Las contingencias ambientales que se han declarado en la Ciudad de México en últimas fechas demuestran claramente la obsolescencia de un programa viejo y desactualizado como es el Hoy No Circula, así como las absurdas decisiones de la Comisión Ambiental Metropolitana de decretar la no circulación de vehículos con calcomanías doble cero y cero.
“Es contradictorio prohibir la circulación de vehículos con calcomanía “00” y “0”, porque son las unidades de menor emisión y son los que están certificados con tecnologías modernas”, dijo José Luis Luege Tamargo, ex director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua, 2006-2012) y actual presidente de la organización Ciudad Posible.
Luege Tamargo, quien es ingeniero químico metalúrgico, egresado de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó que ante una contingencia ambiental, lo primero que se debe evitar son las fuentes de mayores emisiones, por lógica elemental.
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“Este programa Hoy No Circula ya tiene más de 30 años, arrancó en 1993 y en teoría no debería ir a la par de una estrategia muy agresiva de fomento del transporte público de alta calidad, de alta capacidad y seguro”, puntualizó.
Al recordar que el Sistema de Transporte Colectivo Metro fue concebido como la columna vertebral del transporte público no solo en la Ciudad de México, sino con una perspectiva metropolitana, Luege Tamargo comentó que como diputado local en 1994 le tocó trabajar en la actualización del Plan Maestro del Metro, en el cual se estableció “teóricamente” que para 2020 se deberían tener 20 líneas.
“Hoy tenemos sólo 12 líneas y vemos que la última no de muy buena calidad que digamos”, apuntó al señalar que estos dos factores son principalmente el origen del problema ambiental; es decir, un programa ambiental que no se actualizó y quedó obsoleto, y, por otro lado, un transporte público muy limitado.
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PANDEMIA INCREMENTÓ PARQUE VEHICULAR
El ingeniero José Luis Luege Tamargo informó que la pandemia incrementó el parque vehicular en la Ciudad de México, que hoy sobrepasa la capacidad de las vialidades, que además tienen una pésima distribución y diseño vial.
Explicó que la contaminación tiene dos fuentes principalmente: las fuentes móviles y las fuentes fijas. “Las fuentes móviles, es obviamente todo el transporte, que produce –ciertamente– gran parte de todas las emisiones, la cual se estima en alrededor de 70%”.
Pero destacó que en estas fuentes móviles hay autos y camiones. “En el caso de los autos, gracias al programa de verificación y la modernización de la planta vehicular, han ido mejorando, y si algo tuvo de éxito el programa fue la sustitución de un parque vehicular muy viejo, pero eso fue en los primeros años, ahora ya se perdió y hay muchos más autos viejos en circulación”.
También tenemos los camiones que en su gran mayoría operan con diésel, combustible que es el principal causante de las emisiones fuertes al ambiente. “El diésel lo utilizan camiones de carga, de reparto, de empleo y unidades de transportes público, principalmente concesionado.
“Hoy podemos afirmar que ningún vehículo del transporte concesionado cumple con la norma, hay vehículos con más de 40 años circulando, hay todavía microbuses circulando, lo cual es una situación absurda”, indicó.
FUENTES FIJAS GENERAN GRANDES CANTIDADES DE EMISIONES AL AMBIENTE
Luege Tarmargo mencionó que también están las fuentes fijas que generan grandes cantidades de emisiones al ambiente. En esta definición se encuentra la industria que tiene hornos de gran capacidad que operan con combustible, así como la Termoeléctrica de Tula, Hidalgo.
“En Tula tenemos un complejo industrial muy generador de emisiones, como son la Cementera Cruz Azul, la Refinería de Pemex, la Termoeléctrica de Tula y la de la Comisión Federal de Electricidad”, explicó.
El especialista en temas ambientales recordó que desde hace varios años y a través del Parlamento Abierto ha venido denunciado que la Comisión Federal de Electricidad hace poco más de un año tomó la decisión ilegal de cambiar la operación de la Termoeléctrica de Tula de gas natural a combustóleo.
“Esta es una decisión no sólo ilegal, sino también fuera de la norma ambiental, porque desde 1994 se alertó que el combustóleo es un combustible muy sucio y contaminante; además, el que están quemando ahorita tiene un alto contenido de azufre”, puntualizó.
Ante tal situación, Luege Tamargo alertó que la Termoeléctrica de Tula está enviando enormes cantidades de contaminantes, que se calculan en 100 mil toneladas al año de bióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas suspendidas PM10 y PM2.5, estas últimas identificadas como las más peligrosas, porque entran directamente al sistema respiratorio y al torrente sanguíneo.
“Hay una total desubicación de la Comisión Ambiental Metropolitana al castigar la circulación de vehículos cuando no se está haciendo nada para obligar a las fuentes fijas a reducir sus emisiones, como estaba originalmente en el Plan de Contingencia Ambiental”, señaló José Luis Luege.
Ante una contingencia ambiental, no sólo se debe restringir la circulación de vehículos, sino que también se restringe la operación de las plantas de producción, se tienen que apagar hornos, “y concretamente, la Comisión Federal de Electricidad con esta acción ilegal, que ya hemos denunciado”, enfatizó.
SE VIOLAN NORMAS AMBIENTALES
Con la decisión ilegal de cambiar la operación de la Termoeléctrica de Tula de gas natural a combustóleo, la Comisión Federal de Electricidad viola diversas normas ambientales, denunció Luege Tamargo.
El presidente de Ciudad Posible, ex secretario de Medio Ambiente y ex titular de la Conagua, indicó que la CFE viola la norma ambiental NOM 086, que limita las emisiones con contenido de azufre; la norma NOM 022 de la Secretaría de Salud que establece un límite de bióxido de azufre a la atmósfera y también la NOM 016 de la Comisión Reguladora de Energía, la cual prohíbe el uso de combustóleo en la termoeléctrica.
“No nos explicamos y no sabemos cómo es posible que una Comisión Ambiental Metropolitana establezca acciones para limitar la circulación de los vehículos y no haga nada para evitar las emisiones supercontaminantes y superpeligrosas de la termoeléctrica”, alertó José Luis Luege.
Denunció que la decisión de cambiar el uso de gas natural a combustóleo “fue una decisión salomónica e inexplicable”, pero manifestó que es más grave aún que no haya ninguna acción por parte de la Secretaría del Medio Ambiente o de la Secretaría de Salud.
“Nosotros estimamos que la Termoeléctrica de Tula está operando desde hace más de año y medio hasta con 80% de combustóleo, cuando debería de ser cero y debería estar operando sólo con gas natural”, advirtió.
Recordó que la reconfiguración de la Termoeléctrica de Tula se hizo hace ya muchos años, la cual inició por ahí de 1994 y alrededor del 2000 la termoeléctrica ya sólo operaba con gas natural, por lo que no se explica ni hay ninguna justificación para que ahora esté operando con combustóleo.
“La CFE no dice nada, simplemente, todos podemos ver la columna de humo que sale de la termoeléctrica… tomaron olímpicamente una decisión que está afectando la salud de la población”, alertó.
Luege Tarmargo explicó que la NOM 086 limita la emisión de bióxido de azufre a 0.66 microgramos por metro cúbico en las zonas aledañas a la termoeléctrica. “En promedio anual, las emisiones en un perímetro de 18 kilómetros cuadrados estaban en 676 microgramos, pero en la zona de las 19 comunidades pegadas a la termoeléctrica estaban en 1000 microgramos”.
Consideró que, ante esta situación tan peligrosa y dañina para la salud, los primeros que deberían revelarse es el sindicato, porque los trabajadores de la planta, quienes están siendo sometidos a altas cantidades de bióxido de nitrógeno que es un factor de riesgo directo para el desarrollo de cáncer en unos cuantos años.
De acuerdo con diversos estudios, José Luis Luege reveló que la mortalidad inducida por bióxido de azufre y las partículas puede ser hasta de mil 600 decesos al año y, obviamente, miles y miles de personas afectadas por enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer.
VEMOS SOBRE LA CIUDAD UNA “NATA NEGRA” DE CONTAMINACIÓN
El ingeniero José Luis Luege Tamargo, en entrevista para LA PRENSA, manifestó un enérgico reclamo a la Comisión Ambiental Metropolitana ante la declaratoria de emergencia ambiental por ozono que hizo en días pasados, cuando el mayor daño a la salud de los habitantes de la Ciudad de México lo provocan las partículas.
Explicó que el ozono, efectivamente, es una molécula muy oxidante, que afecta la mucosa y es muy irritante, pero no es el contaminante que mayor daño causa a la salud, como sí lo provocan las partículas de bióxido de nitrógeno y de bióxido de azufre que son los precursores de ozono, que emiten fuentes fijas y fuentes móviles a base de diésel.
“Aquí lo único que se demuestra es la inoperancia de la Comisión Ambiental y del Programa Hoy No Circula, ya que la Ciudad de México forma parte de la misma cuenca atmosférica y las emisiones que genera la Termoeléctrica de Tula son arrastradas por el aire (en corrientes del noroeste al suroeste), por lo que se afecta a todos los municipios del norte del Estado de México, así como a todas las alcaldías del norte de la capital”, señaló.
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La afectación, indicó, se registra en toda la parte norte y nororiente del Valle de México, entre las que se encuentran alcaldías como Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa, así como los municipios de Ixtapaluca, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Ecatepec, y prácticamente, toda la zona norte, donde se registra la mayor concentración de particulado de bióxido de nitrógeno y de bióxido de azufre que genera en gran medida la termoeléctrica.
Esta problemática se conoce desde hace muchos años, y todas las personas que han participado en temas de ecología y cuidado ambiental lo saben. “El problema aquí es que ahora se quieren tomar decisiones técnicas de políticas públicas, bajo una visión política-electoral o partidista”.
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