La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo acudió como invitada de honor a la ceremonia de imposición de toga para 10 nuevos magistrados que se integran al Poder Judicial.
En compañía del magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Salvador Guerra Álvarez, la mandataria le colocó la toga a cinco de los 10 nombrados magistrados u los otros cinco la recibieron del titular del Poder judicial.
Guerra Álvarez afirmó que la justicia debe ser un valor permanente en el devenir de toda civilización, a partir de la concepción de lo que es justo y de las cualidades del espíritu necesarias para distinguir lo justo, emanaron los principios del estado contemporáneo, libertad, igualdad y fraternidad”.
El magistrado presidente afirmó que éstos valores sostienen a las instituciones y orientan el esfuerzo por el camino del orden, la paz y el bien común y requieren un esfuerzo que se renueve constantemente.
Guerra Álvarez consideró necesario nutrir a esa magistratura con el inmenso potencial, creador de la mujer mexicana forjado de la adversidad, templado en la determinación y afilado en el conocimiento.
“A los 10 nuevos magistrados los invito a atesorar esta nueva identidad que los distingue a significarla en su ejemplo y ejercerla en los hechos”.
El magistrado también agradeció la presencia de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum de quien dijo siempre ha participado y apoyado al Poder Judicial de la Ciudad de México y le comentó que es una invitada de honor.
Guerra Álvarez recordó que con la mandataria ha enfrentado retos históricos, desde fenómenos naturales, crisis sanitarias y grandes manifestaciones sociales.
“El poder judicial de la Ciudad de México y su comunidad saben que usted es una aliada fundamental para nuestra evolución institucional y humana, refrendamos nuestra amistad y nuestra cauda por ser libres y aprender su verdadero significado, el Poder Judicial está obligado a concertar la justicia como el centro de todas nuestras aspiraciones y esfuerzos y renovar frecuentemente nuestra capacidad de concebirla y alcanzarlas y para lograrlo sería necesario conjuntar la vida de mujeres y hombres decidíos a déficit toda sí vida a este esfuerzo”.