Un conflicto de límites territoriales entre los municipios de Ecatepec y Acolman fue sacado del archivo legislativo por la diputada Elba Aldana Duarte, quien se pronunció por resolver la indefinición territorial de 469 hectáreas, en las que se asientan colonias marginadas como El Salado, Lázaro Cárdenas y la Laguna de Chiconautla.
Miles de familias que residen en esas zonas, caracterizadas por falta de servicios y nula infraestructura urbana, con calles sin pavimentar y escaso alumbrado público, asumen –en su mayoría- que pertenecen a Ecatepec, pero en realidad la jurisdicción territorial sigue en el limbo.
En un recorrido realizado por este diario, se pudo constatar el olvido en el que se encuentran los habitantes, cuyas viviendas se ubican a pocos metros de zanjas por las que en alguna ocasión corrían arroyos, aunque todavía se ven algunos surcos con cuerpos de agua pestilente.
En los alrededores hay basura y hierba crecida, así como todo tipo de desaparecidos como neumáticos de automóvil, cartón, trapos, hules y todo un muladar del que emanan fétidos olores.
En ese ambiente viven miles de familias de la colonia Lázaro Cárdenas, que a diario soportan polvaredas plagadas de partículas nocivas, sin que el área de servicios públicos municipal, haga acto de presencia.
Las fachadas de las casas lucen “empanizadas” y en algunas calles brotan extremos de rocas semienterradas de todos tamaños enterradas, que la vuelven prácticamente intransitables.
“Aquí no sabemos a qué municipio pertenecemos porque el agua la pagamos en Ecatepec y el predio en Acolman”, dijo una residente que prefirió omitir su nombre.
Cuestionada sobre el avance urbano y la venta de terrenos dijo que “casi ya no hay (predios); todo está ocupado y los pocos que quedaban ya se vendieron”.
Manifestó que hay olvido y los servicios no son eficientes y que las comunidades llevan años en esa condición, sin que ninguna autoridad se comprometa a atender las necesidades de los habitantes.
“Sólo en época de elecciones es cuando nos visitan estos señores, nos dicen que harán cosas por la colonia, que van a mejorar,,,, siempre es lo mismo porque seguimos igual”, dijo.
A pesar de que en la zona hay casas de una y dos niveles y otras están levantadas casi de manera improvisada, con madera y cartón, es poca la gente que se observa en las calles.
Algunas unidades del transporte público concesionado circulan entre calles de la colonia Lázaro Cárdenas, en medio de extensas cortinas de polvo que se levantan al circular.
Los postes de luz emulan al tejido de las arañas. Cables por todos lados dan muestra de que muchas personas se cuelgan de las líneas de alta tensión para tener energía eléctrica en sus viviendas.
Hay pocos comercios, solo las tradicionales tienditas que abastecen de lo básico a las familias. Los que despachan a la clientela se muestran renuentes a hablar. LA PRENSA quiso platicar con encargados de una de estas tiendas, pero prefirieron no opinar del asunto de los límites territoriales entre Acolman y Ecatepec.
En la colonia La Laguna de Chiconautla, una comunidad vecina de Lázaro Cárdenas, el panorama es el mismo: calles sin pavimentar, deficiencia de servicios que se traducen en montones de basura en los alrededores y un ambiente desolador.
La falta de control gubernamental sobre esas comunidades permitió incluso que el llamado monstruo de Ecatepec, en su momento, aprovechará el histórico olvido de las colonias para tirar en lotes baldíos los restos de sus víctimas, mujeres a las que descuartizaba y que se deshacía de ellas en esas zonas.
La indefinición territorial de esas colonias ha estado en los “almacenes” del Poder Legislativo y esto ha generado que ni el gobierno del alcalde de Ecatepec, Fernando Vilchis, ni el de Acolman, Rogoberto Cortés, asuman la responsabilidad de los servicios públicos y otras obligaciones urbanas, aunque cada uno, de acuerdo a lo dicho por sus habitantes, se reparten el cobro de impuestos.
La diputada Elba Aldana Duarte, presidenta de la comisión de límites territoriales del Congreso del Estado de México, ha revivido el caso archivado desde el año 2002.
Ecatepec y Acolman disputan 469 hectáreas, correspondientes a las comunidades El Salado, La Laguna de Chiconautla y Lázaro Cárdenas, en las que históricamente el primer municipio ha realizado actos de autoridad, pero con severas deficiencias.
Aldana Duarte propuso resolver las diferencias limítrofes basándose en un dictamen emitido el 12 de julio del 2002 por la entonces Comisión de Límites del Estado de México.
El dictamen en cuestión establece que la colonia Lázaro Cárdenas pertenece a Acolman, aunque desde aquel año no se concluyó el trámite legal correspondiente para resolver el diferendo.
El documento estipula: “Con fundamento en el artículo 12 del Reglamento Interior de la Comisión de Límites del Estado de México, quedan a salvo los derechos de los municipios, para que en su caso, soliciten la intervención de la Legislatura del Estado, que de acuerdo con los artículos 61 fracción XXV de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México y 13 y 16 de la Ley para la Creación de Municipios del Estado de México, es la facultada para resolver las diferencias que en esta materia se produzcan”.
Pero en la realidad, miles de estas familias siguen en el olvido y sin certeza jurisdiccional de sus patrimonios.
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