Ciudad de México.- Tras el primer dictamen con expertos y el seguro se confirmó que no hay afectaciones graves al patrimonio en el Templo Mayor, tras la fuerte granizada que cayó la noche del miércoles.
Leonardo López Luján, arqueólogo del Proyecto del Templo Mayor dijo en su cuenta de twitter que: “No fue grave el daño sufrido ayer tras el colapso de la cubierta hecha por el arquitecto Ramírez Vázquez en los 80. Por fortuna, el INAH cuenta con un equipo de brillantes restauradoras encabezado por Mariana Díaz, Michelle De Anda, María Barajas y Lourdes Gallardo y Adriana Sanromán”.
El arqueólogo Omar González San Miguel, Subdirector de seguridad del Templo Mayor, informó que el oficial Juan Romero Cruz sigue en el hospital. En ejercicio de sus funciones, tuvo un traumatismo en costillas y posible afectación del pulmón.
La Casa de las Águilas es importante porque se trata de un excepcional edificio religioso mexica que formaba parte del recinto sagrado de la gran Tenochtitlan. Junto con el Centro Histórico de la Ciudad de México, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año de 1987.
Tiene una planta en forma de “L” y consta de 4 etapas, edificadas a lo largo del siglo XV y principios del XVI. La mejor conservada es la Etapa 2 y data del reinado de Motecuhzoma I (1440-1469). Fue descubierta y excavada por el Proyecto Templo Mayor del INAH entre 1980 y 1997.
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Después de las valoraciones preliminares, se determinó que existieron daños en las estructuras de la techumbre y la barda perimetral.
A su vez las afectaciones en las estructuras prehispánicas son menores, recuperables y restaurables y de ello se ocuparán las y los especialistas, comunicó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Patricia Ledesma, directora del museo de sitio, señaló que sí existe preocupación por las lluvias futuras, por ello, prevén que hoy terminen el peritaje y a la par, se trabaja en la colocación de una protección provisional.
“Todavía no podemos decir cuánto (tardará el retiro de la estructura metálica). Necesitamos ver qué tan estable está la cubierta. Las cuatro estructuras que hay en Templo Mayor están armadas, es posible que la que se cayó la vayamos retirando por partes, es decir, que no la retiremos de un jalón, eso nos va a ayudar y tener mayor control de que no se vaya a caer nada y dañar el edificio. Esperemos que sea lo más pronto posible porque nos preocupan las lluvias”, dijo Ledesma.
Detalló que en el sitio hay cuatro techumbres de metal, diseñadas por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez y colocadas a inicios de los años 80, con el objetivo proteger los vestigios prehispánicos.
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De acuerdo a los protocolos, el INAH ya dio parte a la aseguradora y ayer se proseguía con los diagnósticos y la conciliación de daños, así como con las acciones de apuntalamiento y retiro de la techumbre colapsada, para dar paso a los peritajes correspondientes.
