Dream Team tuvo un partido de día de campo, pero lo lamentable fue que la estrella norteamericana LeBron James se fue al vestuario después de recibir un codazo en el ojo en el triunfo ante Brasil 112-87 lo que le permite avanzar con paso firme hacia su decimoséptimo título olímpico. El quinto seguido.
Pero La lesión en el ojo le obligó a abandonar el juego, aunque al final del partido regresó para quedarse en la banca y ahora se espera que esté en el juego a semifinal del torneo olímpico, en la que se enfrentará a Serbia, el próximo jueves en Paris Bercy.
La nueva versión del 'Dream Team' no tiene ni de lejos el mismo impacto que aquel equipo de ensueño que lideraron en los Juegos de Barcelona'92 Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird. Pero cuando destapa el tarro de las esencias, brota la magia. Y cuando decide apretar el acelerador, no hay quien le tosa.
LeBron James, que quiere un tercer oro, se divierte en la generosidad -12 puntos y nueve asistencias- y a los 39 años su enfoque, dentro y fuera de la cancha, asombra a un Kerr que suma bastantes más anillos NBA -nueve, en total, cinco de ellos cuando jugaba- que la mejor de sus estrellas. A las que dosifica con maestría: Haliburton, que no jugó contra Serbia, sólo salió en el último cuarto. Y a Embiid le dio descanso durante toda la segunda mitad.
Curry (36 años) no tiene, en su debut olímpico, el rol que lo convirtieron en el líder de los Warriors. Y el en esta ocasión discreto Kevin Durant (35) -que marcará un hito si captura un cuarto oro- se plantó en 11 puntos.
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La tendencia no cambió. Caboclo, pívot del Partizán de Belgrado, seguía inyectando combustible. Aunque la energía no fue suficiente. Brasil cayó con orgullo; y hasta ganó el tercer acto (35-31). Pero no tuvo nada que hacer ante la gran favorita. Caboclo no fue suficiente.
Anthony Edwards -la gran revelación del equipo con 23 años recien cumplidos- se había sumado, con 17, al festival anotador de Devin Booker, que lo mejoró en uno.
Estados Unidos ya superaba la centena gracias a Durant a falta de ocho minutos; y, se marchó al hotel pensando en la semifinal del jueves contra Serbia -a la que derrotó por 26 en la fase previa- con un contundente 87-122. A la fiesta final del 'Team USA' se unió el público entonando el nombre de Leon Marchand, el nuevo gran ídolo local (cuatro oros en natación) cuando su imagen apareció en la pantalla gigante del marcador.
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