Ciudad de México.- Lo que parecía ser una noche tranquila en la Ciudad de México, se convirtió en devastación y sepulcro para los usuarios de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, cuando después de su larga jornada de trabajo las agotadas personas regresaban a sus casas, algunos dormitaban, mientras llegaban a sus destinos, otros avisaban a sus familiares que ya se encontraban cerca, otros quizá escuchaban música con sus audífonos, de pronto ocurrió lo inevitable, se desplomó el convoy en el que viajaba enterrándolos entre fierros y piedras.
"Estoy buscando a mi hijo tiene 13 años, por favor alguien ayúdeme" fueron los gritos desesperados de una madre, quien al enterarse de la emergencia abandonó su hogar para acudir al lugar del accidente.
Cae tren del Metro tras desplome de estructura en estación Olivos [VIDEO]
La mujer mencionó que su progenitor respondía al nombre de Brandon Hernández Tapia, con quien minutos antes había tenido una llamada avisándole que ya iba en camino a casa, antes del horrible desastre en la estación Los Olivos de la línea dorada.
Horrorizada y preocupada por no recibir respuesta por parte de autoridades, corría de un lado a otro preguntando a los civiles que se encontraban en la zona si no lo habían visto, haciendo además mención que ya lo había llamado en varias ocasiones a su teléfono celular, pero que seguía sin responder.
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Raúl Alcántara un transeúnte que cruzaba por la zona al momento del desastre entró en pánico total quedando inmóvil, sin embargo, al escuchar el estruendo y los gritos desgarradores pidiendo ayuda lo motivaron a movilizarse hacia la zona del accidente.
"La verdad no sabía qué hacer estaba parado ahí viendo lo que había sucedido y el polvo que se levantó entró a mis ojos, de pronto gritos de ayuda y auxilio me hicieron reaccionar por lo que corrí al lugar"
En un acto heroico de total valentía al no tener capacitación para auxiliar a las víctimas, ni conocer si la estructura volvería a colapsar se lanzó en compañía de comerciantes y personas que viven cerca del sitio, a los vagones que habían caído, para intentar rescatar a los accidentados.
"Comencé a gritar para llamar la atención de las personas que se encontraban bajo los escombros y los fierros retorcidos, al principio escuché tantas voces que me asusté, pero poco a poco fuimos quitando los escombros y logramos liberar a algunas de las personas que podían moverse en lo que llegaban los servicios de emergencia"
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