/ miércoles 6 de abril de 2022

Acusan a mayoría del Congreso CDMX de frenar iniciativa contra las corridas de toros

Diputados de oposición culpan al diputado del Verde, Sesma Suárez, de ser quien retuvo por varios meses y sin explicación jurídica alguna, el dictamen que fue avalado por los de Bienestar Animal

De manera abrupta inició la sesión ordinaria del miércoles en el Congreso de la Ciudad de México, debido a que diputados de la oposición, integrantes de las bancadas del PAN, PRI y PRD, así como de la asociación parlamentaria Ciudadana, exigieron se pusiera a consideración del pleno el dictamen que prohíbe las corridas de toros en la capital del país, con una bancada de Morena que argumentó que no se estaba en tiempo y forma para discutir el tema, lo que originó el desorden en el salón.

Tal pareciera que la pretensión de la mayoría de los morenistas y de algunos de sus aliados, es que se pasen los términos de ley para discutir el documento y, por tanto, apoyaron la decisión del presidente de la Mesa Directiva del recinto deliberativo de Donceles y Allende, Héctor Díaz Polanco de que, en el seno de ese órgano de gobierno a su cargo, se analice el dictamen para determinar si es procedente ponerlo a consideración de los representantes populares durante el desarrollo de una sesión.

Los dimes y diretes surgieron de unas fracciones a otras y de varias curules hacia la parte alta de la tribuna, donde se colocan los integrantes de la Mesa Directiva, con un Díaz Polanco que enfrentó las críticas y dijo que no estaba dispuesto a que en ese momento se discutiera lo relativo a fiesta brava, porque el documento tiene que ser revisado, pese a que hubo tiempo para ello, porque se le turnó con antelación.

Foto David Deolarte | La Prensa

Con todo y la presión de integrantes de diversas asociaciones que se pronuncian en contra del maltrato hacia los toros, que aglutina a los autodenominados animalistas, entre ellos legisladores de diversos partidos, la realidad es que el dictamen para prohibir las corridas de toros en la Ciudad de México sigue frenado en el Congreso capitalino, debido a la oposición de los de Morena y las autoridades locales; su futuro pareciera que será la congeladora legislativa.

Para Héctor Díaz el dictamen tiene inconsistencias y, luego de que un grupo de 20 legisladores de diferentes partidos solicitó formalmente a la Comisión de Bienestar Animal turnar el dictamen aprobado desde el año pasado a la Mesa Directiva, no ha sido posible presentarlo al pleno.

El diputado presidente, durante la discusión de prácticamente una hora con quince minutos, propuso citar a los de la Mesa Directiva para analizar el dictamen respectivo y decidir si pasa al pleno o no.

La acalorada sesión tuvo un connato de pelea entre las legisladoras Ana Villagrán, del PAN y Maribel Cruz Cruz, de la asociación parlamentaria Mujeres Demócratas, que le entraron, como otros representantes populares, al juego de las descalificaciones y acusaciones mutuas.

Dentro de ese contexto, el vicecoordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática, Jorge Gaviño Ambriz, impulsor de la propuesta, exigió que la mayoría en el órgano deliberativo deje de “patear el bote” y asuma las consecuencias políticas de rechazar o aprobar el documento.

El diputado de Acción Nacional, Federico Döring Casar, en su momento, calificó a Díaz Polanco como tirano, ante la postura que asume y pidió al coordinador de la asociación parlamentaria Alianza Verde Juntos por la Ciudad, Jesús Sesma Suárez que, como presidente de la Comisión de Bienestar Animal, dé la cara y busque la manera de que el tema se ponga a discusión ante el pleno.

Calificó de censura el que no se ponga a consideración de todos los diputados el dictamen que prohíbe la corrida de toros y, aceptó que desde luego hay intereses económicos detrás de todo esto por lo que representa la fiesta brava, en cuestión de dinero.

El presidente de la Mesa Directiva aclaró que será hasta el jueves por la tarde cuando se siente a revisar el dictamen, para determinar lo procedente, ante las “inconsistencias que pueden ser faltas a la norma”.

Se acusó a Sesma Suárez, ausente en ese momento, de ser quien retuvo por varios meses, hasta el 31 de marzo, sin explicación jurídica alguna, el dictamen que fue avalado por los de Bienestar Animal, mientras que Gaviño Ambriz exigió al presidente del recinto inscribir en el orden del día el documento.


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“Es la primera vez que ocurre esto, en donde usted (Héctor Díaz Polanco) solicita la opinión y la discusión de su Mesa que usted preside para poner a discusión el tema”, declaró el perredista.

Aclaró que Héctor Díaz debió poner el documento a consideración del pleno, a más tardar, el pasado 5 de abril, como lo mandata el artículo 105 del Reglamento del Legislativo, que señala que una vez entregado el dictamen a Servicios Parlamentarios y por ende a la Mesa Directiva “debe enlistarse en el orden del día de la sesión siguiente del pleno”.

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De manera abrupta inició la sesión ordinaria del miércoles en el Congreso de la Ciudad de México, debido a que diputados de la oposición, integrantes de las bancadas del PAN, PRI y PRD, así como de la asociación parlamentaria Ciudadana, exigieron se pusiera a consideración del pleno el dictamen que prohíbe las corridas de toros en la capital del país, con una bancada de Morena que argumentó que no se estaba en tiempo y forma para discutir el tema, lo que originó el desorden en el salón.

Tal pareciera que la pretensión de la mayoría de los morenistas y de algunos de sus aliados, es que se pasen los términos de ley para discutir el documento y, por tanto, apoyaron la decisión del presidente de la Mesa Directiva del recinto deliberativo de Donceles y Allende, Héctor Díaz Polanco de que, en el seno de ese órgano de gobierno a su cargo, se analice el dictamen para determinar si es procedente ponerlo a consideración de los representantes populares durante el desarrollo de una sesión.

Los dimes y diretes surgieron de unas fracciones a otras y de varias curules hacia la parte alta de la tribuna, donde se colocan los integrantes de la Mesa Directiva, con un Díaz Polanco que enfrentó las críticas y dijo que no estaba dispuesto a que en ese momento se discutiera lo relativo a fiesta brava, porque el documento tiene que ser revisado, pese a que hubo tiempo para ello, porque se le turnó con antelación.

Foto David Deolarte | La Prensa

Con todo y la presión de integrantes de diversas asociaciones que se pronuncian en contra del maltrato hacia los toros, que aglutina a los autodenominados animalistas, entre ellos legisladores de diversos partidos, la realidad es que el dictamen para prohibir las corridas de toros en la Ciudad de México sigue frenado en el Congreso capitalino, debido a la oposición de los de Morena y las autoridades locales; su futuro pareciera que será la congeladora legislativa.

Para Héctor Díaz el dictamen tiene inconsistencias y, luego de que un grupo de 20 legisladores de diferentes partidos solicitó formalmente a la Comisión de Bienestar Animal turnar el dictamen aprobado desde el año pasado a la Mesa Directiva, no ha sido posible presentarlo al pleno.

El diputado presidente, durante la discusión de prácticamente una hora con quince minutos, propuso citar a los de la Mesa Directiva para analizar el dictamen respectivo y decidir si pasa al pleno o no.

La acalorada sesión tuvo un connato de pelea entre las legisladoras Ana Villagrán, del PAN y Maribel Cruz Cruz, de la asociación parlamentaria Mujeres Demócratas, que le entraron, como otros representantes populares, al juego de las descalificaciones y acusaciones mutuas.

Dentro de ese contexto, el vicecoordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática, Jorge Gaviño Ambriz, impulsor de la propuesta, exigió que la mayoría en el órgano deliberativo deje de “patear el bote” y asuma las consecuencias políticas de rechazar o aprobar el documento.

El diputado de Acción Nacional, Federico Döring Casar, en su momento, calificó a Díaz Polanco como tirano, ante la postura que asume y pidió al coordinador de la asociación parlamentaria Alianza Verde Juntos por la Ciudad, Jesús Sesma Suárez que, como presidente de la Comisión de Bienestar Animal, dé la cara y busque la manera de que el tema se ponga a discusión ante el pleno.

Calificó de censura el que no se ponga a consideración de todos los diputados el dictamen que prohíbe la corrida de toros y, aceptó que desde luego hay intereses económicos detrás de todo esto por lo que representa la fiesta brava, en cuestión de dinero.

El presidente de la Mesa Directiva aclaró que será hasta el jueves por la tarde cuando se siente a revisar el dictamen, para determinar lo procedente, ante las “inconsistencias que pueden ser faltas a la norma”.

Se acusó a Sesma Suárez, ausente en ese momento, de ser quien retuvo por varios meses, hasta el 31 de marzo, sin explicación jurídica alguna, el dictamen que fue avalado por los de Bienestar Animal, mientras que Gaviño Ambriz exigió al presidente del recinto inscribir en el orden del día el documento.


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“Es la primera vez que ocurre esto, en donde usted (Héctor Díaz Polanco) solicita la opinión y la discusión de su Mesa que usted preside para poner a discusión el tema”, declaró el perredista.

Aclaró que Héctor Díaz debió poner el documento a consideración del pleno, a más tardar, el pasado 5 de abril, como lo mandata el artículo 105 del Reglamento del Legislativo, que señala que una vez entregado el dictamen a Servicios Parlamentarios y por ende a la Mesa Directiva “debe enlistarse en el orden del día de la sesión siguiente del pleno”.

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