/ domingo 27 de marzo de 2022

¿Sabes por qué en verano la Torre Eiffel crece unos centímetros? Conoce qué provoca ese fenómeno

Las tormentas sí llegan a considerarse un peligro tanto para torre como para los visitantes, lo que ha provocado el cierre de la parte alta e incluso de la torre completa

Una de las torres más famosas del mundo ubicada en París, Francia, la Torre Eiffel, sufre cada año durante el verano un fenómeno físico natural conocido como expansión térmica. Es decir, el calor provoca un aumento de volumen que puede hacer que crezca unos centímetros.

Como ocurre con todos los metales, el hierro pudelado que forma parte de su estructura tiende a ser sensible por las variaciones térmicas; es decir, reaccionará al calor del verano y a las temperaturas bajas del invierno.

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Este fenómeno térmico provocará que la torre tenga una ligera inclinación hacia el lado opuesto al sol, ya que da sólo en uno de los cuatro lados de la torre, lo que provoca un desequilibrio con los otros tres lados, que permanecen estables; esto hace que se incline.

Con el avance del sol, la parte superior de la torre llega a formar en un día soleado una curva más o menos circular de unos 15 centímetros de diámetro.

Por el contrario, durante el invierno la contracción térmica de la estructura de la Torre Eiffel puede hacer que pierda unos centímetros.

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Es importante mencionar que estos cambios son naturales y muy mínimos que no ejercen ningún impacto en la solidez de la estructura de la torre y son imperceptibles para turistas y observadores.

En cambio, cuando los vientos son demasiado fuertes provocan que la torre se tambalee ligeramente, sin poner en peligro la estructura.

Lo que sí llega a considerarse un peligro, son las tormentas, lo que lleva a cerrar la parte alta de la torre e incluso la torre completa, cuando el viento supera límites determinados.

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FUE LA MÁS ALTA DEL MUNDO DURANTE 42 AÑOS

Durante la Exposición Universal de París el 31 de marzo de 1889 fue inaugurada la Torre Eiffel, y en ese entonces era la más alta del mundo con una altura de 312 metros, y así se mantuvo hasta 1931, cuando fue rebasada por el Empire State Building, en Nueva York, que llegó a 381 metros.

Desde esa fecha, la Torre Eiffel ha ido creciendo hasta llegar a 330 metros debido a las antenas que se han añadido en la cima en 1957, 2000 y 2022 para la transmisión de radio y televisión.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem

Una de las torres más famosas del mundo ubicada en París, Francia, la Torre Eiffel, sufre cada año durante el verano un fenómeno físico natural conocido como expansión térmica. Es decir, el calor provoca un aumento de volumen que puede hacer que crezca unos centímetros.

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En cambio, cuando los vientos son demasiado fuertes provocan que la torre se tambalee ligeramente, sin poner en peligro la estructura.

Lo que sí llega a considerarse un peligro, son las tormentas, lo que lleva a cerrar la parte alta de la torre e incluso la torre completa, cuando el viento supera límites determinados.

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Durante la Exposición Universal de París el 31 de marzo de 1889 fue inaugurada la Torre Eiffel, y en ese entonces era la más alta del mundo con una altura de 312 metros, y así se mantuvo hasta 1931, cuando fue rebasada por el Empire State Building, en Nueva York, que llegó a 381 metros.

Desde esa fecha, la Torre Eiffel ha ido creciendo hasta llegar a 330 metros debido a las antenas que se han añadido en la cima en 1957, 2000 y 2022 para la transmisión de radio y televisión.

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