Ciudad de México.- Durante la contingencia, los habitantes de la Ciudad de México, deben usar cubrebocas en todo momento cuando salgan al aire libre, ante el riesgo de complicación del virus SARS-CoV-2, basados en la exposición a la contaminación del aire, principalmente a las partículas PM2.5.
Se trata de partículas muy pequeñas suspendidas en el aire, originadas por los procesos de combustión, las cuales se desplazan fácilmente hacia los pulmones cuando las personas inhalan el aire, lo que puede provocar enfermedades cardiacas y pulmonares, incluso, recientemente se asocian con procesos de neuroinflamación y progresión de padecimientos como Alzheimer y Parkinson.
Ante tales hallazgos científicos, la doctora Lilian Calderón Garcidueñas, neuropatóloga e investigadora de la Universidad del Valle de México, planteó la necesidad de extender la vigilancia epidemiológica a la vigilancia neurológica y psiquiátrica.
Por otro lado, la especialista subrayó que es imprescindible la vigilancia de autopsias forenses para el SARS-CoV-2. “Es necesario identificar en dónde se puede localizar el virus y realizar un muestreo cerebral exhaustivo para buscar patología viral y neuropatológica de Alzheimer y Parkinson”, apuntó.
La doctora Calderón que encabeza la investigación titulada: Nanopartículas ambientales, afectación cerebral del SARS-CoV-2 y posible aceleración de las enfermedades de Alzheimer y Parkinson en adultos jóvenes expuestos a la contaminación del aire, explicó que el virus ARN neurotrópico SARS-CoV-2 produce complicaciones neurológicas y la aceleración de procesos neuroinflamatorios y neurodegenerativos, particularmente preocupantes en poblaciones que ya tienen un proceso neuroinflamatorio bien establecido y relacionado con las nanopartículas producto de la contaminación.
La investigación que encabeza y se realiza en coordinación con un grupo multidisciplinario de especialistas de México y Estados Unidos, reveló que la acumulación de proteínas mal plegadas diagnósticas de Alzheimer y Parkinson y la interacción con nanopartículas magnéticas ricas en metales que dañan las barreras biológicas, incluyendo las de acceso al cerebro, son un terreno ideal para el virus ARN neurotrópico del SARS-CoV-2.
Al ser tan diminutas, las PM 2.5 se desplazan con gran facilidad hacia los pulmones cuando los ciudadanos inhalan el aire de la ciudad. Esto provoca efectos nocivos y enfermedades cardíacas y pulmonares que preocupan en la actualidad a expertos, activistas y políticos de la Ciudad de México, apuntó la especialista.
Además, se debe de definir quiénes son los individuos con mayor riesgo de complicaciones con el SARS-CoV-2, basados en sus exposiciones a la contaminación del aire, la ocupación, la edad y el sexo, destacó.
“Nuestra principal preocupación en las cohortes pediátricas es el desarrollo de complicaciones neurológicas y / o psiquiátricas a corto y largo plazo como resultado de la acción sinérgica de la contaminación del aire ambiental y el SARS-CoV-2. La aceleración de su neuroinflamación y la progresión de la patología de Alzheimer y el Parkinson son particularmente problemáticas en los niños” dijo.
La doctora Lilian Calderón hizo hincapié en que los residentes de la CDMX con exposiciones significativas de PM2.5 deben de usar el cubrebocas en todo momento cuando salgan al aire libre, evitar lugares cerrados y el uso del tabaco.
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