90 especies

En la Unidad “tenemos una diversidad muy grande que se ha estado trabajando durante más de 20 años, pasamos de tener 90 especies distintas a más de cien, a la par de mejorar la calidad del arbolado estamos al pendiente de lo que se cae o del muérdago que se ha tratado de mantener a raya”.

El área es un “pulmoncito verde en la zona industrial de Tlalnepantla y Azcapotzalco, se nota la diferencia cuando uno cruza la avenida San Pablo y encontramos el Deportivo Reynosa con árboles muertos, sin mantenimiento aparente, de ahí la relevancia de seguir cuidando el suelo y las superficies naturales de la UAM”, indicó Arriaga Rincón, quien cuenta con el apoyo del ingeniero Francisco Javier Arjona Gómez y la maestra Nayelli Mariscal Torres, ambos del Laboratorio de Arboricultura.

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