/ martes 2 de junio de 2020

Tiempo al tiempo

AJO Y AGUA

Las recientes declaraciones que hizo Juan Carlos Osorio sobre su paso al frente de la Selección Mexicana no hacen otra cosa que confirmar su falta de liderazgo y de profesionalismo, sin dejar de lado que de futbol sabe muy poco, al dejar en evidencia a aquellos jugadores que en su momento lo defendieron


Lo que pasa en Las Vegas, en Las Vegas se queda, y lo mismo debe pasar en el futbol, tanto en el terreno de juego como en el interior del vestidor.

Lo anterior debe sumarse a la larga lista de lo que alguien debería explicarle a Juan Carlos Osorio, luego de que hace unos días reveló situaciones que supuestamente ocurrieron cuando él dirigía a la Selección Mexicana.

Dicho así porque, como personas civilizadas, debemos darle el beneficio de la duda. Sin embargo, independientemente de si esta vez dice la verdad o si vuelve a mentir, son cosas que jamás debió comentar públicamente.

Si va a hablar de cosas positivas que vivió con la Selección Mexicana bienvenido sea, de lo contrario, es mejor que se quede calladito.

Como todos saben, cuando se trata de defender a la Selección Mexicana soy el primero en alzar la voz, y esta vez no será la excepción, pues dejó en evidencia a aquellos que alguna vez lo defendieron de las críticas pese a su nula visión de juego, y que siempre se rehusaron a contar a los medios de comunicación lo que se comentaba en el vestidor.

Nunca me gustó su manera de expresarse. Como lo dije en su momento, parecía más un sacerdote dando sermón, que un técnico de futbol, carente de liderazgo y profesionalismo.

Pero decir que los jugadores se quedaron en silencio total cuando les preguntó si estaban listos para enfrentarse a Brasil en el Mundial de Rusia 2018 supera aún más los límites de lo permisible.

Es hasta risible que haya respondido que él estaba preparado porque lleva 30 años trabajando para jugar contra los mejores, cuando ni siquiera supo definir un estilo de juego. Recordarán sus famosas rotaciones, colocando a jugadores en posiciones que nunca habían desempeñado, lo peor de todo, en partidos oficiales.

Siempre he confiado en el talento y calidad de los jugadores mexicanos, pero nunca estuve de acuerdo con Juan Carlos Osorio, quien con su corte de preparador físico nunca estuvo a la altura de dirigir en un Mundial.

A él sí hay que colgarle el estigma por aquella humillante derrota de 7-0 que Chile le propinó a México en los cuartos de final de la Copa América Centenario, y que a partir de entonces la poca confianza que había en él desapareció totalmente.

Con él nunca hubo un estilo de juego definido, y quizá, cuando los jugadores se quedaron en silencio fue precisamente por eso, porque estaban listos para enfrentarse a Brasil en los octavos de final, pero no tenían ni idea de cómo hacerlo.

Aquel histórico triunfo sobre la poderosa Selección de Alemania fue por mérito de los jugadores, que encontraron la forma de anotar el que resultó ser el gol del triunfo, para posteriormente defenderse de manera disciplinada.

Tan arrepentida debe estar la Federación Mexicana de Futbol como lo está la Federación Paraguaya por haber confiado en Juan Carlos Osorio, quien dejó el cargo de seleccionador nacional sólo cinco meses después de su presentación oficial, con sólo un partido disputado y sin haber debutado oficialmente.

Lo peor de todo es que ya como técnico de Paraguay se atrevió a decir que si en ese momento le llegaba una oferta para dirigir a Colombia no lo dudaría. Incluso en su contrato existía la cláusula que le permitiría irse para cumplir lo que es su gran sueño. Así como traicionó a Paraguay, ahora lo hace con el vestidor de la Selección de México.

Ojalá esto sirva de experiencia para nuestros dirigentes en futuras decisiones, porque hasta con eso, Juan Carlos Osorio remató al decir que por ahora le diría que no a nuestra Selección Mexicana, pero que le gustaría repetir la experiencia. Vaya experiencia la que nos dejó.

Qué pena que no me hayan dejado estar en Sudáfrica 2010 y que no me hayan apoyado en mi proceso de tres Mundiales para poder cumplir el compromiso que había establecido de salir campeones del Mundo en Rusia 2018.

El hubiera no existe, ni en el futbol ni en la vida.

¡Que te lo digo yo!

LAS FRASES

Siempre he confiado en el talento y calidad de los jugadores mexicanos, pero nunca estuve de acuerdo con Juan Carlos Osorio, con él nunca hubo un estilo de juego definido debido a sus famosas rotaciones

Decir que los jugadores de la Selección Mexicana se quedaron en silencio total cuando les preguntó si estaban listos para enfrentarse a Brasil en el Mundial de Rusia 2018 supera aún más los límites de lo permisible



Las recientes declaraciones que hizo Juan Carlos Osorio sobre su paso al frente de la Selección Mexicana no hacen otra cosa que confirmar su falta de liderazgo y de profesionalismo, sin dejar de lado que de futbol sabe muy poco, al dejar en evidencia a aquellos jugadores que en su momento lo defendieron


Lo que pasa en Las Vegas, en Las Vegas se queda, y lo mismo debe pasar en el futbol, tanto en el terreno de juego como en el interior del vestidor.

Lo anterior debe sumarse a la larga lista de lo que alguien debería explicarle a Juan Carlos Osorio, luego de que hace unos días reveló situaciones que supuestamente ocurrieron cuando él dirigía a la Selección Mexicana.

Dicho así porque, como personas civilizadas, debemos darle el beneficio de la duda. Sin embargo, independientemente de si esta vez dice la verdad o si vuelve a mentir, son cosas que jamás debió comentar públicamente.

Si va a hablar de cosas positivas que vivió con la Selección Mexicana bienvenido sea, de lo contrario, es mejor que se quede calladito.

Como todos saben, cuando se trata de defender a la Selección Mexicana soy el primero en alzar la voz, y esta vez no será la excepción, pues dejó en evidencia a aquellos que alguna vez lo defendieron de las críticas pese a su nula visión de juego, y que siempre se rehusaron a contar a los medios de comunicación lo que se comentaba en el vestidor.

Nunca me gustó su manera de expresarse. Como lo dije en su momento, parecía más un sacerdote dando sermón, que un técnico de futbol, carente de liderazgo y profesionalismo.

Pero decir que los jugadores se quedaron en silencio total cuando les preguntó si estaban listos para enfrentarse a Brasil en el Mundial de Rusia 2018 supera aún más los límites de lo permisible.

Es hasta risible que haya respondido que él estaba preparado porque lleva 30 años trabajando para jugar contra los mejores, cuando ni siquiera supo definir un estilo de juego. Recordarán sus famosas rotaciones, colocando a jugadores en posiciones que nunca habían desempeñado, lo peor de todo, en partidos oficiales.

Siempre he confiado en el talento y calidad de los jugadores mexicanos, pero nunca estuve de acuerdo con Juan Carlos Osorio, quien con su corte de preparador físico nunca estuvo a la altura de dirigir en un Mundial.

A él sí hay que colgarle el estigma por aquella humillante derrota de 7-0 que Chile le propinó a México en los cuartos de final de la Copa América Centenario, y que a partir de entonces la poca confianza que había en él desapareció totalmente.

Con él nunca hubo un estilo de juego definido, y quizá, cuando los jugadores se quedaron en silencio fue precisamente por eso, porque estaban listos para enfrentarse a Brasil en los octavos de final, pero no tenían ni idea de cómo hacerlo.

Aquel histórico triunfo sobre la poderosa Selección de Alemania fue por mérito de los jugadores, que encontraron la forma de anotar el que resultó ser el gol del triunfo, para posteriormente defenderse de manera disciplinada.

Tan arrepentida debe estar la Federación Mexicana de Futbol como lo está la Federación Paraguaya por haber confiado en Juan Carlos Osorio, quien dejó el cargo de seleccionador nacional sólo cinco meses después de su presentación oficial, con sólo un partido disputado y sin haber debutado oficialmente.

Lo peor de todo es que ya como técnico de Paraguay se atrevió a decir que si en ese momento le llegaba una oferta para dirigir a Colombia no lo dudaría. Incluso en su contrato existía la cláusula que le permitiría irse para cumplir lo que es su gran sueño. Así como traicionó a Paraguay, ahora lo hace con el vestidor de la Selección de México.

Ojalá esto sirva de experiencia para nuestros dirigentes en futuras decisiones, porque hasta con eso, Juan Carlos Osorio remató al decir que por ahora le diría que no a nuestra Selección Mexicana, pero que le gustaría repetir la experiencia. Vaya experiencia la que nos dejó.

Qué pena que no me hayan dejado estar en Sudáfrica 2010 y que no me hayan apoyado en mi proceso de tres Mundiales para poder cumplir el compromiso que había establecido de salir campeones del Mundo en Rusia 2018.

El hubiera no existe, ni en el futbol ni en la vida.

¡Que te lo digo yo!

LAS FRASES

Siempre he confiado en el talento y calidad de los jugadores mexicanos, pero nunca estuve de acuerdo con Juan Carlos Osorio, con él nunca hubo un estilo de juego definido debido a sus famosas rotaciones

Decir que los jugadores de la Selección Mexicana se quedaron en silencio total cuando les preguntó si estaban listos para enfrentarse a Brasil en el Mundial de Rusia 2018 supera aún más los límites de lo permisible



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