/ sábado 28 de agosto de 2021

Cuando Julio Cesar Chávez conoció a los grandes capos de la droga

El campeón habló de está experiencia y de otras durante su participación en el canal de Jordi Rosado

Impactantes confesiones hizo el campeón Julio Cesar Chávez al dar entrevista a Jordi Rosado, en su canal de You Tube; entre ellas, su adicción a las drogas, así como las de su hijo y su relación con los más peligrosos capos de la droga.

El boxeador sinaloense con mayor reconocimiento en el mundo, habló con toda confianza y candidez y confesó sus experiencias más extremas siendo uno de los mejores boxeadores del mundo, de sus triunfos y de la gran cantidad de dinero que logró obtener con ellos.

Platicó que a pesar de que su corazón es de Culiacán, el nació en Ciudad Obregón, Sonora, pero su carrera como pugilista comenzó y se desarrolló en la ciudad sinaloense donde incluso hoy radica.

El campeón relató momentos difíciles de su niñez y de las tragedias que vivió antes de lograr ser la leyenda que hoy es.

Sin embargo, una de las anécdotas que más interesó y hasta risa causó fue el encuentro que tuvo con los más importantes jefes de carteles durante una reunión, en la que el mismo dice, “había como mil años de cárcel” y así continúa y nombra a los hermanos Arellano Félix, el Güero Palma, Amado Carrillo “El Señor de los Cielos”; Joaquín “El Chapo” Guzmán; Juan José Esparragoza alías “El Azul” y “El Mayo” Zambada.

Julio Cesar relató que fue invitado a la reunión luego de su triunfo sobre Hector “El Macho” Camacho y el grupo de hombres preguntaban sobre el encuentro; mientras que a él solo le interesaba obtener cocaina, que incluso ya estaba bajos los influjos de la droga que cansado de tantas preguntas el les contestó “como chingan”, “yo lo que quería era perico”.

Asimismo le contó a Jordi Rosado que en la reunión había “como 300 cabrones armados” y que a pesar de que ellos eran los que manejaban el mercado de cocaina ninguno traía para darle, a lo que Chávez reacción “ahh no traen perico, pues me voy a la chingada”, mientras los hombres le decían “no, no, espérate, ahorita te conseguimos”.

A pesar de las adicciones y de otros excesos como fueron las mujeres de las cuales no dio nombres, “por respeto” a ellas, sin embargo indicó que todo eso quedó fuera de su vida y habló de su centro de rehabilitación de adicciones y del apoyo que tuvo de su familia para su rehabilitación.

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Impactantes confesiones hizo el campeón Julio Cesar Chávez al dar entrevista a Jordi Rosado, en su canal de You Tube; entre ellas, su adicción a las drogas, así como las de su hijo y su relación con los más peligrosos capos de la droga.

El boxeador sinaloense con mayor reconocimiento en el mundo, habló con toda confianza y candidez y confesó sus experiencias más extremas siendo uno de los mejores boxeadores del mundo, de sus triunfos y de la gran cantidad de dinero que logró obtener con ellos.

Platicó que a pesar de que su corazón es de Culiacán, el nació en Ciudad Obregón, Sonora, pero su carrera como pugilista comenzó y se desarrolló en la ciudad sinaloense donde incluso hoy radica.

El campeón relató momentos difíciles de su niñez y de las tragedias que vivió antes de lograr ser la leyenda que hoy es.

Sin embargo, una de las anécdotas que más interesó y hasta risa causó fue el encuentro que tuvo con los más importantes jefes de carteles durante una reunión, en la que el mismo dice, “había como mil años de cárcel” y así continúa y nombra a los hermanos Arellano Félix, el Güero Palma, Amado Carrillo “El Señor de los Cielos”; Joaquín “El Chapo” Guzmán; Juan José Esparragoza alías “El Azul” y “El Mayo” Zambada.

Julio Cesar relató que fue invitado a la reunión luego de su triunfo sobre Hector “El Macho” Camacho y el grupo de hombres preguntaban sobre el encuentro; mientras que a él solo le interesaba obtener cocaina, que incluso ya estaba bajos los influjos de la droga que cansado de tantas preguntas el les contestó “como chingan”, “yo lo que quería era perico”.

Asimismo le contó a Jordi Rosado que en la reunión había “como 300 cabrones armados” y que a pesar de que ellos eran los que manejaban el mercado de cocaina ninguno traía para darle, a lo que Chávez reacción “ahh no traen perico, pues me voy a la chingada”, mientras los hombres le decían “no, no, espérate, ahorita te conseguimos”.

A pesar de las adicciones y de otros excesos como fueron las mujeres de las cuales no dio nombres, “por respeto” a ellas, sin embargo indicó que todo eso quedó fuera de su vida y habló de su centro de rehabilitación de adicciones y del apoyo que tuvo de su familia para su rehabilitación.

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Policiaca

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