A pesar de estar en semáforo rojo por el alto contagio que hay entre la población del Covid-19, y que prohíbe cualquier tipo de evento deportivo, regresó el boxeo a la Ciudad de México con peleas disparejas.
La falta de un protocolo de las autoridades de Salud del Gobierno de federal como de CDMX. En un principio, lo que se había llamado como un programa de televisión, no como función de box profesional, al final no fue ni una ni otra cosa.
Es cierto que gran parte de los aficionados están ansiosos en el regreso del deporte, pero no así de esta manera. El excampeón el mundo, Carlos Cuadras, fue uno de los invitados especiales, pero lo malo que no guardó su sana distancia al tomarse fotografías con los conductores de televisión que transmitió la función.
Otro de los puntos en señalar fue que el propio presidente del Consejo Mundial de Boxeo, en entrevista, señaló que era la empresa que organizó el “show” quien se haría cargo si alguno de los peladores o de sus equipo se contagiara de Covid-19, a pesar de que su organismo mandó jueces que están castigados y que han sido expulsados de las comisiones en la república mexicana.
En la pelea estelar a 10 rounds, Emanuel “Vaquero” Navarrete, campeón mundial supergallo (WBO), venció por nocaut al capitalino Uriel “Yuca” López.
Una pelea que fue de un solo lado y es que el peleador del Estado de México no expuso su corona y solo consintió a su rival en los seis rounds que duró la pelea. Quien fue mandado como una posible víctima y resultó todo un león fue Edwin Palomares, que noqueó a los 2’23’’ del quinto episodio al tijuanense Carlos Ornelas.
El drama se vivió en la pelea del oaxaqueño Sergio Chirino al noquear a Alan Piña, quien cayó desvanecido a la lona.
