Tres son los principales problemas que enfrentan los miles de usuarios del transporte público concesionado en el Estado de México, debido a que el servicio en las llamadas “combis”, microbuses y camiones es caro, inseguro y obsoleto.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Movilidad en la entidad, en los diversos derroteros de los 125 municipios circulan más de 165 mil unidades del servicio público, siendo la zona metropolitana del Valle de México la que mayor número de vehículos de pasajeros registra.
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De ese universo, al menos el 40 por ciento de unidades opera de manera irregular; es decir, que más de 60 mil se encuentran en la clasificación de “combis”, micros o camiones piratas, lo que representa un riesgo adicional contra los viajeros al no tener la garantía de un servicio formal.
A pesar de los esfuerzos de autoridades estatales por ordenar a este sector, la sobrepoblación que presentan municipios como Ecatepec, Nezahualcóyotl, Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Atizapán de Zaragoza, Chimalhuacán, Valle de Chalco, Ixtapaluca, Coacalco, Zumpango y Tecámac, entre otros, mantiene rebasados los programas encaminados a mejorar el transporte público concesionado.
El desembolso que deben hacer los usuarios es de los más caros en el país, pues desde enero de 2020 el gobierno del Estado de México autorizó un incremento del 20 por ciento al pasaje, pasando de 10 pesos, que se cobraba como tarifa mínima hasta diciembre de 2019, a 12 pesos.
Esa es la cantidad que se tiene que pagar por los primeros cinco kilómetros recorridos --pasaje mínimo--, pero si el trayecto es mayor a esa distancia se cobrarán 50 centavos más por kilómetro adicional, por lo que algunos habitantes, como los que viven en Zumpango, gastan cuando menos 60 pesos diarios de ida y vuelta solo por entrar a la Ciudad de México.
Las “combis”, que en su mayoría son camionetas Urvan o vagonetas, habilitadas para transportar hasta 18 personas, han sido los vehículos preferidos por los delincuentes, quienes abordan las unidades y se hacen pasar como usuarios, y enseguida, metros más adelante, en tramos donde la presencia de patrullas es remota, los hampones aprovechan para amagar y despojar de sus pertenencias a los viajeros. Hasta homicidios se han registrado durante un atraco a bordo de estos vehículos.
La Secretaría de Movilidad del Estado de México establece que la norma marca como máximo una vida activa de 10 años para las unidades de transporte público concesionado. Sin embargo, tal disposición queda como “letra muerta”, debido a que la gran mayoría de las camionetas, micros y camiones rebasan dicho periodo, y aun así, siendo unidades obsoletas, siguen brindando el servicio.
“Es caro, sucio, viejo e inseguro”
Sentada junto a la ventanilla, en la parte posterior de la camioneta Urvan de la Ruta 49 del transporte público concesionado, en el municipio de Ecatepec, la señora Natalia se dirige -como todos los días-, al Metro Indios Verdes.
Afirma que es lo más cercano a su casa y que por lo mismo no tiene otra alternativa más que usar ese medio de transporte para llegar a su trabajo, en el centro de la Ciudad de México. “Es caro, sucio, viejo e inseguro”, dijo momentos antes de subir a la unidad.
Desde las primeras horas de la mañana, al menos doce camionetas del servicio de pasajeros, a veces más, se colocan una tras otra haciendo fila sobre un extremo de la Avenida Nicolás Bravo, casi esquina con la Avenida Jardines de Morelos.
La Ruta 49 corre de esa zona del Estado de México hacia la capital, utilizando la autopista México-Pachuca, en un recorrido que dura aproximadamente una hora, dependiendo del congestionamiento vehicular en San Cristóbal y Vía Morelos o en la entrada hacia Indios Verdes.
Este medio de comunicación pudo platicar con la señora Natalia, residente de la sección Montes en la colonia Jardines de Morelos. Ella, como miles de usuarios de las llamadas “combis”, tiene que llegar con tiempo de anticipación para poder abordar la unidad.
“Tenemos que formarnos para subir, y lo peor es que los choferes no se arrancan hasta que suba la mayor cantidad de gente. Es un servicio malo, deficiente, tardío y luego los señores manejan como si llevaran naranjas”.
Agregó que las unidades están descuidadas, con asientos rotos, mugrosos y sin el mínimo aseo al interior. “En esas condiciones tenemos que viajar, todo rechina y parece matraca, como si las camionetas se fueran a desbaratar”.
Manifestó que además de los peligros de sufrir algún percance por lo viejo de las unidades, “el temor siempre está en los asaltos, en la gente que se sube a despojar; nunca sabemos en qué momento la persona que viaja al lado es el delincuente”.
Se pronunció a favor de introducir transportes articulados, como el Mexibús. “El más cercano que tenemos es el que se va por Las Américas, pero no es mi rumbo, porque yo voy hacia Indios Verdes. Puedo tomar el que pasa por la Vía Morelos, pero es gastar más”.
Mencionó que en Jardines de Morelos todos los habitantes deben usar ese medio de transporte, cuando menos para salir de la colonia. “Lamentablemente, lejos de mejorar, el servicio cada vez es peor”, dijo.
Se dispara presencia de unidades piratas
Además de lo caro, inseguro y obsoleto del servicio de pasajeros en el Estado de México, donde según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía se realizan 15.5 millones de viajes al día en esas unidades, la proliferación de unidades piratas ha incrementado la anarquía que prevalece en el sector.
Sobre esto asunto, el dirigente de la Cámara del Autotransporte, Pasaje y Turismo del Estado de México, Odilón López Nava, lamentó que autoridades estatales y municipales aún se mantengan indiferentes ante la creciente aparición de vehículos que prestan servicio de transporte de manera irregular.
Consideró como injusto y desleal el hecho de que mientras los agremiados a la organización que representa realizan importantes inversiones para mantener las unidades en óptimas condiciones y ofrecer un servicio digno a los miles de mexiquenses, las unidades “piratas” circulan por todos lados, sin que exista alguna autoridad que les ponga alto.
Explicó que durante la pandemia, por ejemplo, se detectó un crecimiento de unidades irregulares de hasta 40%, cifra que coincide con los datos de la Secretaría de Movilidad, como consecuencia -dijo-, de una actitud pasiva tanto de alcaldes como de autoridades estatales.
Subrayó que los automotores “piratas” no destinan un solo peso, sin que les importe en lo absoluto el riesgo que corren los viajeros, además de que no pagan ningún tipo de impuesto.
Por ello, advirtió que es urgente aplicar un ordenamiento y la regulación del transporte, pues a consecuencia de la aparición de vehículos que prestan servicio de transporte de forma irregular, muchas de las empresas formalmente establecidas han tenido que cerrar ante la falta de condiciones económicas para cumplir con la norma.
"El transporte irregular se lleva la economía formal y descapitaliza a los formales. Estamos viviendo un momento muy difícil y es algo similar en el comercio formal", afirmó.
Cada vez circulan más “combis”
Aun cuando las vagonetas o las unidades Urvan que brindan el servicio público de pasajeros son las preferidas por los delincuentes, según el Poder Legislativo del Estado de México, con datos de los informes de gobierno estatal, el número de vehículos conocidos como “combis” creció exponencialmente en una década, al pasar de 7 mil 741 unidades a 32 mil 357, en solo una región de la zona metropolitana.
Estas unidades son el medio de traslado colectivo más utilizado por la población, a pesar de que los criminales logran hacer de las suyas, debido a lo práctico y rápido que resulta despojar de sus pertenencias a los pasajeros.
Este incremento en el número de unidades que brindan el servicio por los diferentes municipios mexiquenses representa un promedio de 6.8 concesiones otorgadas en un solo día.
Una concesión está definida por la propia Secretaría de Movilidad como la cesión de derechos que da el gobierno del Estado de México en favor de particulares o de empresas para proporcionar el servicio de transporte público.
En el incremento autorizado al pasaje mínimo en enero de 2020, el gobierno del Estado de México justificó el alza bajo el argumento de que el ajuste permitiría garantizar la viabilidad de la prestación del servicio, en condiciones de seguridad, eficiencia, modernidad, calidad y sustentabilidad.
Sin embargo, muchas de las unidades a pesar de llevar los diez años en circulación y que deberían ser renovadas, siguen en las vialidades prestando el servicio, en condiciones inadecuadas y sin garantía de seguridad para los usuarios.
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Extorsión de grupos criminales
En municipios de la zona oriente del Estado de México, la región más rezagada en materia de transporte público masivo, y donde circulan cientos de unidades de diversas rutas que llegan al paradero de la estación Pantitlán del Sistema de Transporte Colectivo o a San Lázaro, grupos delictivos extorsionan a los concesionarios, mediante la exigencia de pago de “cuotas”.
A pesar de los operativos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México y de las acciones de la Fiscalía General de Justicia de la entidad para combatir la presencia criminal, líderes de gavillas identificados con organizaciones como “La Familia Michoacana” tienen sometidos a propietarios y conductores de las unidades del servicio público de pasajeros.
Los ataques más recientes se registraron en el municipio de Chicoloapan, particularmente en la Ruta 83, donde los hampones, a manera de demostrar que no están jugando, incendiaron unidades de pasajeros ante la negativa de los concesionarios a cumplir con el pago de la “cuota”.
El ataque contra ese derrotero no sólo se cometió una vez, sino que los delincuentes decidieron aumentar la presión quemando en tres ocasiones los vehículos, además de balear a choferes que tienen el valor de confrontarlos.
Ante tal escenario, los permisionarios deciden no invertir en la renovación de unidades si éstas van a ser destruidas en cuestión de segundos por los criminales, lo que agrava los entornos de este sector, teniendo impactos en el grueso de la población que no logra ver mejoras en el servicio.
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Hasta 16 asaltos al día
En entrevista, el diputado del Estado de México, Faustino de la Cruz, integrante de la Comisión de Procuración y Administración de Justicia, afirmó que en el territorio estatal se cometen 16 asaltos al día en unidades del transporte público concesionado.
Manifestó que entre los municipios más golpeados por la delincuencia, en hechos plagados de impunidad, aparecen Ecatepec, Tecámac, Los Reyes La Paz, Naucalpan, Tlalnepantla, Nicolás Romero, Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán Izcalli, Chimalhuacán y Chicoloapan.
Aseveró que los usuarios del transporte público en el Estado de México tienen que pasar de 60 a 240 minutos a bordo de las unidades, debido a que viven en áreas limítrofes de la Zona Metropolitana del Valle de México y se trasladan a la capital, lo que aumenta el riesgo de sufrir un asalto en el transporte.
Dijo que este servicio público es considerado uno de los más inseguros y violentos, donde el principal delito es el robo con violencia. Afirmó que las acciones para contener el delito se han quedado en el discurso, pues el secretario de Seguridad del Estado de México, Rodrigo Martínez-Celis, desde principios de 2022, se comprometió a iniciar operativos especiales en 14 municipios colindantes con la Ciudad de México, pero la espiral de este delito y con violencia se mantiene al alza y los operativos coordinados no se notan.
“La violencia parece estar siempre presente en el Estado de México, donde recorre las calles, deambula por los caminos y también la encontramos asentada en los hogares y todo apunta que la batalla contra la inseguridad está ganando en Estado de México”, concluyó.
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