/ miércoles 10 de noviembre de 2021

Marcharán contra la la Ley de Bienestar Animal

Calificaron como una norma prohibicionista y contraria a la protección, cuidado y preservación de las especies.

Especialistas en crianza de animales, médicos veterinarios y profesionales en la atención y cuidado animal anunciaron la realización de una marcha este jueves 11 de noviembre, que saldrá de Bellas Artes a la Cámara de Diputados, para manifestar su rechazo a la iniciativa de Ley de Bienestar Animal, que calificaron como una norma prohibicionista y contraria a la protección, cuidado y preservación de las especies.

Advirtieron que la deficiente redacción de la iniciativa atenta contra derechos humanos fundamentales protegidos por la Constitución, además de confundir términos jurídicos, lo que provocará peligrosos vacíos legales que darán paso a imprecisiones, malas interpretaciones y, por ende, la aplicación discrecional y sesgada de la ley.

Destacaron que esta iniciativa de ley carece de fundamento científico y se elaboró escuchado a los expertos en la materia, por lo que afectaría actividades productivas, como la ganadería, avicultura y crianza de animales de granja, estrechamente ligadas a la producción de alimentos, lo que detonaría un encarecimiento de productos básicos como huevo, pollo y carne de res y, por ende, una crisis alimentaria.

Así lo alertaron la médico veterinario, Aida Álvarez Salas, presidenta del Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México (Convemex); Ana María Rivera, representante de Razas Mexicanas Xoloitzcuintle y Chihuahua; Nallely Gabriela Cortés, integrante del Consejo Nacional Mexicano de Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas de la CDMX; José Ignacio Manterola, Federación Mexicana de Caza; José Antonio González, médico veterinario especialista en caballos y toros de lidia y miembro del Taller de Tauromaquia, sede Ciudad de México; César Cornejo Castillo, médico veterinario especialista en gallos de combate y gallo fino, al señalar que con esta iniciativa se corre el riesgo de abrir un mercado negro, criaderos clandestinos, contrabando de especies y prácticas de maltrato animal.

Los especialistas señalaron que esta iniciativa ley, con claros tintes prohibicionistas también afectaría actividades que forman parte del patrimonio cultural de México, como son las peleas de gallos y la tauromaquia, que son una fuente importante de ingreso para el país y generación de empleos, además de ser actividades de atracción turística a nivel nacional e internacional.

Otra área que se verá severamente afectada será la preservación y conservación de especies en zoológicos, acuarios y reservas naturales, donde habitan muchos animales que requieren el apoyo humano de especialistas veterinarios para sobrevivir, e incluso, que las nuevas generaciones ya no podrían conocer si no existieran estos espacios.

Asimismo, indicaron que esta iniciativa también tendría un impacto en la investigación científica, pues al quedar prohibido el uso de ratas en laboratorios, se frenaría el desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas, lo que ampliará la brecha en el conocimiento científico y una dependencia a la investigación que se realiza en otros países.

Tal parece que esta ley, quiere que solo existan “los perrijos y los gatijos”, cuando “existe una relación simbiótica”, entre el cuidado responsable, preservación y conservación de las especies animales y la sobrevivencia humana, señalaron los especialistas.

Lamentaron que las actividades relacionadas con los animales sean objeto de estigmatización y se utilicen como “botín político” o “cortinas de humo”, cuando ya existe un amplio marco legal en la materia y, hay muchos otros asuntos más urgentes por atender, como es la inseguridad y el desabasto de medicamentos.

Los especialistas manifestaron que no permitirán que se les prohíba el libre ejercicio de su actividad profesional, productiva y económica, bajo falsos preceptos prohibicionistas, por lo que llamaron a los legisladores, tanto de nivel federal, como de los Congresos locales, a abrir un parlamento abierto, donde todos los involucrados sean escuchados, el debate incluya el análisis de estudios con base científica y, no solo sea escuchados aquellos que enarbolan la “bandera animal” por moda.

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Especialistas en crianza de animales, médicos veterinarios y profesionales en la atención y cuidado animal anunciaron la realización de una marcha este jueves 11 de noviembre, que saldrá de Bellas Artes a la Cámara de Diputados, para manifestar su rechazo a la iniciativa de Ley de Bienestar Animal, que calificaron como una norma prohibicionista y contraria a la protección, cuidado y preservación de las especies.

Advirtieron que la deficiente redacción de la iniciativa atenta contra derechos humanos fundamentales protegidos por la Constitución, además de confundir términos jurídicos, lo que provocará peligrosos vacíos legales que darán paso a imprecisiones, malas interpretaciones y, por ende, la aplicación discrecional y sesgada de la ley.

Destacaron que esta iniciativa de ley carece de fundamento científico y se elaboró escuchado a los expertos en la materia, por lo que afectaría actividades productivas, como la ganadería, avicultura y crianza de animales de granja, estrechamente ligadas a la producción de alimentos, lo que detonaría un encarecimiento de productos básicos como huevo, pollo y carne de res y, por ende, una crisis alimentaria.

Así lo alertaron la médico veterinario, Aida Álvarez Salas, presidenta del Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México (Convemex); Ana María Rivera, representante de Razas Mexicanas Xoloitzcuintle y Chihuahua; Nallely Gabriela Cortés, integrante del Consejo Nacional Mexicano de Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas de la CDMX; José Ignacio Manterola, Federación Mexicana de Caza; José Antonio González, médico veterinario especialista en caballos y toros de lidia y miembro del Taller de Tauromaquia, sede Ciudad de México; César Cornejo Castillo, médico veterinario especialista en gallos de combate y gallo fino, al señalar que con esta iniciativa se corre el riesgo de abrir un mercado negro, criaderos clandestinos, contrabando de especies y prácticas de maltrato animal.

Los especialistas señalaron que esta iniciativa ley, con claros tintes prohibicionistas también afectaría actividades que forman parte del patrimonio cultural de México, como son las peleas de gallos y la tauromaquia, que son una fuente importante de ingreso para el país y generación de empleos, además de ser actividades de atracción turística a nivel nacional e internacional.

Otra área que se verá severamente afectada será la preservación y conservación de especies en zoológicos, acuarios y reservas naturales, donde habitan muchos animales que requieren el apoyo humano de especialistas veterinarios para sobrevivir, e incluso, que las nuevas generaciones ya no podrían conocer si no existieran estos espacios.

Asimismo, indicaron que esta iniciativa también tendría un impacto en la investigación científica, pues al quedar prohibido el uso de ratas en laboratorios, se frenaría el desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas, lo que ampliará la brecha en el conocimiento científico y una dependencia a la investigación que se realiza en otros países.

Tal parece que esta ley, quiere que solo existan “los perrijos y los gatijos”, cuando “existe una relación simbiótica”, entre el cuidado responsable, preservación y conservación de las especies animales y la sobrevivencia humana, señalaron los especialistas.

Lamentaron que las actividades relacionadas con los animales sean objeto de estigmatización y se utilicen como “botín político” o “cortinas de humo”, cuando ya existe un amplio marco legal en la materia y, hay muchos otros asuntos más urgentes por atender, como es la inseguridad y el desabasto de medicamentos.

Los especialistas manifestaron que no permitirán que se les prohíba el libre ejercicio de su actividad profesional, productiva y económica, bajo falsos preceptos prohibicionistas, por lo que llamaron a los legisladores, tanto de nivel federal, como de los Congresos locales, a abrir un parlamento abierto, donde todos los involucrados sean escuchados, el debate incluya el análisis de estudios con base científica y, no solo sea escuchados aquellos que enarbolan la “bandera animal” por moda.

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