A principio de la temporada 2021 de la NFL nadie pensó que los Bengalíes de Cincinnati, de igual manera en postemporada siempre partió como no favorito; después de sacar a los Raiders en comodines, Titanes en ronda divisional y Jefes en la final de la Conferencia Americana, el equipo dirigido por Zac Taylor se ha ganado el corazón de los seguidores al futbol americano.
Empecemos desde arriba; el entrenador en jefe Zac Taylor llegó a los Bengalíes en el 2019 y esa temporada solo lograron ganar dos partidos; en el 2020 llegó el mariscal de campo proveniente de LSU Joe Burrow, quien fue una esperanza para el equipo.
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Para mala fortuna Burrow salió lesionado en la semana 10 por lo que perdió el resto de la temporada, y la temporada acabó 4-11-1 para los Bengalíes.
Durante la offseason la rehabilitación de Burrow fue trabajada en todos los detalles, física y mentalmente; en el draft del 2021 llegó el receptor Ja´Marr Chase proveniente también de LSU, por lo que antes de comenzar la temporada ya se veía una dupla exitosa en la NFL, Burrow-Chase.
Estas dos adquisiciones se sumaron al corredor Joe Mixon, el receptor Tee Higgins, así como Tyler Boyd, por lo que le dio una frescura a la ofensa de Cincinnati.
En el 2019 también llegó Brian Callahan como coordinador ofensivo, es decir, la reestructuración comenzó hace tres temporadas y dio frutos en esta al llegar al Super Bowl.
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DUPLA JOE BURROW-JA´MARR CHASE
La final colegial del 2019 fue LSU vs Clemnson, el equipo de Luisiana estaba comandado por Joe Burrow, por aire lo acompañó Ja´Marr Chase, y por tierra Clyde Edwards-Helaire, quien ahora juega con los Jefes de Kansas City.
Aquel encuentro fue ganado por LSU 42-25; Burrow terminó con 31 pases completos de 49 intentos, 463 yardas y 5 pases de anotación; mientras que Chase terminó con 9 recepciones para 221 yardas y dos anotaciones.
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Con el antecedente de la temporada 2019 de los Tigres de LSU, la llegada de Chase a los Bengalíes, donde ya se encontraba Burrow, fue un tema que no pasó desapercibido en la NFL.
SOLIDA DEFENSA
En la línea Trey Hendrickson lidera la defensa con 14 capturas al quarterback; le siguen Sam Hubbard y Larry Ogunjobi con 7.5 y 7 respectivamente, lo que indica que se trata de una unidad que le mete presión al mariscal de campo, situación que será fundamental para parar el ataque de Matthew Stafford.
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Los linebackers Logan Wilson y Germaine Pratt, así como los profundos Von Bell y Jessie Bates III, se suman a esta defensa disciplinada que ya logró detener a dos de los ataques más explosivos de la liga, Titanes y Jefes.
El coordinador defensivo Lou Anarumo tendrá que ajustar de tal manera a su defensa para poder lograr detener por tierra a Cam Akers, Sony Michel y Darrell Henderson Jr, y por aire a Cooper Kupp, Van Jefferson, Odeel Beckham Jr.; esto lo tiene que hacer presionando al mariscal de campo y la ventaja que tienen es que Stafford no tiene la movilidad de Mahomes.
Por aire deben de preocuparse de la zonas medias y largas, puesto que Matthew Stafford suele buscar seguido a Kupp y a Jefferson en esos espacios, dejando como última opción al cerrado Tyler Higbee.
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