Durante los meses de confinamiento por la pandemia, las llamadas de auxilio por violencia doméstica al 911 escalaron de manera notoria, y aunque las estadísticas muestran una disminución en julio, en agosto y septiembre se reportó un aumento en los casos de feminicidio y secuestro a mujeres a nivel nacional.
Del mes de mayo a septiembre el incremento por violencia familiar mostró un aumento según las estadísticas de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, producto de la crisis sanitaria, tema que también ha sido de gran importancia para las organizaciones que llevan a cabo un trabajo en favor del bienestar de las mujeres, quienes cuentan con menos recursos para cumplir sus metas.
La Maestra María de la Luz Estrada Mendoza, coordinadora del área de Violencia de Género y Derechos Humanos en la organización Católicas por el Derecho a Decidir, y Coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, al respecto dijo que, “la violencia familiar sigue y no disminuye (…) porque hubo menos movilidad y las mujeres seguimos teniendo contexto de desaparición y de feminicidio, entonces no sólo es ver si las mujeres estén aisladas para no tener mayor violencia confinadas por parte de sus parejas, sino también en el ámbito es el reporte desaparecida igual de alto, no baja”.
La coordinadora aseguró también, en entrevista para La Prensa, que este tema poco atendido por las autoridades ha tenido un repunte, “en 2020 se han asesinado a 2874 mujeres de las cuales 724 casos están siendo investigadas como feminicidios”.
En el aislamiento podría pensarse que las cifras disminuyeran, pero no ha sido así, ya que la mayor parte del tiempo, la víctimas la pasaron con sus agresores en espacios cerrados y por lo general, sin testigos o ayuda.
Para la maestra, las cifras no son una certeza del panorama que se vive en el tema de violencia y feminicidios, ya que el tema de la tipificación del delito ha sido una lucha en la que ellas también han trabajo para lograr que se le acredite como feminicidio a los casos de muerte violenta en mujeres.
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“La autoridad requiere acreditar el delito (como feminicidio), porqué se habla de que las mujeres son asesinadas, pero no están generando las garantías de las políticas de prevención del feminicidio”, aseguró María de la Luz, por lo que trabajan para que todos los estados tipifiquen el delito, cuando así lo amerite.
La coordinara asegura que, según su experiencia, entre el 30 y 40 por ciento de los casos de feminicidio, son cometidos por alguien cercano a las víctimas asesinas, ya sean sus parejas o sus conocidos, y hace falta investigación para llegar a las cusas y responsables de esas muertes.
“Nosotras estamos peleando porque la autoridad inmediatamente de que una mujer sea privada de la vida o con supuesto suicidio no lo luego luego lo ven por un hecho, sino que investiguen para poder descartar si está frente a un suicidio o feminicidio”, aseguró
En las cifras que mencionó la coordinadora reitera que, de enero a agosto desaparecieron tan solo en la Ciudad de México, 621 mujeres y niñas desaparecidas, de las cuales siguen pendientes 204 casos por resolver, por lo que es necesario no recortar el apoyo a las organizaciones que hacen frente al tema de la violencia de género, para evitar que las cifras crezcan más.
“Estamos exigiendo al Gobierno Federal que tengan que revisar en que tienen qué gastar los recursos asignados para la igualdad de género no se pueden reducir (…) porque se impacta de manera negativa”, sabe que la atención que ofrecen es integrada por psicólogas, trabajadores sociales, abogadas, así como manutención de los albergues a donde llegan las mujeres.
Como parte del trabajo de las autoridades también se encuentra la capacitación de la policía, a quien Estrada, considera que se les debe pagar un buen salario para evitar que en un momento dado formen parte del crimen organizado, evitando así la corrupción.
Para la coordinadora de Católicas por el Derecho a Decidir, es importante que la ciudadanía visibilice los casos de violencia o feminicidio, “denunciar, visibilizar en las redes sociales, nosotros como organizaciones estamos en una campaña de distancia segura, y es monitorear a las autoridades encargadas de la atención prevención y sanción de que las mujeres denuncien qué autoridades no están cumpliendo su papel”.
Ahora que los recursos son más limitados para las organizaciones civiles, es importante, según Estrada, emplear de manera eficiente el dinero pera atender al mayo número de mujeres y casos, que permitan, ver un cambio en las estadísticas, resultado de un trabajo integral para prevenir la violencia, evitar los secuestros, desapariciones y feminicidios, que hoy, siguen siendo preocupantes.
