Antes de la llegada de la era tecnológica la vida no era tan compleja, bastaba un juguete de madera o un muñeco de trapo para pasar largas horas de diversión; no se necesitaba batería, mucho menos de una señal de wifi, bastaba un poco de imaginación para trasladarse a otros mundos llenos de fantasía.
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Previo al festejo del Día del Niño los fotógrafos de La Prensa te llevarán a un viaje al pasado, en donde el trompo da poder a quien logra atraparlo, y un columpio (incluso improvisado con un lazo) puede brindarte horas de diversión. En imágenes recodaremos ser niños antes de la era digital.
Fotografía en el Museo del Juguete, ubicado en la colonia Doctores. En la imagen una vitrina llena de juguetes de luchadores, una tradición de México para el mundo. Foto: David Deolarte
Entre los juguetes tradicionales y que también podrás encontrar en el Museo del Juguete, están el "Trompo" y el "Balero", realizados con madera, ambos necesitan solo un pedazo de cuerda para funcionar. Foto: David Deolarte
Tallado en un pedazo de madera, un caballo de este material significada horas de diversión, algunos contaba con rueditas para poder desplazarse, otros tenían una base semi redonda para poder balancearse. Foto: Ignacio Huitzil
Antes de la llegada de la muñeca Barbie, en México bastaba un muñeco de trapo para adoptarlo y brindarle tu cariño, cuidado y hasta educación. Foto: Ignacio Huitzil
Como un verdadero duelo de primera división, los partidos en "futbolitos" eran duelos de verdadera diversión, en el juego podían participar hasta cuatro contrincantes, aunque esto dependía del tamaño del juguete. Foto: Ignacio Huitzil
La diversión alcanzaba las alturas cuando de avioncitos se trataba. estos se compraban muchas veces en la salida de la primaria, o en la papelería. Solo era necesario armarlos y darle el impuso necesario para conquistar los cielos. Foto: Ignacio Huitzil
La diversión alcanzaba las alturas cuando de avioncitos se trataba. estos se compraban muchas veces en la salida de la primaria, o en la papelería. Solo era necesario armarlos y darle el impuso necesario para conquistar los cielos. Foto: Ignacio Huitzil
Todos armamos nuestra colección y hasta tenían cada uno su nombre, muchos los conocimos por la televisión pero en nuestras manos les creamos otra historia. Foto: Rogelio Tinoco
Cuando aún se podía y no prevalecía la inseguridad, los parques era la meca de la diversión, bastaban los juegos instalados y una buena compañía para reír sin cansancio. Foto: Sergio Vázquez
Cuando aún se podía y no prevalecía la inseguridad, los parques era la meca de la diversión, bastaban los juegos instalados y una buena compañía para reír sin cansancio. Foto: Sergio Vázquez
Varios esperan con ansia esta fecha para recibir algún merecido premio por su buena conducta, ayudar en los quehaceres de la casa y sacar excelentes calificaciones. Les brindamos un humilde homenaje a todos ellos y también a todos los adultos, que aún llevan un niño en su interior. ¡Felicidades!
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