Golpe a golpe se ganan la vida asumiendo el riesgo que conlleva cada impacto con que forjan los bloques de piedra, que en su interior “esconden” la obra escultórica; canteros de todo Chimalhuacán se reúnen en el taller de Gregorio Buendía, ubicado en el barrio de Xochiaca famoso por su herencia en este arte.
Como la mayoría de los artesanos el oficio lo traen en la sangre, en este arte destacan los que trabajen con maestría diferentes tipos de piedra, siendo el mármol el nivel de excelencia y reconocimiento entre los canteros. El tiempo invertido en sus obras puede variar dependiendo el tamaño y la complejidad de las mismas, no sin olvidar la cautela en cada golpe para evitar la fractura de su obra.
JLP