MONTERREY, N.L., 13 de mayo.- En la liga femenil sólo hay un equipo que domina todo y este es Tigres de la UANL. Tigres derrotó 2-1 (global: 2-3) sobre las Rayadas del Monterrey, en la gran final del Torneo de Clausura, jugado en el Estadio Monterrey ante una gran entrada.
Es así que las felinas lograron su segunda copa en su historia en la tercera final que ha tenido en la Liga MX Femenil.
Las felinas a pesar de no estar en su guarida, se mostraron agresivas desde el primer minuto. Belén Cruz, Liliana Mercado y Jaqueline Ovalle se encargaron de causarle problemas a la Pandilla.
El mediocampo de la UANL respondió a lo que su estratega, Ramón Zevallos tenía en mente; frenar a Monterrey e impedirle paso al área de Ofelia Solís.
Rayadas también mostró sus armas, pero no causaron el daño esperado. Desiree Monsiváis intentó echarse el equipo al hombro, sin embargo, sus compañeras Dinora Garza y Diana Evangelista se mostraron imprecisas al dejar escapar una de las jugadas más claras que tuvieron.
El BBVA lleno no intimidó a las felinas, al contrario, el imponente escenario le pesó a las locales y el nerviosismo les causó errores. Ovalle mostró su magia.
La dorsal número 14 desbordó el sector izquierdo, burló a Alexia Frías y asistió a Blanca Solís, quien dentro del área remató de cabeza para poner el primero.
¡Tigres mostraba las garras! Los rostros largos en la banca de las locales se plasmaron.
Héctor Becerra comenzó a gritarle a sus jugadoras para que no le perdieran la marca a Ovalle, que estaba dejando atrás a la zaga blanquiazul.
Con el tiempo y el marcador en contra, Dinora Garza probó desde la media cancha, pero su tiro fue fácil de detener.
Las auriazules siguieron encima. Jaqueline Ovalle volvió a hacerse presente, pero para silenciar el recinto.
La experimentada seleccionada nacional se lució gracias a su capitana, Liliana Mercado, que le puso la redonda desde la media cancha para prenderla y poner segundo con un potente disparo.
Dicha anotación provocó que las albiazules se presionaran más, las dirigidas por Becerra sufrieron para hilar pases en el campo.
En el complemento, al volver al campo y con el marcador adverso, Becerra decidió darle minutos a Daniela Solís y Diana Evangelista.
El ataque de Monterrey mostró otra versión. El cuadro local se volcó al frente para resurgir. Solís tocó a puerta a balón parado, pero el esférico salió por encima del travesaño.
La insistencia siguió, fue entonces que Alicia Cervantes metió a Monterrey de nuevo a la pelea luego de lucirse con cañonazo de zurda que para Ofelia Solís fue imposible detener.
La recta final se vivió de agonía. La Pandilla no encontraba el segundo, así que Tito mandó al campo a Norali Armenta.
La frustración de no encontrar el gol del empate desconcertó a Monsiváis, quien tras un centro claro dejó pasar la redonda y así la oportunidad de un tiempo extra. Monterrey no pudo y el tiempo se les agotó. El laurel se pintó auriazul.