"La Godineta", el vehículo sin motor impulsado por un grupo de godínez obtuvo el primer lugar en el SoapBox Race de Red Bull 2024 que se realizó este sábado en las instalaciones del Parque La Mexicana.
Fue en medio de una gran ovación y compitiendo como locales en una meca godin como lo es ésta zona de Santa Fé, el equipo de amigos originarios de Cuajimalpa convenció al jurado de que ellos debían quedarse con el primer lugar, no precisamente por su tiempo de recorrido.
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Más allá del minuto con seis segundos que tomaron para llegar a la meta, fue su creatividad en el vestuario, diseño y presentación de su vehículo sin motor lo que los hizo coronarse en esta irreverente y divertida competencia.
Fue una recorrido casi perfecto el que realizó este escritorio con ruedas que libró obstáculos y rampas, sin importar que a su paso iba dejando sus herramientas de trabajo, incluyendo la computadora, el florero y todo lo que no debe faltar en el escrito de un buen godin.
Detrás de "La Godineta", el equipo conformado por *El Tololoache Team" conquistó el segundo lugar. Su enorme violín adaptado con cuatro ruedas y sus integrantes vestidos estilo mariachi convenció al jurado.
El tercer lugar fue para el equipo de "Viva Piñata", una piñata convertida en vehículo que hizo su aparición en plena primavera. Sus colores y la ocurrencia de sus tripulates, quienes acompañaron el recorrido vestidos y divirtiéndose como todo un niño, los hizo colarse al podium en esta divertida y ocurrente competencia.
Fueron 32 equipos los que conformaron la edición 2024 el Soapbox Race de Red Bull en la ciudad de México, una competencia de vehículos sin motor y con materiales reciclados que retan a la gravedad.
Un equipo de jueces calificó la creatividad en la decoración y fabricación de los vehículos, así como el vestuario y desempeño de los participantes
La carrera consiste en desplazarse a bordo de los improvisados vehículos sin motor a lo largo de una pendiente de 550 metros de recorrido, llena de obstáculos y diversión.
Los más de 30 equipos, de entre cuatro y cinco integrantes cada uno, realizaron un performance en el punto de salida, una representación que fue calificada por el jurado.
Dos integrantes del equipo tripularon el vehículo improvisado para desafiar la gravedad, deslizándose sobre una larga pendiente seguidos a pie por el resto de los integrantes del equipo hasta llegar a la meta.
Durante el poco más de medio kilómetro de recorrido, los pilotos trataron de no perder el control de sus vehículos, usando únicamente el sistema de frenado.
Pacas de paja, rampas, curvas y otros obstáculos fueron parte de las complicaciones con las que los corredores tuvieron que lidiar, algunos de ellos, no pudieron esquivarlos y terminaron frenando su descenso. Otros con todavía menos suerte, llegaron sin alguna llanta y otra parte del auto destrozada.
Una de las partes más complejas de la pista fue la rampa conocida como peralte, un quiebre en una zona cercana al punto de meta en donde se puso a prueba el equilibrio y habilidad de los participantes.
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