/ martes 8 de junio de 2021

La Concacaf nos debilita

AJO Y AGUA

La Selección de México dejó escapar una gran ocasión para demostrar que aún es la potencia en el área de la Concacaf, pues, aunque la distancia con Estados Unidos se ha reducido considerablemente en los últimos años, el nivel de futbol, en cuanto a juego, inclina la balanza de un lado. Sólo las desatenciones a táctica fija impidieron que la primera Liga de Naciones en la historia se escribiera de nuestro lado.


La Selección de Estados Unidos venció a la de México en la primera final de la Liga de Naciones de la Concacaf y lo hizo con merecimiento propio si consideramos que fue el que más goles anotó y el que no falló desde el punto de penalti.

Señalar al árbitro panameño John Pitti está de más, ya que, aunque terminó por interferir en el resultado, lo cierto es que lo hizo para ambos lados, sobre todo en los tiempos extra, en los que se escribió un nuevo capítulo de la acérrima rivalidad entre estos dos combinados nacionales, con incidentes tanto en la cancha como, desgraciadamente, en las gradas.

México hizo un buen partido, con gran ambición y determinación, como lo demostró Jesús Corona en el primer minuto de juego, cuando presionó al rival en su propia área, provocó el error defensivo y superó al portero Zack Steffen con potente tiro cruzado.

El futbol que México desplegó sobre la cancha del Empower Field at Mile High, en Denver, debió valerle el triunfo, en uno de los mejores partidos que se le ha visto desde que Gerardo Martino asumió la dirección técnica, hace ya dos años.

Sin embargo, como bien sabemos, en el futbol gana quien más goles mete y no siempre el que más lo merece.

Con sólo tres derrotas bajo las órdenes de Martino, México perdió uno de los partidos más importantes y frente a la nueva generación de Estados Unidos, en la que además de Christian Pulisic, quien recientemente se proclamó campeón de la Champions League con el Chelsea, destacan Gio Reyna, del Borussia Dortmund; Sergiño Dest, del Barcelona; y Weston McKennie, de la Juventus, quien fue distinguido como el mejor jugador de la primera final de la Liga de Naciones, un torneo que Concacaf inventó para tratar de hacer más atractivos y competitivos los partidos entre las Selecciones Nacionales del área.

Insisto en que México fue superior, pero también en que hace mucha falta trabajar en el marcaje a táctica fija, que, como he indicado en ocasiones anteriores, es su punto débil, sin importar que los jugadores estadounidenses sean más altos y corpulentos.

Este triunfo será otro punto de inflexión para Estados Unidos, que cada vez acorta más las distancias entre el futbol de ambos países, porque lo mismo sucede entre la Liga MX y la MLS.

Si antes sólo nos llegaban a ganar al contragolpe, gracias a su enorme potencia en velocidad, ahora ya lo hacen a táctica fija, con jugadas de pizarrón.

Así lo hizo Reyna al minuto 27, cuando aprovechó el rebote dentro del área tras el cobro de un tiro de esquina, minutos después de que a Héctor Moreno se le anuló un gol, con gran centro de Héctor Herrera, por fuera de juego.

México reaccionó y volvió a ponerse en ventaja con golazo de Diego Lainez, quien tenía un minuto de haber ingresado de cambio. Sin embargo, Reyna volvió a aparecer, esta vez con el cobró perfecto del tiro de esquina que fue rematado de cabeza por McKennie.

Así se llegó a los tiempos extra, en los que el caos dejó de lado al futbol, con continuos roces entre los jugadores, alimentados por algunos pseudoaficionados que además de lanzar objetos a la cancha y de ingresar a ella, interrumpieron el encuentro con ese terrible grito que tanto ha costado, con multas que rondan los 400 mil dólares y que, de seguir, derivará en sanciones deportivas, como perder puntos o incluso ser descalificados en las eliminatorias mundialistas.

En medio de todo este desconcierto, fue Estados Unidos el que mantuvo la concentración, otro aspecto que urge trabajar en la Selección Mexicana.

Pulisic, quien no había pesado en el partido, forzó un penaltito al sentir el mínimo contacto de Carlos Salcedo en su intento por quitarle el balón.

El jugador del Chelsea no falló la pena máxima y concretó la voltereta con un cobro a sangre fría, después de los reclamos de México, que no impidieron que el árbitro revisara la jugada en el VAR.

Todavía hubo tiempo para que, en tiempo de compensación, una gran ocasión de México fuera impedida por la mano de Mark McKenzie. Una vez más, se recurrió a la tecnología para sancionar la falta. Andrés Guardado, quien también ingresó de cambio, no logró superar a Steffen pese a su gran experiencia, con un tiro a media altura y prácticamente al centro.

Así fue como los papeles se cambiaron entre México y Estados Unidos.

Ahora no queda de otra que olvidar esta derrota, los malos arbitrajes, que sabemos siempre hay cierta predisposición contra México, y hacer una autocrítica que nos permita tomar revancha en la Copa Oro, que iniciará el 10 de julio.


¡Que te lo digo yo!



LAS FRASES


El futbol que México desplegó en Denver debió valerle el triunfo, con uno de los mejores partidos que se le ha visto desde que Gerardo Martino asumió la dirección técnica, hace ya dos años. Sin embargo, en el futbol gana quien más goles mete y no siempre el que más lo merece


En los tiempos extra el caos dejó de lado el futbol, con roces entre jugadores, alimentados por algunos pseudoaficionados, que además de lanzar objetos a la cancha y de ingresar a ella, interrumpieron el encuentro con ese terrible grito que tanto nos podría costar

La Selección de México dejó escapar una gran ocasión para demostrar que aún es la potencia en el área de la Concacaf, pues, aunque la distancia con Estados Unidos se ha reducido considerablemente en los últimos años, el nivel de futbol, en cuanto a juego, inclina la balanza de un lado. Sólo las desatenciones a táctica fija impidieron que la primera Liga de Naciones en la historia se escribiera de nuestro lado.


La Selección de Estados Unidos venció a la de México en la primera final de la Liga de Naciones de la Concacaf y lo hizo con merecimiento propio si consideramos que fue el que más goles anotó y el que no falló desde el punto de penalti.

Señalar al árbitro panameño John Pitti está de más, ya que, aunque terminó por interferir en el resultado, lo cierto es que lo hizo para ambos lados, sobre todo en los tiempos extra, en los que se escribió un nuevo capítulo de la acérrima rivalidad entre estos dos combinados nacionales, con incidentes tanto en la cancha como, desgraciadamente, en las gradas.

México hizo un buen partido, con gran ambición y determinación, como lo demostró Jesús Corona en el primer minuto de juego, cuando presionó al rival en su propia área, provocó el error defensivo y superó al portero Zack Steffen con potente tiro cruzado.

El futbol que México desplegó sobre la cancha del Empower Field at Mile High, en Denver, debió valerle el triunfo, en uno de los mejores partidos que se le ha visto desde que Gerardo Martino asumió la dirección técnica, hace ya dos años.

Sin embargo, como bien sabemos, en el futbol gana quien más goles mete y no siempre el que más lo merece.

Con sólo tres derrotas bajo las órdenes de Martino, México perdió uno de los partidos más importantes y frente a la nueva generación de Estados Unidos, en la que además de Christian Pulisic, quien recientemente se proclamó campeón de la Champions League con el Chelsea, destacan Gio Reyna, del Borussia Dortmund; Sergiño Dest, del Barcelona; y Weston McKennie, de la Juventus, quien fue distinguido como el mejor jugador de la primera final de la Liga de Naciones, un torneo que Concacaf inventó para tratar de hacer más atractivos y competitivos los partidos entre las Selecciones Nacionales del área.

Insisto en que México fue superior, pero también en que hace mucha falta trabajar en el marcaje a táctica fija, que, como he indicado en ocasiones anteriores, es su punto débil, sin importar que los jugadores estadounidenses sean más altos y corpulentos.

Este triunfo será otro punto de inflexión para Estados Unidos, que cada vez acorta más las distancias entre el futbol de ambos países, porque lo mismo sucede entre la Liga MX y la MLS.

Si antes sólo nos llegaban a ganar al contragolpe, gracias a su enorme potencia en velocidad, ahora ya lo hacen a táctica fija, con jugadas de pizarrón.

Así lo hizo Reyna al minuto 27, cuando aprovechó el rebote dentro del área tras el cobro de un tiro de esquina, minutos después de que a Héctor Moreno se le anuló un gol, con gran centro de Héctor Herrera, por fuera de juego.

México reaccionó y volvió a ponerse en ventaja con golazo de Diego Lainez, quien tenía un minuto de haber ingresado de cambio. Sin embargo, Reyna volvió a aparecer, esta vez con el cobró perfecto del tiro de esquina que fue rematado de cabeza por McKennie.

Así se llegó a los tiempos extra, en los que el caos dejó de lado al futbol, con continuos roces entre los jugadores, alimentados por algunos pseudoaficionados que además de lanzar objetos a la cancha y de ingresar a ella, interrumpieron el encuentro con ese terrible grito que tanto ha costado, con multas que rondan los 400 mil dólares y que, de seguir, derivará en sanciones deportivas, como perder puntos o incluso ser descalificados en las eliminatorias mundialistas.

En medio de todo este desconcierto, fue Estados Unidos el que mantuvo la concentración, otro aspecto que urge trabajar en la Selección Mexicana.

Pulisic, quien no había pesado en el partido, forzó un penaltito al sentir el mínimo contacto de Carlos Salcedo en su intento por quitarle el balón.

El jugador del Chelsea no falló la pena máxima y concretó la voltereta con un cobro a sangre fría, después de los reclamos de México, que no impidieron que el árbitro revisara la jugada en el VAR.

Todavía hubo tiempo para que, en tiempo de compensación, una gran ocasión de México fuera impedida por la mano de Mark McKenzie. Una vez más, se recurrió a la tecnología para sancionar la falta. Andrés Guardado, quien también ingresó de cambio, no logró superar a Steffen pese a su gran experiencia, con un tiro a media altura y prácticamente al centro.

Así fue como los papeles se cambiaron entre México y Estados Unidos.

Ahora no queda de otra que olvidar esta derrota, los malos arbitrajes, que sabemos siempre hay cierta predisposición contra México, y hacer una autocrítica que nos permita tomar revancha en la Copa Oro, que iniciará el 10 de julio.


¡Que te lo digo yo!



LAS FRASES


El futbol que México desplegó en Denver debió valerle el triunfo, con uno de los mejores partidos que se le ha visto desde que Gerardo Martino asumió la dirección técnica, hace ya dos años. Sin embargo, en el futbol gana quien más goles mete y no siempre el que más lo merece


En los tiempos extra el caos dejó de lado el futbol, con roces entre jugadores, alimentados por algunos pseudoaficionados, que además de lanzar objetos a la cancha y de ingresar a ella, interrumpieron el encuentro con ese terrible grito que tanto nos podría costar

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