En medio del escándalo, gritos y acusaciones de la oposición hacia la bancada de Morena de querer terminar con la democracia, en el Congreso capitalino inició la discusión del dictamen que reforma el Código de Instituciones y Procedimientos Electorales local, dirigido a reestructurar al Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).
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Con gritos de “no pasará” y la toma de tribuna por parte de legisladores del PAN, PRI y PRD, el diputado Temístocles Villanueva Ramos presentó el dictamen desde su curul, sin que se le escuchara bien por todo el ruido que generó la protesta en el interior del salón de sesiones del recinto legislativo.
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Al no haber condiciones para continuar con la sesión, el presidente de la Mesa Directiva, el morenista Héctor Diaz Polanco, decretó un receso, en espera de que haya acuerdos entre los representantes populares de las ocho fracciones y asociaciones parlamentarias, así como se serenen los ánimos, para continuar con el trabajo legislativo.
JALONES ENTRE DIPUTADOS
Los jaloneos entre morenistas y la oposición no se hicieron esperar cuando Villanueva Ramos hacía uso de la palabra, incluso una vez que se decretó el receso que fue marco para continuar con el escándalo.
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Hasta afuera del recinto de Donceles y Allende se escuchaban los gritos de representantes populares que se oponen a la reforma.
A las 15:36 horas, luego de un receso de diez minutos, Díaz Polanco dio por reiniciada la sesión, en la que el diputado panista Ricardo Rubio Torres, en su participación, pretendió presentar una moción suspensiva.
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