“Tenemos la urgencia de preparar a los niños para que cuando lleguen a la adolescencia, no se suiciden, (en alusión al trágico suceso que ocurrió en una escuela de Torreón, Coahuila); que no se aficionen a las adicciones, no vayan a la violencia, a la codicia de quererse enriquecer y meter en la delincuencia organizada”.
“Si nos los formarnos estaremos dejándolos indefensos para ser auténticos hijos de Dios, que construyen fraternidad”, alertó el cardenal Carlos Aguiar Retes.
Por ello, a los fieles presentes en la Catedral Metropolitana les pidió asumir el compromiso del bautismo y ser verdaderamente hijos de dios y a los niños se le ofrezca y se entusiasmen para conocer mejor a Jesús, y ser como él.
En su homilía, el arzobispo alertó que si no se forman a los niños, para conocer el regalo de Dios, “no lo vamos a saber utilizar, lo despreciaremos ignorándolo, hay muchos padres de familia que se resisten en enviar a su hijos al catecismo, y cuando les dicen que van a ser 5 o 6 años, dicen que barbaridad es mucho tiempo o dicen lo mismo para recibir la confirmación, pero nunca es mucho tiempo para formar a los niños, para poder aprender a ser el hijo de Dios”.
En la celebración de la fiesta del bautismo del Señor, Aguiar Retes invitó a reflexionar sobre lo que significa el bautismo. Destacó que se debe tener claro “en qué consiste el bautismo de Jesús y cuál es la diferencia “con nuestro propio bautismo, fundamentalmente lo que nos hagan a entender qué hemos recibido en el bautismo”.
Con el bautismo del Señor se concluye la temporada de Navidad y la iglesia nos invita a mirar la humildad de Jesús que se convierte en la epifanía de la Santísima Trinidad, expuso.
“Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Y sucedió que cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma, y vino un voz del cielo: Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco”.
El prelado explicó que el Juan Bautista había predicado el arrepentimiento para adecuar a los mandamientos.
Explicó que las personas que no se arrepienten, no pueden ser perdonados. Jesús es bautizado por él, viene a conceder el perdón que se necesita para comprender el proceso del arrepentimiento predicado por Juan Bautista, al salir Jesús del agua se abrieron los cielos y vio al espíritu de Dios y se oyó una voz que decía este es mi hijo muy amado.
Describió que una mamá y un papá cuidan a su hijo y hay fraternidad. “Es el momento oportuno de revisarnos, de preguntar si le hemos dado a nuestros hijos esta formación en la fe.
Los creyentes elevaron una oración por toda la iglesia, por el Papa Francisco, los obispos, presbíteros, diáconos y todo el pueblo de Dios, que seamos conscientes del bautismo que hemos recibido.
Así como por todos los que tienen responsabilidades en la sociedad y vida pública para que trabajen con honradez y vean por el bien común.
Al final de la misa, decenas de niños realizaron una larga fila, ya que el cardenal y sus colaboradores entregaron juguetes a los niños acólitos y todos los presentes en la misa dominical.
EGS
