/ jueves 11 de marzo de 2021

Necesario sistemas de agua más eficientes en la Ciudad de México

Proponen distribución en circuitos más cerrados y controlados que permitan presiones iguales en la red

Ante la cada vez mayor escasez de agua en el Valle de México es necesario tener sistemas hidráulicos más eficientes que permitan cuidar mejor el recurso que entra a la red, a fin de lograr una distribución más equitativa, evitar pérdidas por fugas y garantizar el acceso a la población de este vital recurso que es un derecho humano.

Así lo señaló el ingeniero Manuel Salas, director de Cipro, empresa especializada en el desarrollo de proyectos de infraestructura hidráulica y uso eficiencia de energía eléctrica, quien destacó la importancia de fortalecer una cultura de cuidado y uso racional del agua.

Para lograr este objetivo, explicó, lo primero que necesitamos hacer es conocer la situación actual en que se encuentra la red hidráulica, a fin de sectorizar y buscar que la distribución de agua sea en circuitos más cerrados y controlados que permitan mantener presiones iguales en toda la red y conocer la cantidad de agua que se está dirigiendo a cada uno de esos sectores.

Indicó que el propósito de la sectorización de la red hidráulica que lleva a cabo el gobierno de la Ciudad de México es precisamente saber cuánto se consume, detectar dónde están las fallas y fugas, controlar mejor el flujo y la presión dentro del sistema de distribución y, por ende, perder menos agua.

En este sentido, destacó el esfuerzo tan importante que está haciendo el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, para mejorar el manejo del recurso y distribuirlo de forma más equitativa en toda la metrópoli.

PANDEMIA TRASLADÓ CONSUMO DE AGUA A LOS HOGARES

Durante la pandemia, el consumo de agua en la Ciudad de México no ha observado variaciones importantes, y se mantiene en un promedio de 250 litros per cápita al, informó el ingeniero Manuel Salas, director de Cipro, empresa especializada en el desarrollo de proyectos de infraestructura hidráulica y uso eficiente de energía eléctrica.

Explicó que la pandemia cambió algunos patrones de consumo al reducir durante el confinamiento el consumo que se registraba en oficinas, corporativos y negocios, pero aumentar el consumo domiciliario, debido al home-office y a que las familias han estado la mayor parte del tiempo en sus hogares.

Sin embargo, al hacer un balance, explicó que esto no se ha traducido en un ahorro del recurso hídrico en la ciudad, porque el consumo que no se ha hecho en oficinas, negocios, escuelas y centros de trabajo, ahora se está haciendo en las casas.

El consumo no ha mostrado variaciones significativas y se mantiene en 250 litros per cápita al día, promedio que incluye el uso para lavado de ropa, trastes, limpieza del hogar, preparación de alimentos, higiene personal y descargas en la taza del baño

NO SE TRATA DE TENER MÁS AGUA, SE TRATA DE EFICIENTIZAR SU USO

El ingeniero Manuel Salas consideró que el abasto de agua en la Ciudad de México es un reto enorme, pero señaló que no se trata de traer más agua, sino de eficientar el uso del recurso disponible, para lo cual no solo es necesario mejorar la red hidráulica, sino también fortalecer la cultura de cuidado y uso racional.

“El Sistema de Aguas de la Ciudad de México está haciendo un esfuerzo muy importante para recuperar agua, manejarla mejor y se está trabajando muy fuerte en ese sentido, y se está avanzando en varias zonas de la metrópoli”, indicó.

Los estándares internacionales de mejores prácticas en materia de operación de sistemas de agua potable advierten que se pierde en fugas alrededor del 15% del agua que entra a la red, indicó el ingeniero Salas, quien indicó que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México trataría de llegar a esos estándares internacionales.

Señaló que no existen mediciones exactas para saber qué cantidad de agua se pierde dentro de los hogares, pero diversas estimaciones advierten que en una sola llave que gotea las 24 horas del día se pueden perder de entre 2 a 3 metros cúbicos al mes, lo que es mucha agua perdida, si se toma en cuenta que el consumo normal de una casa está calculado en 15 a 20 metros cúbicos mensuales.

Es importante que los ciudadanos cuidemos nuestros sistemas de tubería y agua para evitar perder agua. Es una conciencia que debemos de tomar todos

En materia de cobertura, el ingeniero Salas comentó que la Ciudad de México tiene prácticamente una cobertura de 100% en cuanto a infraestructura, pero distinguió que esta cobertura no es igual al tema de suministro, por lo que hay zonas donde se surte agua las 24 horas los 365 días del año y otras que presentan todavía déficits importantes de ahí la importancia de la sectorización, para recuperar el agua que se pierde y llevarla a los lugares donde hace falta.

“Tenemos que entender que la cantidad de agua es limitada”, enfatizó el ingeniero Salas al destacar que la Ciudad de México está haciendo un esfuerzo importante por recuperar el agua que se pierde en la red, para llevarla a las zonas donde se tienen suministros por horarios, lo que comúnmente se llama “tandeo”.

Al indicar que la actual administración de la Ciudad de México estima una inversión sexenal de más de 6 mil millones de pesos para el mejoramiento del sistema hidráulico, el ingeniero Manuel Salas subrayó que el objetivo es tener un mejor control del manejo del agua dentro de la red, para que las pérdidas sean mínimas y estén dentro de los estándares internacionales.

El ingeniero Manuel Salas declaró que el objetivo de la sectorización es asegurar que el agua no se pierda en el subsuelo y llegue a la mayor cantidad posible de ciudadanos, por lo que descartó la posibilidad de que en México pueda darse una privatización de los servicios del agua, el cual está protegido por la Constitución y por los organismos públicos encargados de su manejo y distribución.

Informó que tiene la Ciudad de México son básicamente dos fuentes de suministro de agua: las fuentes internas que conforman el subsuelo, cuencas como el Acueducto Xochimilco y varios pozos que se encuentran en distintas alcaldías de la ciudad; así como las fuentes externas: el Sistema Lerma-Cutzamala y Chiconautla.

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El problema de la capital del país es que no tiene mucha agua, tiene una gran demanda y no es autosuficiente con sus propias cuencas, por lo que “la Ciudad de México es importadora de agua y la trae de otros lugares, como el Sistema Lerma-Cutzamala y Chiconautla.

Por esta situación, la ciudadanía debe estar consciente del cuidado del agua y saber que para la Ciudad tiene un costo muy alto traer el recurso, de lugares cada vez más distantes, lo cual no se ve reflejado generalmente en la tarifa que pagamos y, cuyo costo real podría ser dos o tres veces más de lo que se paga.

Sobre los proyectos para la captación de agua de lluvia, el ingeniero Manuel Salas comentó que este tema se ha estudiado por muchos años, sin embargo, se trata de un asunto muy complejo, porque no es solo filtrar el agua en algunos lugares para que se recargue el acuífero.

Indicó que en la Ciudad de México, el acuífero está compuesto principalmente por arcilla y alta permeabilidad, lo que significa que el agua no pasa fácilmente por esa arcilla para llegar a los estratos del subsuelo a donde debe de llegar, lo que además resolvería el tema de hundimiento de la ciudad.

“Se ha estudiado mucho este tema, es muy complejo y no se ha llegado todavía a una solución que permita la recarga del acuífero aunque ya ha habido varios intentos desde hace muchos años”, comentó.

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Ante la cada vez mayor escasez de agua en el Valle de México es necesario tener sistemas hidráulicos más eficientes que permitan cuidar mejor el recurso que entra a la red, a fin de lograr una distribución más equitativa, evitar pérdidas por fugas y garantizar el acceso a la población de este vital recurso que es un derecho humano.

Así lo señaló el ingeniero Manuel Salas, director de Cipro, empresa especializada en el desarrollo de proyectos de infraestructura hidráulica y uso eficiencia de energía eléctrica, quien destacó la importancia de fortalecer una cultura de cuidado y uso racional del agua.

Para lograr este objetivo, explicó, lo primero que necesitamos hacer es conocer la situación actual en que se encuentra la red hidráulica, a fin de sectorizar y buscar que la distribución de agua sea en circuitos más cerrados y controlados que permitan mantener presiones iguales en toda la red y conocer la cantidad de agua que se está dirigiendo a cada uno de esos sectores.

Indicó que el propósito de la sectorización de la red hidráulica que lleva a cabo el gobierno de la Ciudad de México es precisamente saber cuánto se consume, detectar dónde están las fallas y fugas, controlar mejor el flujo y la presión dentro del sistema de distribución y, por ende, perder menos agua.

En este sentido, destacó el esfuerzo tan importante que está haciendo el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, para mejorar el manejo del recurso y distribuirlo de forma más equitativa en toda la metrópoli.

PANDEMIA TRASLADÓ CONSUMO DE AGUA A LOS HOGARES

Durante la pandemia, el consumo de agua en la Ciudad de México no ha observado variaciones importantes, y se mantiene en un promedio de 250 litros per cápita al, informó el ingeniero Manuel Salas, director de Cipro, empresa especializada en el desarrollo de proyectos de infraestructura hidráulica y uso eficiente de energía eléctrica.

Explicó que la pandemia cambió algunos patrones de consumo al reducir durante el confinamiento el consumo que se registraba en oficinas, corporativos y negocios, pero aumentar el consumo domiciliario, debido al home-office y a que las familias han estado la mayor parte del tiempo en sus hogares.

Sin embargo, al hacer un balance, explicó que esto no se ha traducido en un ahorro del recurso hídrico en la ciudad, porque el consumo que no se ha hecho en oficinas, negocios, escuelas y centros de trabajo, ahora se está haciendo en las casas.

El consumo no ha mostrado variaciones significativas y se mantiene en 250 litros per cápita al día, promedio que incluye el uso para lavado de ropa, trastes, limpieza del hogar, preparación de alimentos, higiene personal y descargas en la taza del baño

NO SE TRATA DE TENER MÁS AGUA, SE TRATA DE EFICIENTIZAR SU USO

El ingeniero Manuel Salas consideró que el abasto de agua en la Ciudad de México es un reto enorme, pero señaló que no se trata de traer más agua, sino de eficientar el uso del recurso disponible, para lo cual no solo es necesario mejorar la red hidráulica, sino también fortalecer la cultura de cuidado y uso racional.

“El Sistema de Aguas de la Ciudad de México está haciendo un esfuerzo muy importante para recuperar agua, manejarla mejor y se está trabajando muy fuerte en ese sentido, y se está avanzando en varias zonas de la metrópoli”, indicó.

Los estándares internacionales de mejores prácticas en materia de operación de sistemas de agua potable advierten que se pierde en fugas alrededor del 15% del agua que entra a la red, indicó el ingeniero Salas, quien indicó que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México trataría de llegar a esos estándares internacionales.

Señaló que no existen mediciones exactas para saber qué cantidad de agua se pierde dentro de los hogares, pero diversas estimaciones advierten que en una sola llave que gotea las 24 horas del día se pueden perder de entre 2 a 3 metros cúbicos al mes, lo que es mucha agua perdida, si se toma en cuenta que el consumo normal de una casa está calculado en 15 a 20 metros cúbicos mensuales.

Es importante que los ciudadanos cuidemos nuestros sistemas de tubería y agua para evitar perder agua. Es una conciencia que debemos de tomar todos

En materia de cobertura, el ingeniero Salas comentó que la Ciudad de México tiene prácticamente una cobertura de 100% en cuanto a infraestructura, pero distinguió que esta cobertura no es igual al tema de suministro, por lo que hay zonas donde se surte agua las 24 horas los 365 días del año y otras que presentan todavía déficits importantes de ahí la importancia de la sectorización, para recuperar el agua que se pierde y llevarla a los lugares donde hace falta.

“Tenemos que entender que la cantidad de agua es limitada”, enfatizó el ingeniero Salas al destacar que la Ciudad de México está haciendo un esfuerzo importante por recuperar el agua que se pierde en la red, para llevarla a las zonas donde se tienen suministros por horarios, lo que comúnmente se llama “tandeo”.

Al indicar que la actual administración de la Ciudad de México estima una inversión sexenal de más de 6 mil millones de pesos para el mejoramiento del sistema hidráulico, el ingeniero Manuel Salas subrayó que el objetivo es tener un mejor control del manejo del agua dentro de la red, para que las pérdidas sean mínimas y estén dentro de los estándares internacionales.

El ingeniero Manuel Salas declaró que el objetivo de la sectorización es asegurar que el agua no se pierda en el subsuelo y llegue a la mayor cantidad posible de ciudadanos, por lo que descartó la posibilidad de que en México pueda darse una privatización de los servicios del agua, el cual está protegido por la Constitución y por los organismos públicos encargados de su manejo y distribución.

Informó que tiene la Ciudad de México son básicamente dos fuentes de suministro de agua: las fuentes internas que conforman el subsuelo, cuencas como el Acueducto Xochimilco y varios pozos que se encuentran en distintas alcaldías de la ciudad; así como las fuentes externas: el Sistema Lerma-Cutzamala y Chiconautla.

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El problema de la capital del país es que no tiene mucha agua, tiene una gran demanda y no es autosuficiente con sus propias cuencas, por lo que “la Ciudad de México es importadora de agua y la trae de otros lugares, como el Sistema Lerma-Cutzamala y Chiconautla.

Por esta situación, la ciudadanía debe estar consciente del cuidado del agua y saber que para la Ciudad tiene un costo muy alto traer el recurso, de lugares cada vez más distantes, lo cual no se ve reflejado generalmente en la tarifa que pagamos y, cuyo costo real podría ser dos o tres veces más de lo que se paga.

Sobre los proyectos para la captación de agua de lluvia, el ingeniero Manuel Salas comentó que este tema se ha estudiado por muchos años, sin embargo, se trata de un asunto muy complejo, porque no es solo filtrar el agua en algunos lugares para que se recargue el acuífero.

Indicó que en la Ciudad de México, el acuífero está compuesto principalmente por arcilla y alta permeabilidad, lo que significa que el agua no pasa fácilmente por esa arcilla para llegar a los estratos del subsuelo a donde debe de llegar, lo que además resolvería el tema de hundimiento de la ciudad.

“Se ha estudiado mucho este tema, es muy complejo y no se ha llegado todavía a una solución que permita la recarga del acuífero aunque ya ha habido varios intentos desde hace muchos años”, comentó.

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