Ciudad de México.- El sector restaurantero ya está harto de que lo traten como de segunda y no lo tomen en cuenta en la reactivación económica ante la emergencia sanitaria, cuando es clave para el desarrollo de la capital del país, coincidieron diputados del Congreso de la Ciudad de México, al llamar al gobierno local a tener una mesa de diálogo con los dueños de restaurantes para buscar mecanismos que les permitan abrir sus puertas y dar servicio con todas las medidas sanitarias establecidas, aún con semáforo epidemiológico rojo.
Ante las protestas de trabajadores y dueños de diversos establecimientos en los que se ofrece comida, para que los dejen laborar y que las autoridades los traten por igual, sin darle a unos preferencia y a otros no, la legisladora panista Patricia Báez Guerrero, consideró prudente que la administración de la metrópoli amplíe los plazos de condonación del Impuesto Sobre Nómina, entre otros gravámenes, así como destinen más recursos para apoyarlos, con la aclaración de que “el dinero está ahí y todavía se puede salvar las fuentes de empleos de miles de capitalinos”.
Y declaró: “ya estuvo bueno de que la administración le cargue la mano a quienes generan empleos y se lave las manos de lo que le toca, los gobiernos de Morena están asfixiando a México”, al tiempo que consideró existe tibieza en los apoyos destinados a los de ese sector productivo.
En su turno, el diputado del PAN, Jorge Triana Tena, al referirse a la difícil situación económica que se vive en la urbe, expuso que la autoridad capitalina tiene que emprender acciones para darle una ayuda más a empleados de restaurantes. Sugirió ampliar la capacidad de apoyos económicos, refinanciar a negocios que han bajado la cortina y darles un salario solidario a todos los trabajadores del sector.
Argumentó que, más allá de las fuentes de empleo, la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera registró 13 mil 500 establecimientos cerrados definitivamente por la pandemia tan sólo en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana, esto sumado a la falta de apoyos de sus respectivos gobiernos, al tiempo que comentó que sólo la crisis sanitaria en varias ciudades del país ha eliminado más de 600 mil empleos, sin contar los pequeños restaurantes o fondas de barrio que también son lastimados.
Estuvo a favor de ampliar la capacidad de ayuda económica, refinanciar a negocios que han bajado la cortina y darles un salario solidario a todos los trabajadores restauranteros, porque se trata de una industria noble y que, de forma disciplinada, ha sabido acatar las indicaciones de la autoridad bajo amenaza de clausura o retiro de licencia, sin embargo, la mejor manera de retribuirles es apoyarlos para que sigan ofreciendo sus servicios.
Pugnó porque en la ciudad haya más sensibilidad con los empresarios de restaurantes y para quienes también dependen de este sector, como son cocineros, meseros, valet parking, ayudantes, garroteros y personal de limpieza, a la vez que dijo estar dispuesto a ser un puente de comunicación entre los del sector y el gobierno, para explorar más opciones de ayuda o financiamiento a negocios que están al filo de la quiebra por el semáforo rojo.
Por su parte, el representante popular panista de la metrópoli, Mauricio Tabe Echartea, insistió en su propuesta de que se amplíen los plazos de la condonación del Impuesto Sobre la Nómina, junto con un plan integral para rescatar a los restauranteros.
Aseguró que el Partido Acción Nacional respalda a los restauranteros de la urbe, en tanto que la autoridad no tiene por qué dejar solo a ese sector, que mantiene su llamado de auxilio para que se le permita trabajar con las medidas sanitarias, porque están hartos de lo que pasa y, aclaró que no solo son los dueños de los negocios los afectados, sino toda una industria compuesta por meseros, garroteros, limpieza, cocineros, proveedores de alimentos y bebidas, transportistas, estacionamientos, entre otros, que conforman millones de familias.
Dijo que los panistas presentarán un plan de rescate que atienda de manera emergente al sector económico y que pueda ponerse sobre la mesa y a discusión con el gobierno local, para generar una ruta consensuada y que permita a la autoridad actuar de manera contundente para apoyar a este sector.
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