/ sábado 19 de septiembre de 2020

Muchos individuos experimentan el trauma de tremendas experiencias

Es posible que mucho después del terremoto de 2017 y hasta el de 1985 -que miles de personas vivieron-, haya duelos y miedos ante los sismos de septiembre, aún sin resolver, alertó especialista

A tres años del sismo del 19 de septiembre, que ocasionó graves daños en el país y decenas de víctimas, los habitantes de la Ciudad de México y otras entidades afectadas aún se encuentran sensibles y posiblemente con una serie de duelos no resueltos, que sería recomendable solucionar, afirmó el doctor Raymundo Calderón Sánchez, Director Nacional de Psicología de la Universidad del Valle de México.

El doctor Calderón dijo que la población de la Ciudad de México, así como la de otras partes de la República que han enfrentado y superado fuertes adversidades como desastres naturales y ahora una contingencia sanitaria por una pandemia global, pueden considerarse de las más resilientes.

Aún con ello, es posible que después de los terremotos de 2017 y el de 1985 -que miles de personas también vivieron-, muchos individuos aún experimenten el trauma de esas tremendas experiencias, alertó el especialista.

Explicó que no se espera que las personas puedan olvidar lo sucedido, sino solo aprender a manejar las emociones que ocasionan estos recuerdos o las reacciones que desatan algunos factores muy específicos, como el escuchar la alerta sísmica.

tremofobia o miedo a los sismos

“Uno de los elementos más sensibles es la alerta sísmica, debido a que hay personas que también vivieron el temblor de 1985 y después el 2017, por lo tanto, estas experiencias traen una serie de duelos acumulados, que no han trabajado emocionalmente y que es necesario solucionen para evitar problemas de salud tanto físicos como psicológicos. Lo importante no es que no sientas, sino que canalices lo que sientes, de tal manera que esta canalización te permita pasarla de la mejor forma posible”, comentó.

El doctor Calderón explicó que, para trabajar en la búsqueda de un control emocional, lo primero que habría que hacer, es que la persona piense en el impacto que le puede generar la alerta sísmica, centrarse en reconocerla como un sistema que avisa y brinda segundos para preparase y para enfrentar el evento natural de la mejor forma posible.

“De esta forma, es posible generar un recurso intelectual para aprovecharla. Es necesario que, al escuchar la alerta sísmica, de manera intelectual se reconozca como un sistema de alarma que te avisa y, sobre todo, que nos centremos en la cantidad de segundos que tenemos para concentrarnos y ver la situación de manera más reflexiva, de tal manera que podamos tomar decisiones correctas en caso de que se llegara a suscitar un temblor muy fuerte”, detalló.

Agregó que es muy importante que las personas conozcan y se mantengan actualizados sobre los protocolos establecidos por las autoridades, tales como, mantener la calma y evacuar los inmuebles por las rutas establecidas; en caso de encontrarse en un piso alto y no hay tiempo de salir, colocarse en zona de menor riesgo; no correr, no empujar, no gritar para no contagiar el miedo a otras personas y generar pánico y caos durante la evacuación, por mencionar algunas.

El doctor Raymundo Calderón explicó la distancia que hay entre una experiencia negativa y la falta de resolución de esta experiencia es a lo que en psicología se le llama trauma, es decir, hay una especie de bloqueo ante circunstancias particulares que son consecuencia de una experiencia negativa. Mientras que, la emoción se define como una respuesta orgánica de situaciones de la vida.

Recordó que cualquier emoción que sea intensa, alegría, mucho odio, etcétera, puede tener consecuencias en el organismo, tales como, taquicardia, dolor de cabeza, mareo o vómito. Por otro lado, advirtió que mantenerse en estado de alerta permanente ante una situación de desastre natural como un sismo, puede generar ansiedad, estrés y posterior a esto depresión.

Por lo tanto, el tener un control emocional, ayuda entre otras cosas a que tu cuerpo tenga una lógica de trabajo metabólico regular.


A tres años del sismo del 19 de septiembre, que ocasionó graves daños en el país y decenas de víctimas, los habitantes de la Ciudad de México y otras entidades afectadas aún se encuentran sensibles y posiblemente con una serie de duelos no resueltos, que sería recomendable solucionar, afirmó el doctor Raymundo Calderón Sánchez, Director Nacional de Psicología de la Universidad del Valle de México.

El doctor Calderón dijo que la población de la Ciudad de México, así como la de otras partes de la República que han enfrentado y superado fuertes adversidades como desastres naturales y ahora una contingencia sanitaria por una pandemia global, pueden considerarse de las más resilientes.

Aún con ello, es posible que después de los terremotos de 2017 y el de 1985 -que miles de personas también vivieron-, muchos individuos aún experimenten el trauma de esas tremendas experiencias, alertó el especialista.

Explicó que no se espera que las personas puedan olvidar lo sucedido, sino solo aprender a manejar las emociones que ocasionan estos recuerdos o las reacciones que desatan algunos factores muy específicos, como el escuchar la alerta sísmica.

tremofobia o miedo a los sismos

“Uno de los elementos más sensibles es la alerta sísmica, debido a que hay personas que también vivieron el temblor de 1985 y después el 2017, por lo tanto, estas experiencias traen una serie de duelos acumulados, que no han trabajado emocionalmente y que es necesario solucionen para evitar problemas de salud tanto físicos como psicológicos. Lo importante no es que no sientas, sino que canalices lo que sientes, de tal manera que esta canalización te permita pasarla de la mejor forma posible”, comentó.

El doctor Calderón explicó que, para trabajar en la búsqueda de un control emocional, lo primero que habría que hacer, es que la persona piense en el impacto que le puede generar la alerta sísmica, centrarse en reconocerla como un sistema que avisa y brinda segundos para preparase y para enfrentar el evento natural de la mejor forma posible.

“De esta forma, es posible generar un recurso intelectual para aprovecharla. Es necesario que, al escuchar la alerta sísmica, de manera intelectual se reconozca como un sistema de alarma que te avisa y, sobre todo, que nos centremos en la cantidad de segundos que tenemos para concentrarnos y ver la situación de manera más reflexiva, de tal manera que podamos tomar decisiones correctas en caso de que se llegara a suscitar un temblor muy fuerte”, detalló.

Agregó que es muy importante que las personas conozcan y se mantengan actualizados sobre los protocolos establecidos por las autoridades, tales como, mantener la calma y evacuar los inmuebles por las rutas establecidas; en caso de encontrarse en un piso alto y no hay tiempo de salir, colocarse en zona de menor riesgo; no correr, no empujar, no gritar para no contagiar el miedo a otras personas y generar pánico y caos durante la evacuación, por mencionar algunas.

El doctor Raymundo Calderón explicó la distancia que hay entre una experiencia negativa y la falta de resolución de esta experiencia es a lo que en psicología se le llama trauma, es decir, hay una especie de bloqueo ante circunstancias particulares que son consecuencia de una experiencia negativa. Mientras que, la emoción se define como una respuesta orgánica de situaciones de la vida.

Recordó que cualquier emoción que sea intensa, alegría, mucho odio, etcétera, puede tener consecuencias en el organismo, tales como, taquicardia, dolor de cabeza, mareo o vómito. Por otro lado, advirtió que mantenerse en estado de alerta permanente ante una situación de desastre natural como un sismo, puede generar ansiedad, estrés y posterior a esto depresión.

Por lo tanto, el tener un control emocional, ayuda entre otras cosas a que tu cuerpo tenga una lógica de trabajo metabólico regular.