/ viernes 8 de noviembre de 2019

Vigilancia sanitaria permanente, requiere la CDMX

Prolifera venta de medicamentos de dudosa origen y tatuadores

La venta de medicamentos de dudosa procedencia en tianguis, puestos informales y lugares distintos a las farmacias es el principal riesgo sanitario en la Ciudad de México, por lo que se requiere mantener una vigilancia sanitaria permanente para combatir este problema que está expresamente prohibido en la ley.

Así lo señaló el maestro Gabriel Ramírez Ramírez, coordinador de Servicios de Salud y Cuidados Personales de la Agencia de Protección Sanitaria del gobierno de la ciudad de México al destacar, sin embargo, que en los últimos años otros riesgos sanitarios que han venido proliferando en la ciudad son la aparición de tatuadores y micropigmentadores, venta de cigarros sueltos y alcohol a menores.

La autoridad sanitaria, en colaboración estrecha con otras dependencias, como son la Secretaría de Economía, Seguridad Ciudadana y Procuraduría de Justicia, deben mantener operativos permanentes, porque no ha sido suficiente que la ley lo prohíba expresamente para impedir estas prácticas, indicó el funcionario.

Foto: Cuartoscuro

Gabriel Ramírez indicó que otros temas que preocupan a la autoridad sanitaria capitalina, además de la venta de medicamentos en tianguis, es la proliferación de tatuadores y micropigmentadores, así como la venta de cigarros sueltos y de alcohol a menores de edad.

Los medicamentos que se venden en lugares distintos de las farmacias son de dudosa procedencia, pueden haber sido robados, y además de constituir en sí mismos ya un riesgo sanitario, las condiciones en que se venden, como humedad, temperatura y sombra no son las adecuadas, lo que aumenta el riesgo para la salud y la vida de la población, alertó el funcionario.

Recordó que a mediados de este año, la Gaceta de la ciudad de México publicó una disposición que regula la actividad de tatuadores y mirocopigmentadores y prohíbe expresamente que esto se lleve a cabo en tianguis o lugares que no estén acondicionados especialmente para realizar este tipo de trabajos.

Indicó que cuando la autoridad sanitaria detecta a un tatuador que no cumple con las disposiciones legales, las sanciones pueden ir desde el aseguramiento de los materiales e instrumentos de trabajo, hasta la clausura del establecimiento.

Gabriel Ramírez explicó que se procede al decomiso de los productos, materiales e instrumentos empleados para tatuajes, cuando se encuentra que son productos que no están debidamente regularizados, que no cuentan con fechas de caducidad o leyendas en español, así como el hecho de que los instrumentos no estén debidamente esterilizados.

Indicó que la autoridad sanitaria trabaja cercanamente con los líderes de los principales tianguis de la ciudad de México, a fin de que ellos mismos informen a sus agremiados cuales son los productos que no pueden vender ni los servicios que pueden brindar, como el caso de los tatuajes.

La venta de medicamentos de dudosa procedencia en tianguis, puestos informales y lugares distintos a las farmacias es el principal riesgo sanitario en la Ciudad de México, por lo que se requiere mantener una vigilancia sanitaria permanente para combatir este problema que está expresamente prohibido en la ley.

Así lo señaló el maestro Gabriel Ramírez Ramírez, coordinador de Servicios de Salud y Cuidados Personales de la Agencia de Protección Sanitaria del gobierno de la ciudad de México al destacar, sin embargo, que en los últimos años otros riesgos sanitarios que han venido proliferando en la ciudad son la aparición de tatuadores y micropigmentadores, venta de cigarros sueltos y alcohol a menores.

La autoridad sanitaria, en colaboración estrecha con otras dependencias, como son la Secretaría de Economía, Seguridad Ciudadana y Procuraduría de Justicia, deben mantener operativos permanentes, porque no ha sido suficiente que la ley lo prohíba expresamente para impedir estas prácticas, indicó el funcionario.

Foto: Cuartoscuro

Gabriel Ramírez indicó que otros temas que preocupan a la autoridad sanitaria capitalina, además de la venta de medicamentos en tianguis, es la proliferación de tatuadores y micropigmentadores, así como la venta de cigarros sueltos y de alcohol a menores de edad.

Los medicamentos que se venden en lugares distintos de las farmacias son de dudosa procedencia, pueden haber sido robados, y además de constituir en sí mismos ya un riesgo sanitario, las condiciones en que se venden, como humedad, temperatura y sombra no son las adecuadas, lo que aumenta el riesgo para la salud y la vida de la población, alertó el funcionario.

Recordó que a mediados de este año, la Gaceta de la ciudad de México publicó una disposición que regula la actividad de tatuadores y mirocopigmentadores y prohíbe expresamente que esto se lleve a cabo en tianguis o lugares que no estén acondicionados especialmente para realizar este tipo de trabajos.

Indicó que cuando la autoridad sanitaria detecta a un tatuador que no cumple con las disposiciones legales, las sanciones pueden ir desde el aseguramiento de los materiales e instrumentos de trabajo, hasta la clausura del establecimiento.

Gabriel Ramírez explicó que se procede al decomiso de los productos, materiales e instrumentos empleados para tatuajes, cuando se encuentra que son productos que no están debidamente regularizados, que no cuentan con fechas de caducidad o leyendas en español, así como el hecho de que los instrumentos no estén debidamente esterilizados.

Indicó que la autoridad sanitaria trabaja cercanamente con los líderes de los principales tianguis de la ciudad de México, a fin de que ellos mismos informen a sus agremiados cuales son los productos que no pueden vender ni los servicios que pueden brindar, como el caso de los tatuajes.

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