El trajín de los sorprendentes Pumas de la UNAM ha iniciado. Apenas terminó el partido en Ciudad Universitaria donde vencieron al Pachuca, el equipo se fue al hotel de concentración para viajar muy temprano a Estados Unidos.
Lo que sobresale en el grupo es la ilusión para levantar la Copa ante un rival complicado que está arropado por más de 60 mil aficionados.
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Pumas viajó este lunes en vuelo directo; en Seattle realizará un entrenamiento ligero y este martes terminará de ensayar el esquema del partido, que transcurrirá ante más de 60 mil asistentes.
Pumas ganó la Liga de Concacaf en 1980, 1982 y 1989, pero perdió en 2005 la final contra el Saprissa de Costa Rica, la última vez que un cuadro mexicano fue superado en la final.
Los Pumas arriesgarán todo en el duelo de este miércoles y sólo después de eso pensarán en el partido de reclasificación del Clausura, en el que disputarán un boleto a cuartos de final con las Chivas de Guadalajara.
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Aunque Andrés Lillini no ha divulgado la alineación, es probable que juegue con Alfredo Talavera; Jesús Rivas, Arturo Ortiz, Nicolás Freire y Efraín Velarde; Favio Álvarez, Leonel López, Higor Meritao, Diogo de Oliveira, Rogerio y Juan Ignacio Dinenno.
El campeón de Concacaf representará a la zona en el Mundial de Clubes.
Lillini y los universitarios mostraron buen ánimo, luego de haber vencido este domingo al Pachuca, líder del torneo Clausura 2022, lo cual les dio la posibilidad de acceder a la repesca por un boleto a cuartos de finales en la liga local.
Lillini aseguró que si los estadounidenses empataron como visitantes en el estadio universitario, casa de su equipo, ellos pueden vencer al Sounders o igualar y ganar la serie de penaltis.
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Será un duelo rodeado de expectativas; el Sounders posee jugadores con oficio y un ataque filoso con figuras como Lodeiro, el estadounidense Jordan Morris y el peruano Raúl Ruidíaz, pero Pumas ha vendido adversidades en el torneo y en la liga local y es un equipo con capacidad de reinventarse, además de que cuenta con equilibrio en sus líneas.
Como bien lo señaló Andrés Lillini, el cuadro universitario va por partes y en este momento se enfocará en la gran final de la Concachampions y ya luego pensará en el chiverío. Se espera se defina todavía la situación de Alan Mozo.
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