Ante los conflictos que se están suscitado entre Rusia y Ucrania, que es un atentando contra la paz de los dos países, Terra Sancta México, junto con Magdala, Catholic.net, Zenit, Regnum Christi, Desde la fe, la Conferencia del Episcopado Mexicano, el Observador y Unión de Voluntades organizan la “Jornada ecuménica de oración por la paz”, especialmente entre Rusia y Ucrania.
Se rezará el Rosario por parte de sacerdotes católicos, monjas de la Visitación en Paray-le-Monial – lugar donde sucedieron las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús –, consagradas de Regnum Christi, laicos católicos y fieles ortodoxos rusos y ucranianos, el cual estará unido al rezo del Himno Akáthistos y la oración de Jesús que realizarán algunos sacerdotes de la Iglesia Ortodoxa de Rusia y de Ucrania residentes en México.
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Esta actividad ecuménica se llevará a cabo el día 9 de marzo a las 12:00 pm, hora local de la Ciudad de México. Los misterios del Santo Rosario se rezarán desde el Santuario Paray-le-Monial en Francia, la Basílica de Nuestra de Guadalupe en México, y desde Jerusalén, Roma y Ucrania. Se contará con la presencia especial del Archimandrita Nektariy Hajji-Petropoulos de la Iglesia Ortodoxa Rusa en México, quien rezará junto con fieles rusos y ucranianos.
La transmisión de la Jornada de oración ecuménica será por medio de las redes sociales de Catholic.net, Zenit, Regnum Christi, Terra Sancta, Desde la Fe, CEM, el Observador y Unión de Voluntades.
Se invita a todos los fieles a participar de esta unión eclesial para pedir a Dios por el cese del conflicto bélico entre rusos y ucranianos, quienes se han visto desalojados de sus casas, despojados de sus bienes, perdiendo a sus seres queridos ya sea por separación en favor de conseguir refugio o por causas mortales.
“Pidamos por la paz y el cese de la guerra entre Rusia y Ucrania, elevando nuestra oración al cielo y ofreciendo nuestra Cuaresma por esta especial intención”, piden.
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La conducción del Rosario de la “Jornada ecuménica de oración por la paz” será realizada por Ana Paula Morales, directora de Terra Sancta México, y Estrella Baz, miembro de Regnum Christi. Los misterios del Rosario serán presididos por: Mons. Salvador Martínez, Rector de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe; las monjas de la Visitación en Paray- le-Monial, en Francia; Lilian Santos, CRC, desde Roma; Katleen Nichols, CRC, desde Jerusalén; Pbro. Antonio Vatseba, sacerdote greco católico, Provincial del Instituto del Verbo Encarnado en Ucrania.
Se contará con unas palabras sobre la paz y un llamado a la oración por parte de Mons. Ramón Castro Castro, Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Para el rezo del Himno Akáthistos y la oración de Jesús se contará con la participación especial del Archimandrita Nektariy Hajji-Petropoulos de la Iglesia Ortodoxa Rusa en México, quien rezará junto con fieles rusos y ucranianos en el Monasterio de la Santísima Trinidad, perteneciente a la Iglesia Ortodoxa, en Ciudad de México.
El pasado 27 de febrero, el Papa Francisco durante el rezo del Angelus Dominical recordó su invitación para que el 2 de marzo se realizara una jornada de oración y ayuno como súplica para la paz en Ucrania, que sea un día dedicado “para estar cerca del sufrimiento del pueblo ucraniano, para sentir que todos somos hermanos y para implorar a Dios el fin de la guerra”.
Mientras que en la red social Twitter el miércoles de Ceniza mencionó: “Hoy entramos en el tiempo de #Cuaresma. Nuestra oración y el ayuno serán una súplica por la #paz en #Ucrania, recordándonos que la paz en el mundo comienza siempre con nuestra conversión personal en el seguimiento de Cristo”.
Por otro lado, ha agradecido al pueblo polaco en ser “los primeros en apoyar a los ucranianos que escapan de la guerra”.
La guerra sólo trae dolor, separación y división entre naciones; causa principalmente la muerte de inocentes, donde las familias pierden a sus padres, a sus abuelos, a los hermanos y a los hijos.
Aunque las guerras cesen, los ciudadanos sufren las consecuencias económicas y sociales por un tiempo posterior prolongado, haciendo que la desesperación y la angustia constantes formen parte del día a día de las personas.
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