/ lunes 21 de diciembre de 2020

No desafiamos al semáforo rojo, debemos trabajar para comer: ambulantes

Durante el fin de semana, miles de compradores abarrotaron las calles del Centro de la Ciudad de México para hacer sus compras navideñas

Los ambulantes retan al Covid-19 y al semáforo rojo. Si bien las autoridades sanitarias establecieron que pueden vender, pero sólo para llevar, no se cumple la recomendación y argumentan: “les decimos a las personas, pero no hacen caso”; “nosotros venimos a trabajar porque hay que comer, no contamos con un empleo formal ni salario fijo donde nos podamos quedar en casa”.

“¡Qué si tenemos miedo de contagiarnos, pues si pero, pero tenemos más miedo de morirnos de hambre, tenemos que llevar el pan a nuestras casas, y si no salimos a vender, de dónde comemos y pagamos servicios!”, dijeron comerciantes en vía pública.

Foto: Patricia Carrasco

Las calles de las colonias céntricas de la capital están llenas de gente y puestos ambulantes vendiendo carnitas, tortas, quesadillas, gorditas, sopes, tacos de canasta, papas, hot dogs, pasteles, tostadas, tamales, atoles, chilaquiles y otros alimentos.

Nada para la movilidad en la capital mexicana. La mayoría de los negocios establecidos bajó sus cortinas, pero los ambulantes llenan las calles para ofrecer sus mercancías.

En un recorrido que realizó LA PRENSA se pudo constatar cómo no se respeta el semáforo rojo, por la gran necesidad que tiene la gente de salir a las calles a ofrecer sus vendimias para llevar dinero a sus casas.

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Don Pánfilo, vendedor de tacos, comentó que estamos cansados del confinamiento, sin un sueldo fijo, “yo tengo casi 60 años y nadie me da trabajo, por eso yo tengo que salir a ofrecer mis tacos”.

“Hay menos gente en la calle y las ventas no son muy buenas, pero lo que salga es bueno”, comentó el señor López.

Es importante comentar que el fin de semana, miles de compradores abarrotaron las tiendas en la Ciudad de México para hacer sus compras navideñas, desafiando al reciente repunte de casos de Covid-19 que mantienen saturados hospitales y en alerta a las autoridades de la capital.

La Ciudad de México, que acumula una quinta parte de las casi 1.3 millones de infecciones en el país por el virus, declaró el semáforo rojo, por la “emergencia por Covid-19“, pero la necesidad de llevar dinero a los hogares es más importante que el temor al contagio.

Michelle Pérez, ayudante en un puesto de jugos platicó: “la gente es muy necia, no acata órdenes, no sabe cuidarse”. “No debemos quejarnos si nos contagiamos. Yo realmente vengo al puesto porque mantengo a mi madre, si pudiera quedarme en la casa lo haría”.


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Los ambulantes retan al Covid-19 y al semáforo rojo. Si bien las autoridades sanitarias establecieron que pueden vender, pero sólo para llevar, no se cumple la recomendación y argumentan: “les decimos a las personas, pero no hacen caso”; “nosotros venimos a trabajar porque hay que comer, no contamos con un empleo formal ni salario fijo donde nos podamos quedar en casa”.

“¡Qué si tenemos miedo de contagiarnos, pues si pero, pero tenemos más miedo de morirnos de hambre, tenemos que llevar el pan a nuestras casas, y si no salimos a vender, de dónde comemos y pagamos servicios!”, dijeron comerciantes en vía pública.

Foto: Patricia Carrasco

Las calles de las colonias céntricas de la capital están llenas de gente y puestos ambulantes vendiendo carnitas, tortas, quesadillas, gorditas, sopes, tacos de canasta, papas, hot dogs, pasteles, tostadas, tamales, atoles, chilaquiles y otros alimentos.

Nada para la movilidad en la capital mexicana. La mayoría de los negocios establecidos bajó sus cortinas, pero los ambulantes llenan las calles para ofrecer sus mercancías.

En un recorrido que realizó LA PRENSA se pudo constatar cómo no se respeta el semáforo rojo, por la gran necesidad que tiene la gente de salir a las calles a ofrecer sus vendimias para llevar dinero a sus casas.

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Don Pánfilo, vendedor de tacos, comentó que estamos cansados del confinamiento, sin un sueldo fijo, “yo tengo casi 60 años y nadie me da trabajo, por eso yo tengo que salir a ofrecer mis tacos”.

“Hay menos gente en la calle y las ventas no son muy buenas, pero lo que salga es bueno”, comentó el señor López.

Es importante comentar que el fin de semana, miles de compradores abarrotaron las tiendas en la Ciudad de México para hacer sus compras navideñas, desafiando al reciente repunte de casos de Covid-19 que mantienen saturados hospitales y en alerta a las autoridades de la capital.

La Ciudad de México, que acumula una quinta parte de las casi 1.3 millones de infecciones en el país por el virus, declaró el semáforo rojo, por la “emergencia por Covid-19“, pero la necesidad de llevar dinero a los hogares es más importante que el temor al contagio.

Michelle Pérez, ayudante en un puesto de jugos platicó: “la gente es muy necia, no acata órdenes, no sabe cuidarse”. “No debemos quejarnos si nos contagiamos. Yo realmente vengo al puesto porque mantengo a mi madre, si pudiera quedarme en la casa lo haría”.


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