Aunque la Ciudad de México sigue en semáforo rojo, desde este lunes 25 de enero reabrieron al público papelerías, establecimiento con venta de artículos de cocina, ópticas y tiendas de acabado para contrición y desde este martes reabrieron también los establecimientos mercantiles que venden autos nuevos y usados con el objetivo de reactivar la economía.
Después de que permanecieron cerradas 45 días desde el pasado 10 de diciembre por la pandemia del covid-19, locales como papelerías y ópticas ubicadas sobre las calles de Regina y José María Pino Suárez, alcaldía Cuauhtémoc levantaron sus cortinas con poca afluencia de personas.
“Es un alivio volver a abrir, fue muy difícil permanecer 45 días sin entradas de dinero porque todo estaba en el local y ni tiempo nos dio de sacar nada para venderlo aunque sea entre los vecinos que tienen hijos y nos piden material para la escuela, ahora si que estuvimos comiendo prácticamente, huevo, frijoles y tortillas porque no hubo para más”, afirmó a La Prensa Rosa Mendoza, dueña de una pequeña papelería en las calles del Centro Histórico.
Este tipo de comerciantes ya puede vender sus productos bajo el esquema que plateó el Gobierno capítulo “reabrir sin arriesgar”.
Por lo cual podrán permanecer abiertos de lunes a sábado de 11:00 de la mañana a las 17:00 con un aforo máximo de 20% y el acceso de una sola persona por familia, con uso de cubrebocas obligatorio así como uso de careta para los trabajadores que atiendan al público en general, uso de gel de bacterial, medidas de ventilación y se especificó que este tipo de giros que estén dentro de centros comerciales (aún cerrados) podrán reabrir.
Además en la calle de Regina, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana retiró los filtros que permanecían en la calle Regina para evitar el paso de transeúntes y así disminuir las aglomeraciones pero con la reapertura la calle puede volver a ser recorrida por los capitalinos.
En las ópticas se pudo ver a varios clientes esperando ser atendidos en busca de lentes que protejan la vista de sus hijos.
“Mi hijo ahora pasa muchas horas viendo la computadora o el celular debido a clases en línea y las tareas que debe hacer en ambos aparatos así que busco que esto le genere daños pero hasta ahora pude venir porque todo estaba cerrado”, comentó César Vargas.
Los comerciantes indicaron que la reapertura se trata de un respiro a su economía pues a partir de este lunes ya comenzaron a tener ingresos que mejorarán su calidad de vida.
“Ya no sabíamos ni aquí en rezarle, en verdad era muy angustiante porque las deudas siguen y yo en mi caco no tengo otro ingreso que lo que gano como vendedora en esta papelería pero eso sí los pagos no se detienen”, explicó Lupita Hernández, empleada de una papelería en las calles del Centro Histórico.
