Ocho jornadas después, finalmente llegó la actuación que se esperaba de América. Cierto, Pachuca fue un rival que exigió poco y nada a los azulcremas, pero lejos de eso, esta vez mostraron una marcada superioridad acompañada de buenos goles, como la joya desde medio campo de Richard Sánchez, además de un cabezazo de buena manufactura por parte de Pedro Aquino para sellar un contundente 2-0.
Del lado de los Tuzos no hubo nada para destacar. Tuvieron una noche gris en Santa Úrsula que los hundió en el fondo de la clasificación general y remarcó la crisis que atraviesan al no conocer la victoria en lo que va del certamen.
Ahora, vendrá una jornada doble clave en las aspiraciones de Coapa para encaminarse a la fiesta grande si es que logran sacar una cosecha favorable a su causa.
América se dispuso a dejar atrás el drama de los puntos perdidos en la mesa y con hambre de mostrar que eran merecedores de estar en lo más alto de la clasificación general, salieron a manifestar la superioridad que la tabla general toda vez que se enfrentaba el que en ese momento era el tercer mejor ubicado en contra del colero.
A diferencia de sus partidos anteriores, los azulcremas empezaron a manifestar superioridad sobre el terreno de juego desde el trámite del partido. Santiago Solari modificó su esquema a un 4-3-3 dándole mucho peso a su medio campo con hombres de buen pie como Pedro Aquino y Richard Sánchez, quienes más adelante justificarían con goles y asistencias su titularidad. Además, el Indiecito le volvió a dar la confianza a un Álvaro Fidalgo que se mostró participativo.
Las Águilas controlaban el esférico y tocaban a la puerta en el área de los Tuzos, pero el gol lo encontraron muchos más atrás. Y es que Richard Sánchez firmó un auténtico golazo cuando tomó la pelota poco antes del medio campo, condujo unos pasos, levantó la mirada y vio ligeramente adelantado a Óscar Ustari. El Cachorro se tuvo fe y con una gran técnica de golpeo prendió la de gajos para que de su botín derecho saliera un obús directamente al arco visitante que el arquero intentó manotear y aunque lo logró, no tuvo la fuerza suficiente para rechazar. ¡Golazo de América!
Los Millonetas se notaban cómodos sobre el campo ante unos Tuzos que estaban ahí, pero solamente eran comparsa de su oponente ya que veían y corrían detrás de la pelota, pero nunca se hacían con ella ni generaban la mínima sensación de peligro.
Poco antes del descanso, la justicia apareció para uno de los mejores en el juego. Pedro Aquino había robado balones por doquier, distribuía con sentido cuando tenía el balón y redondeó su presentación tras aprovechar un servicio como con la mano de Richard Sánchez en una pelota parada. La Roca atacó el espacio a donde iba el balón y con sangre fría, cabeceó a segundo poste para dejar parado a Ustari, quien no tuvo más que ver como la bala blanca se encontraba con la red.
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América se llevaba al descanso una ventaja cómoda, bien trabajada en combinación con un Pachuca muy pobre que no ofrecía nada en Santa Úrsula.
Para el complemento, Paulo Pezzolano intentó hacer reaccionar a los de la Bella Airosa y antes de iniciar el segundo tiempo, cambió a todos sus delanteros en busca de ideas frescas que simplemente no aparecían.
En contraparte, los cremas mantenían la misma intención y cerca estuvieron del tercer tanto cuando Álvaro Fidalgo hizo un vistoso rehilete para sacarse de encima al Burrito Hernández y ya con el camino limpio, disparó desde fuera del área con balón que pasó cerca.
Conforme el final se acercaba, Pachuca intentaba apretar en busca del gol que los metiera al juego y aunque jugaban por lapsos más prolongados en campo rival, no lograban inquietar a un Guillermo Ochoa que tenía una noche más que tranquila, incluso, el ave estuvo más cerca de liquidar cuando Leo Suárez recibió un pase de Roger Martínez, amagó con tirar de zurda, pero solamente fue la finta para que su marcador se fuera en banda con la barrida. Ya con libertad, fusiló de derecha y cuando se disponía a gritar el gol, el poste se interpuso para salvar a Pachuca.
Cerca del tiempo cumplido, apareció el negrito en el arroz americanista. Richard Sánchez fue luz en el primer tiempo, pero sombra en el cierre por un pisotón sobre Kevin Álvarez que Jorge Isaac Rojas calificó como roja directa.
Al final no hubo más que contar. América ganó, gustó y por primera vez en el torneo, convenció.
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