Para pagar deudas contraídas con antelación, el 41% de los trabajadores emplea del 20 al 50% del salario. Y esto, aunado al 48% de personas en pobreza laboral o incapacidad de cubrir los costes de la canasta básica, genera “cadenas de préstamos” o deudas para cubrir préstamos, dice Liliana Silva, experta en finanzas personales de la Fintech Cash Cash Préstamos.
Ella asegura que entre los trabajadores informales el problema se recrudece: sabemos que el 75% de los trabajadores llega sin dinero a la fecha de pago, pero quienes no tienen un sueldo asegurado, los trabajadores informales, “también alimentan las cadenas de préstamos a través de solicitudes a familiares y amigos, casas de empeño, cajas de ahorro y APPs diversas”, asegura Silva.
En este sentido, Amador Cruz Santiago, reconoció que él si está endeudado tanto en el banco como en el trabajo.
“Sí, yo también estoy endeudado, tengo deudas en el banco y en el trabajo, solamente así podemos salir adelante con esta crisis”.
Dice que para poder pagar estas deudas emplea más horas de trabajo, es decir, hace horas extras para de ese modo de pagar un poco sus deudas.
Aclaró que para reducir sus deudas dispone de dos mil a tres mil pesos mensuales “para más o menos ir saldando las deudas”.
Son casos de trabajadores asalariados que piden prestado para terminar la quincena, quienes, al recibir su pago en el trabajo, destinan una parte para pagar la deuda, pero necesitan pedir prestado para terminar la quincena presente.
A su vez, Adrián Monroy, es otra persona que se encuentra endeudada, dice que él ha sabido ir pagando esta y no se ha visto en la necesidad de recurrir a préstamos o de empeñar alguna de sus pertenecías.
Aunque asumimos que la mayoría de las personas obtiene sus créditos de las tarjetas bancarias, y nos preocupa que se destinen estos instrumentos al gasto corriente y no a adquirir bienes durables, “rara vez pensamos en el infierno en que vive el 60% de la población económicamente activa que se desempeña en empleos informales, carentes de seguridad social y exclusión financiera”, remarca la representante de Cash Cash Préstamos.
A la par, ella asegura que en el país 14.7 millones de personas necesitan empleo. En sí, vivos en un país de endeudados, la inflación se combate con crédito. El préstamo no es una válvula de escape a los grandes problemas, sino signo inequívoco de pobreza, menciona Silva.
Ante esto, la digitalización representa una herramienta de democratización crediticia. Las Fintech son una solución para la población no bancarizada y aquella que se desarrolla en la economía informal, menciona la experta en finanzas personales.
México es un país con gran potencial de crecimiento para las Fintech en América Latina y vemos cómo se populariza el uso de las APP de préstamos inmediatos entre distintos grupos poblacionales, como los baby boomers, dice Silva.
No olvides seguirnos en Google Noticias para mantenerte informado
Las cantidades de dinero más demandadas a las Fintech son las menores a cinco mil pesos, lo que nos permite inferir que se trata de solicitudes para solventar gasto corriente personal y de microempresas o autoempleo, concluye la vocera de Cash Cash Préstamos.
Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem