Para don José Luis Medina, peluquero desde hace 34 años, quien ejerce el oficio de manera tradicional, la situación económica por la pandemia se pondrá peor. Con nostalgia narra que el negocio donde labora fue establecido en 1945 y que jamás se había padecido un escenario así en nuestro país.
“Estamos decaídos, hasta da pena comer, uno llega a casa y sólo hay arroz, frijoles y huevo”, dijo, tras mencionar que él se quedó sin ahorros y que en ocasiones hay días en que no hacen un solo corte de pelo. “La recuperación no llega, nadie tiene dinero, y por el momento sólo sobrevivimos”.