Más de 75 alumnos y alumnas de las tres divisiones académicas de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), así como sus profesoras y profesores, se incorporarán a las actividades vinculadas al Proyecto de Rescate de la Laguna La Piedad, en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, en el que trabaja desde hace cinco años un grupo de investigación coordinado por Fabiola Sosa Rodríguez, investigadora de esta casa de estudios.
La Laguna La Piedad se ubica en el municipio de Cuautitlán Izcalli y forma parte de la subcuenca de Cuautitlán y de la cuenca de México. Está tutelada por dos ejidos: San José Huilango y San Francisco Tepojaco.
La UAM precisó que desde hace cinco años un grupo de investigadores y alumnos de la Casa abierta al tiempo, coordinado por la doctora Sosa Rodríguez, trabaja en esta zona, de manera preliminar, en el análisis de la disponibilidad de agua.
Con el cual se identificó que esa subcuenca es una de las que tiene mayor potencial de restauración, además posee una serie de humedales en zonas que no están consolidadas por la urbanización y tienen una alta posibilidad de recuperación.
El fortalecimiento de esta iniciativa con la participación de alumnas y alumnos de la Unidad Azcapotzalco, quienes construirán conocimiento y tendrán experiencias de problemáticas reales, cuenta con el apoyo del Educational Partnerships for Innovation in Communities (EPIC), un consorcio internacional, financiado por organismos multilaterales como la Organización de Naciones Unidas, que “nos va a apoyar en divulgar lo que hace la UAM junto con otras instituciones, tanto en materia de investigación y docencia, como en retroalimentación respecto a otras experiencias que pudiera haber en otros países del mundo”, detalló.
Además, contribuirá a favorecer la búsqueda de financiamiento que permita al proyecto acceder a otros apoyos y posicionar a la UAM no sólo en nuestro país, sino en el mundo como una institución líder que crea distintos tipos de experiencias en comunidades.
Una vez que el grupo detectó el lugar, empezó a tener acercamientos con los ejidos, los gobiernos locales y organizaciones comunitarias y vecinales, grupos de mujeres y de jóvenes, con el objetivo de delinear un proyecto para el rescate del sitio.
La propuesta que se perfiló tiene una visión interdisciplinaria, se trabaja no sólo en su restauración ecológica, sino también en el fortalecimiento de la gobernanza, una mayor participación de los actores, en componentes de capacitación y educación, el desarrollo de cooperativas y cooperativistas con un enfoque ambiental, así como la capacitación para el avistamiento de aves, la construcción de chinampas, mantenimiento de humedales, monitoreos biológicos y de la calidad del suelo, entre otros.
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Los alumnos de las Unidades de Enseñanza Aprendizaje (UEA), Técnicas cualitativas de campo, Laboratorio de Química Analítica, así como de Producción y Postproducción audiovisual, junto con sus profesoras y profesores tuvieron su primera salida para realizar trabajo de campo.
La iniciativa también incluye a el impulso a toda una cartera de proyectos de economía social y solidaria, pensar en estrategias para el fortalecimiento de la aplicación de la normatividad y que pueda tener alguna categoría de protección una vez que se recupere la laguna con la idea de poder frenar los desarrollos urbanos y manejos no apropiados, entre otros componentes.
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