La crisis hídrica en el Valle de México ha obligado a los gobiernos municipales a acelerar los programas emergentes de reparación de fugas, por lo que localidades como Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán de Zaragoza comenzaron a desplegar personal para revisar las averías en instalaciones hidráulicas municipales.
De acuerdo con el organismo local de agua potable de Naucalpan se han detectado en promedio 690 fugas al mes en distintas partes del territorio municipal, la cifra más alta reconocida por autoridades de la región.
En el informe anual presentado por la Secretaría Técnica de dicho organismo, el Centro de Integral de Atención Ciudadana dio a conocer que levantó 12 mil 120 folios, de los cuales 11 mil 076 fueron fugas domiciliarias y mil 044 de red.
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Según el gobierno de la alcaldesa Angélica Moya Marín, el porcentaje de atención de estos reportes es de entre 96 y 100%, respectivamente, con el objetivo de evitar el desperdicio de agua.
La titular del organismo municipal encargado de distribuir el recurso natural, Heidi Storsberg Montes, dio a conocer que los operadores del Centro de Integral de Atención Ciudadana proporcionan un número de folio para dar seguimiento y atención a las demandas de reparación o solicitudes de una pipa con agua a los vecinos.
Dado el actual desabasto del recurso hídrico originado por el gobierno federal, se han incrementado considerablemente las peticiones de camiones cisterna, llegando a generarse en un día hasta 250 folios.
En Tlalnepantla, municipio que no tiene identificadas con claridad las fugas de agua, el gobierno que preside el alcalde Marco Antonio Rodríguez Hurtado se refirió a que sólo se conocen unas 600 fugas, cantidad que resulta muy baja por la extensión territorial de la localidad.
El edil indicó se ha referido a la reducción de los caudales del Cutzamala y Presa Madín, pero admitió que se tienen rezagos en materia de fugas de fugas de agua. Manifestó que para atender este problema de desperdicio del recurso natural el gobierno ha recurrido a la contratación de más personal para poder atender esas 600 fugas.
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El director del organismo de agua de Tlalnepantla, Renée Rodríguez Yáñez, indicó que se han hecho esfuerzos importantes para resarcir este desperdicio por averías en las instalaciones hidráulicas, pero los habitantes de comunidades advierten que existen numerables fugas históricas que el gobierno jamás ha atendido, particularmente en la zona oriente de la localidad, la más descuidada y olvidada por la administración de Marco Antonio Rodríguez Hurtado.
En Atizapán de Zaragoza, municipio que encabeza el alcalde Pedro Rodríguez Hurtado, también se han puesto en marcha programas para reparar fugas, dada la escasez del líquido en varias comunidades.
Para evitar el derroche de agua por las tuberías municipales se ha solicitado a la Comisión de Agua del Estado de México el cierre de la válvula para que personal del organismo de agua local pueda reparar las fracturas.
Las colonias que se han visto afectadas por las fugas y la reparación de las mismas han sido Atizapán 2000, Prados Ixtacala I, Prados Ixtacala II, La Nueva Era, Lomas de Tepalcapa, San Juan Ixtacala Plano Norte, San Juan Ixtacala Plano Sur, Ejidos de San Miguel Chalma, Bosques de Primavera y Ampliación Bosques.
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