Respirar el aire contaminado de la Ciudad de México en un día de contingencia ambiental equivale a fumar 40 cigarrillos, por lo que uno de cada tres habitantes de la zona metropolitana puede presentar algún problema de salud, que va desde irritación de garganta y ojos, rinitis alérgica, lagrimeo, cansancio y dolor de cabeza.
El daño no es momentáneo ni termina cuando se levanta la contingencia ambiental, toda vez que la contaminación provoca un daño sistemático y de largo plazo al organismo humano, alertó el doctor Gerardo López, especialista en alergología e infectología pediátrica.
“La contaminación no solo ataca el sistema respiratorio, sino también el cerebro, la piel, los ojos e incluso deteriora el sistema inmunológico de las personas, lo que las hará más susceptibles a contraer enfermedades por virus o bacterias a futuro, como ha sido el caso del virus SARS-CoV-2”, señaló el especialista.
El doctor Gerardo López Pérez, autor del libro: “Alergia, infección y ambiente: un enfoque clínico”, señaló que la población capitalina está expuesta de forma permanente a altas concentraciones de contaminación ambiental, lo cual no solo ocurre en las fases de contingencia, ya que los índices de contaminación en la zona metropolitana del Valle de México rebasan prácticamente todos los días el promedio que establecen las normas de calidad de aire a nivel nacional e internacional.
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En entrevista con LA PRENSA, el doctor Gerardo López Pérez, director general de Asistencia Pediátrica Integral Ciudad de México indicó que tan solo la Norma Oficial Mexicana (NOM) en relación al Ozono establece que no debe superar 0.90 partes por millón en una hora y la Ciudad de México rebasa este nivel de forma exponencial, durante muchas horas del día y durante todo el año.
“No es que seamos alarmistas, esto es lo que establece la norma mexicana y normas internacionales de la OMS y por ese motivo, la población registra daños a la salud, siendo los niños menores de cinco años y los adultos mayores de 65 los grupos más vulnerables, debido a que sus tejidos son más sensibles. En el caso de los niños sus mecanismos de protección natural son inmaduros, mientras en los adultos el sistema de defensa se encuentra más vulnerable por enfermedades crónicas ya establecidas, como diabetes, hipertensión u otro padecimiento”
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año mueren 1.8 millones de niños menores de 15 años por contaminación, mientras que sólo en 2016 alrededor de 600 mil niños murieron a causa de infecciones respiratorias originadas por aire contaminado.
El doctor Gerardo López indicó que de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Evaluación de la Métrica en la Salud (IHME por sus siglas en inglés), se estima que la contaminación del aire es responsable de 5 millones de muertes cada año en el mundo.
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