Las redes sociales están siendo utilizadas por las empresas tabacaleras para promover el uso de vapeadores y otro tipo de dispositivos electrónicos de tabaco caliente, siendo los niños, adolescentes y jóvenes su mercado objetivo.
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Así lo denunciaron jóvenes que integrantes de la organización Refleacciona con Responsabilidad, que, en ocasión del Día Internacional de la Juventud, emitieron una declaración en la que condenaron la creación de una nueva generación de adicción fomentada por parte de la industria tabacalera y demandaron a las autoridades de salud de los tres niveles de gobierno obligar a las compañías tabacaleras a pagar por los perjuicios del pasado, presentes y futuros.
De acuerdo a los datos de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, 1.9 millones de capitalinos de 12 a 65 años, son fumadores, lo que representa el 21% de la población y, de ellos, alrededor del 1.7% refiere haber probado alguna vez el cigarro electrónico (1.5% mujeres y 1.9% hombres).
Miguel Ángel Toscano, presidente de Refleacciona con Responsabilidad A.C., denunció que las compañías tabacaleras están haciendo uso de las redes sociales y de los llamados “influencers” o “youtubers” para promover productos altamente dañinos a la salud y con una clara estrategia comercial dirigida a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Informó que Refleacciona, organización comprometida con el bienestar de las juventudes se encuentra formando la red Jóvenes Rescatadores de la Salud para promover estilos de vida saludables y visibilizar los problemas y abusos ocasionados por la industria.
Publicidad para consumo
“A pesar de que en México mueren más de 60 mil personas al año por consumo de tabaco, la industria tabacalera siempre ha dirigido su promoción y publicidad a los niños, niñas y juventudes para atraer nuevas generaciones de consumidores, de esa manera incrementar sus ganancias, por lo que este tipo de interacciones debe estar totalmente prohibida y sancionada por las autoridades gubernamentales en cada país, de esa manera se evitarán miles de muertes y enfermedades” sostuvo Miguel Ángel Toscano, presidente de Refleacciona con Responsabilidad A.C.
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En ese mismo sentido, Rosario Hernández, directora de Salud y Bienestar de la misma organización, mencionó que a pesar de que, en la nueva reforma a la Ley General de Control de Tabaco, publicada el 17 de febrero se prohíbe la publicidad, promoción y patrocinio del Tabaco, la industria siempre encuentra la manera de darle la vuelta a lo establecido en la Ley.
De aprobarse una reglamentación sobre los cigarros electrónicos debe ser muy estricta porque en realidad se trata de productos de máscara. Nunca sabremos cuál es el contenido que tiene y no sabremos qué tanto daño está haciendo a las y los jóvenes toda vez que muchos de los dispositivos son abiertos y permiten que los usuarios determinen su contenido”, afirmó Eduardo del Castillo, director de Comunicación, Diálogo y Conciencia, CÓDICE.
Políticas de los vapeadores
Según la declaración, las políticas de vapeo deben considerar, principalmente, los riesgos de adicción/uso recreativo por parte de los jóvenes. Las juventudes también quieren que los gobiernos exijan la rendición de cuentas y la responsabilidad que le corresponde a la industria tabacalera por daños a la salud, lo que puede darse a través de la revocación de licencias, compensación por daños, garantías financieras por daños futuros y puede implicar casos judiciales, recargos al tabaco, multas, tarifas o impuestos, entre otros.
Cifras por consumo de tabaco
El tabaco causa 8 millones de muertes al año en el mundo, además de ocasionar adicción y daño ambiental. En México, mueren más de 60 mil personas al año a causa del tabaquismo y en términos del impacto medioambiental, los plásticos de un solo uso en paquetes de cigarrillos y colillas por sí solos causan al menos pérdidas equivalentes a los 20 mil millones de dólares anualmente en recursos marinos en todo el mundo. En general, las pérdidas superan cualquier ganancia económica que la industria tabacalera pueda generar, con un costo anual de 1,4 billones de USD en pérdidas económicas.
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