Es totalmente inoportuno proponer un cambio en los planes de estudio, justo cuando el Sistema Educativo atraviesa una de las peores crisis de su historia, debido al rezago educativo y alta deserción escolar que dejaron los dos años de pandemia, alertó la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF).
Representantes estatales de todo el país, encabezados por el presidente nacional de la UNPF, Luis Arturo Solís, demandaron a la autoridad hacer público el diagnostico a partir del cual se propone este cambio, que hasta el momento sólo se ha sustentado en el débil y vacío argumento para desterrar "un modelo educativo neoliberal".
Al advertir que la propuesta del nuevo plan se basa en premisas ideológicas más que pedagógicas, sin contar con un diagnóstico serio y profundo, los padres de familia demandaron que en la elaboración de esta propuesta sean convocadas y tomadas en cuenta todas las comunidades escolares y se garanticen mecanismos efectivos de participación, para desterrar cualquier posibilidad de simulación y exclusión, como ya ha ocurrido.
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Los padres de familia recordaron que a principios de este año se expuso el documento sobre los nuevos Planes y Programas del Modelo de la Nueva Escuela Mexicana “Marco curricular y Plan de estudios de la Educación Básica Mexicana” (SEP, 2022), mismo que con las condiciones post pandemia pareciera irrelevante, además de que no existe un programa piloto que permita evaluar sus resultados, detectar fallas y establezca metas para la capacitación de docentes.
“La pandemia dejó rezagos muy significativos y graves y todos los padres de familia lo podemos palpar todos los días en nuestros hijos, debido a que muchos niños no tuvieron acceso ni a luz eléctrica, conectividad a internet o dispositivos electrónicos que les permitieran seguir sus clases a distancia, por lo que hay alumnos con rezagos de hasta tres años”, indicó Solís Bravo.
Más que un cambio en los planes de estudio, “existen otras prioridades relacionadas con la pobreza y la pérdida de aprendizajes”, alertaron los padres de familia, quienes destacaron que la pandemia profundizó la desigualdad educativa y más de 3.5 millones de niños, niñas y adolescentes abandonaron la escuela por distintas razones.
“Esto debería ser una grave preocupación para las autoridades y toda la sociedad, ¿qué vamos hacer para que esos 3.5 millones de niños regresen a la escuela?”, cuestionó Solís Bravo, quien subrayó que la caída en los niveles de aprendizaje constituye una violación al derecho de los infantes a recibir una educación de calidad, que les permita un óptimo desarrollo a futuro.
Los padres de familia denunciaron que las asambleas convocadas por Marx Arriaga, en los lugares donde se llevaron a cabo, se convirtieron en mítines políticos de la llamada cuarta transformación, por lo que a la sociedad civil no se le permitió hacer uso de la palabra y en el mejor de los casos se les decía a los participantes que entregaran su propuesta por escrito o en una memoria USB, por lo que las consultas carecieron de pluralidad y no se escucharon todas las voces.
Respecto a la pérdida de alumnos en todos los grados escolares, de escuelas públicas y privadas de la Ciudad de México, José Luis Romero, representante de la UNPF Valle de México indicó que se estima hasta 2021, que cerca de 93 mil alumnos, de todos los grados escolares desertaron, principalmente por problemas económicos. Informó que alrededor del 90% de los alumnos de la Ciudad ya asisten de manera presencial a la escuela, aunque en días escalonados y solo un 10% se mantiene de forma híbrida.
Asimismo, Luis Arturo Solís indicó que el objetivo de implementar el nuevo modelo curricular en agosto de 2022 podría tener como consecuencia una deficiente operatividad, ya que hay temas conexos que deben ser analizados con tiempo adecuado como: materiales educativos, capacitación magisterial, comunicación con comunidad escolar, libros de texto, servicios de apoyo, presupuesto educativo congruente y suficiente.
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Alertó que llevar a cabo este proceso sin un diagnóstico adecuado y sin planeación podría provocar un retraso académico muy importante para las futuras generaciones de mexicanos, en un contexto de competitividad de conocimientos académicos, tecnológicos y científicos, en la que México se encuentra inmerso en una aldea global.
Demandó que la autoridad educativa presente a la opinión pública el diagnóstico que impulsó esta propuesta para cambiar los planes, ya que en educación no debe improvisarse y México no puede quedar aislado de la globalidad en la que se encuentra inmersa el mundo.
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