/ viernes 10 de julio de 2020

Libró Ciudad de México las contingencias ambientales

Actividad de la metrópoli tuvo reducción de 45% en concentraciones de monóxido de carbono, y 34% en dióxido de nitrógeno

En la Ciudad de México se dio por concluida la denominada temporada de ozono, sin que se activara la contingencia por elevado índice de contaminantes por parte de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).

La Dirección General de Calidad del Aire de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) del gobierno capitalino, difundió que entre marzo y mayo es cuando generalmente se registran las más altas concentraciones de ozono en el año y, se puede superar el estándar nacional de calidad del aire en la mayor parte de los días del periodo en el que se da la mencionada temporada.

Explicó que el ozono es un contaminante que se forma a partir de reacciones químicas que ocurren en el aire en donde participan los compuestos orgánicos volátiles (COV), que es el principal causante de una contingencia ambiental.

Se trata de contaminantes generados durante la combustión de gasolina, gas, diésel, entre otros, así como por la evaporación de combustibles o solventes, en tanto que el dióxido de nitrógeno (NO2) es generado a partir de la combustión en presencia de energía solar.

Ello, se da debido a que, durante esos meses, se presentan altas temperaturas, poca nubosidad y alta radiación solar en el Valle de México y se complica aún más cuando la velocidad del viento es baja.

Resulta que la emergencia sanitaria por COVID-19 ha ocasionado que, desde el 24 de marzo hasta la fecha, se modificaran las actividades en la Zona Metropolitana del Valle de México, como el cierre de establecimientos y la reducción en la circulación de vehículos.

Es por ello que se dio una disminución promedio del 70 por ciento en la congestión vehicular, 45 por ciento en el consumo de gasolina y 37 por ciento del diesel.

Se informó que esos cambios en la actividad de la metrópoli provocaron una reducción superior al 45 por ciento en las concentraciones de monóxido de carbono, y de 34 por ciento del dióxido de nitrógeno.

En el caso de las partículas las reducciones han sido menores y para el ozono, aunque se registraron incrementos en las concentraciones horarias-diarias promedio, se redujeron los valores máximos y no fue necesario aplicar de la fase 1 de contingencias ambientales atmosféricas.

En la Ciudad de México se dio por concluida la denominada temporada de ozono, sin que se activara la contingencia por elevado índice de contaminantes por parte de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).

La Dirección General de Calidad del Aire de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) del gobierno capitalino, difundió que entre marzo y mayo es cuando generalmente se registran las más altas concentraciones de ozono en el año y, se puede superar el estándar nacional de calidad del aire en la mayor parte de los días del periodo en el que se da la mencionada temporada.

Explicó que el ozono es un contaminante que se forma a partir de reacciones químicas que ocurren en el aire en donde participan los compuestos orgánicos volátiles (COV), que es el principal causante de una contingencia ambiental.

Se trata de contaminantes generados durante la combustión de gasolina, gas, diésel, entre otros, así como por la evaporación de combustibles o solventes, en tanto que el dióxido de nitrógeno (NO2) es generado a partir de la combustión en presencia de energía solar.

Ello, se da debido a que, durante esos meses, se presentan altas temperaturas, poca nubosidad y alta radiación solar en el Valle de México y se complica aún más cuando la velocidad del viento es baja.

Resulta que la emergencia sanitaria por COVID-19 ha ocasionado que, desde el 24 de marzo hasta la fecha, se modificaran las actividades en la Zona Metropolitana del Valle de México, como el cierre de establecimientos y la reducción en la circulación de vehículos.

Es por ello que se dio una disminución promedio del 70 por ciento en la congestión vehicular, 45 por ciento en el consumo de gasolina y 37 por ciento del diesel.

Se informó que esos cambios en la actividad de la metrópoli provocaron una reducción superior al 45 por ciento en las concentraciones de monóxido de carbono, y de 34 por ciento del dióxido de nitrógeno.

En el caso de las partículas las reducciones han sido menores y para el ozono, aunque se registraron incrementos en las concentraciones horarias-diarias promedio, se redujeron los valores máximos y no fue necesario aplicar de la fase 1 de contingencias ambientales atmosféricas.