El presidente del Consejo Rector de la Tortilla Tradicional Mexicana, Sergio Jarquín Muñoz, afirmó que derivado del constante aumento en el precio de gas LP, las tortillerías del Estado de México no tendrán más alternativa que subir el precio de este alimento básico hasta 20 pesos el kilo.
Advirtió que tan solo en agosto el precio del combustible estaba en promedio en 11.59 pesos, y ahora, en este mes, se ubica en 13.58, por lo que lamentó que los insumos para elaborar la tortilla vayan en ascenso, lo mismo que el papel, el maíz, la gasolina y las refacciones para la maquinaría de esos establecimientos.
A través de sus plataformas digitales, el representante de las tortillerías dijo que el golpe de estos ajustes estará impactando directamente en la economía de las familias, pues tendrán que desembolsar hasta 20 o más pesos por kilogramo.
Manifestó que después del paro que realizaron los gaseros y que generó incertidumbre en consumidores, incluidos este tipo de negocios, es claro que existe una afectación por la fijación en el precio del energético.
Detalló que en algunas zonas del país se han registrado incrementos de hasta 3 pesos en el gas LP, además de que otros insumos como el maíz ah tenido alzas, al grado de que se tiene que pagar hasta 600 pesos por tonelada de harina.
Lamentó que las afectaciones al sector tortillero sean constantes, pues el rebote es hacia los consumidores, donde las familias están viendo afectada su economía familiar con un mayor desembolso en un alimento básico no solo del Estado de México, sino de todo el país.
A pesar de esto, dijo, el gremio ha tratado de ser solidario con los hogares, pues la intención es que las tortillerías ajusten lo menos posible el producto para no afectar el presupuesto de las familias, pero tampoco puede haber impactos negativos entre los propietarios de las tortillerías.
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Se tata de encontrar un equilibrio ante la escalada en ascenso en los precios de los insumos para producir tortillas. El precio de las tortillas se ha estado dando hasta en 18 pesos, pero con esta situación es inminente un aumento de cuando menos dos pesos; es decir, que el kilogramo estará vendiéndose en 20 pesos.
Aseveró que hasta el momento no ha habido respuesta del gobierno a la petición de obtener subsidio para que la ola de alzas no impacte a los habitantes, y estimó que de continuar esta situación las cosas podrán ponerse más difíciles a finales de año o principios del otro.
INSEGURIDAD ALIMENTARIA AFECTA MAS A MUJERES
De acuerdo con el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), la prevalencia de la inseguridad alimentaria afecta más a mujeres que a hombres, en una situación en la que una de cada tres en edad reproductiva a nivel mundial padece anemia.
Tras recabar información sobre este tema, dijo que la malnutrición en todas sus formas sigue constituyendo un desafío a nivel mundial y la prevalencia de la inseguridad alimentaria es más elevada entre la población femenina que en la masculina.
Dijo que aun cuando no necesariamente padecen hambre, ellas se encuentran en alto riesgo de tener varias formas de malnutrición y mala salud.
La desigualdad de género es un factor relevante para padecer hambre y pobreza, ya que se estima que el 60 por ciento de las personas que sufren de hambre crónica son mujeres y niñas.
A través de un comunicado, dijo que en México la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020 sobre Covid-19 (Ensanut) indica que el 44.6% de las mujeres de 12 a 19 años padecen sobrepeso y obesidad, frente al 43.1% de los hombres. De igual manera, en la población mayor de 20 años, el 25.3% de las mujeres adultas tienen obesidad, frente al 22.3% de los hombres.
Asimismo, dijo que dicha encuesta refiere que el 17% de las mujeres de 20 años o más presentaron diagnóstico médico previo de hipertensión arterial, frente al 12.4% de los hombres de esa misma edad, en tanto que la prevalencia de diabetes total en la población femenina de ese grupo de edad fue del 15.8%, frente al 15.6% de la masculina.
Más aún, a nivel mundial, las mujeres suelen ser quienes asumen la responsabilidad primordial en materia de seguridad alimentaria y nutrición en los hogares. Sin embargo, mujeres y niñas siguen sufriendo discriminación en el acceso a los alimentos y el control sobre los mismos —desde la fase de la producción hasta la del consumo—, a mejores medios de subsistencia, a la educación y a la atención de salud.
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