/ viernes 6 de marzo de 2020

Pumas y América dieron muestra de como jugar acérrimos rivales

Espectacular clásico

La garra, la pasión, el amor propio y los goles sobraron en el Clásico Capitalino. Pumas y América se brindaron al cien por ciento para sus aficionados y les regalaron un espectacular 3-3.

Nicolás Freire abrió la cuenta con un cabezazo en los primeros minutos, Leonardo Suárez igualó los cartones con un tiro libre y Federico Viñas parecía condenar a Pumas con un error de Saldívar. Los felinos parecían liquidados cuando Víctor Malcorra disipó sus pecados del pasado con el gol de la igualada; Juan Dinenno devolvió la alegría a los felinos con su remate en el área y dejó moribundas a las Águilas, más un sólido testarazo de Henry Martín en el último suspiro igualó los cartones definitivos.

Los puntos se dividieron en la cancha del Olímpico Universitario, pero dejaron un partido memorable, uno que será recordado como uno de los mejores de la historia reciente de la rivalidad.

EL JUEGO

El clásico se juega diferente y así lo entendió Míchel González. Por primera vez en el Clausura 2020, el estratega auriazul mandó de arranque a Juan Dinenno y Carlos González en la punta.

América no se achicó y dejó las dudas a un lado. El cuadro de Miguel Herrera no tardó ni un minuto en dejar ver su intención de herir al rival.

El tiro de esquina dejó mayores sensaciones de peligro. Cabezazo contundente en el área, Alfredo Saldívar reaccionó de manera correcta, más dejó el balón a la deriva y Federico Viñas simplemente la empujó al fondo. Ciudad Universitaria enmudeció por un momento. El festejo águila estaba en el clímax cuando la bandera se levantó para marcar el fuera de juego. El Olímpico volvió a respirar.

FOTOS: Oswaldo Figueroa y Ramón Romero

La afrenta no fue perdonada por los del Pedregal y contestaron con pelota detenida. Tiro de esquina por la derecha, el toque en corto dejó a Malcorra listo para mandar centro venenoso. Nicolás Freire llegó a tiempo a la cita con el balón, con un potente cabezazo perforó la cabaña de Guillermo Ochoa. ¡CU explotó en júbilo!

No todo podía ser felicidad para los locales, Marco García salió lesionado del terreno de juego y dejó su lugar para Leonel López.

El momento provocó distracción en los universitarios y América presionó un poco más en busca de la igualada. Ofensiva azulcrema, Nicolás Freire intentó reventar el balón, éste se impactó en un americanista y Alejandro Mayorga se vio en la obligación de derribar al rival. Leonardo Suárez tomó la pelota en los linderos del área, afinó la mirilla y en el momento preciso jaló al gatillo. La parábola fue perfecta, la esférica superó una barrera, que no hizo mucho por saltar, y se incrustó en la base del poste. ¡Coapa gritó a todo pulmón!

En el complemento, los auriazules buscaron la sorpresa desde el primer momento. Leonel López filtró para Barrera, Pablo metió la pelota al corazón del área y Carlos González no logró conectar de manera correcta. El recentro fue directo hacia la ubicación de Dinenno, el oriundo de Santa Fe se impulsó y ganó por aire sobre Paul Aguilar. La expectativa aumentó en la grada. Juan asestó un testarazo poderoso y Ochoa se lanzó de manera espectacular para defender su arco.

Alan Mozo dejó clara su explosividad hacia la ofensiva. El lateral metió una diagonal a ras de suelo, Carlos González metió un taconazo y Dinenno alcanzó a puntear. El grito de gol se ahogó, la pelota apenas se fue por un costado.

Mozo fue incisivo, Alan recibió un cambio de juego que lo dejó con campo abierto, recorrió y sacó un escopetazo raso y bien colocado. Guillermo Ochoa se puso la capa de héroe y tapó el remate. La caprichosa quedó a modo para Dinenno, el cabezazo de Juan fue brutal, mas Memo rescató por segunda ocasión.

Herrera movió sus piezas y dio entrada a Roger Martínez en lugar de Sebastián Córdova.

Cuando Pumas era mejor, llegó una nueva pifia de Alfredo Saldívar. El “Pollo” intentó salir con la pelota controlada, cuando intentó dar el toque, Federico Viñas le robó la pelota y con la puerta abierta la mandó al fondo de la red.

Míchel hizo cambios, Favio Álvarez entró por Pablo Barrera y Sebastián Saucedo por Nicolás Freire, toda la carne al asador.

Pase filtrado para Víctor Malcorra, el argentino peleó para llegar a la pelota, en el mano a mano, sacó un tiro potente que pasó entre las piernas de Ochoa. ¡La esperanza regresó al Olímpico!

No pasaron ni dos minutos cuando los auriazules repitieron la dosis, balón en profundidad, esta vez hacia la izquierda. Juan Dinenno llegó solo y cruzó ante la salida de Memo. ¡El México 68 estalló de alegría!

El juego acabó calientito, los ánimos se encendieron en la cancha, hubo un conato de bronca y eso provocó una nueva desconcentración. En el ocaso del partido, América tuvo un tiro de esquina. El centro fue directo al manchón penal. Con la intensidad de un “Búfalo”, Henry Martín se elevó y conectó un cabezazo picado a la base del poste. América rescató el empate en el último suspiro.

EG

La garra, la pasión, el amor propio y los goles sobraron en el Clásico Capitalino. Pumas y América se brindaron al cien por ciento para sus aficionados y les regalaron un espectacular 3-3.

Nicolás Freire abrió la cuenta con un cabezazo en los primeros minutos, Leonardo Suárez igualó los cartones con un tiro libre y Federico Viñas parecía condenar a Pumas con un error de Saldívar. Los felinos parecían liquidados cuando Víctor Malcorra disipó sus pecados del pasado con el gol de la igualada; Juan Dinenno devolvió la alegría a los felinos con su remate en el área y dejó moribundas a las Águilas, más un sólido testarazo de Henry Martín en el último suspiro igualó los cartones definitivos.

Los puntos se dividieron en la cancha del Olímpico Universitario, pero dejaron un partido memorable, uno que será recordado como uno de los mejores de la historia reciente de la rivalidad.

EL JUEGO

El clásico se juega diferente y así lo entendió Míchel González. Por primera vez en el Clausura 2020, el estratega auriazul mandó de arranque a Juan Dinenno y Carlos González en la punta.

América no se achicó y dejó las dudas a un lado. El cuadro de Miguel Herrera no tardó ni un minuto en dejar ver su intención de herir al rival.

El tiro de esquina dejó mayores sensaciones de peligro. Cabezazo contundente en el área, Alfredo Saldívar reaccionó de manera correcta, más dejó el balón a la deriva y Federico Viñas simplemente la empujó al fondo. Ciudad Universitaria enmudeció por un momento. El festejo águila estaba en el clímax cuando la bandera se levantó para marcar el fuera de juego. El Olímpico volvió a respirar.

FOTOS: Oswaldo Figueroa y Ramón Romero

La afrenta no fue perdonada por los del Pedregal y contestaron con pelota detenida. Tiro de esquina por la derecha, el toque en corto dejó a Malcorra listo para mandar centro venenoso. Nicolás Freire llegó a tiempo a la cita con el balón, con un potente cabezazo perforó la cabaña de Guillermo Ochoa. ¡CU explotó en júbilo!

No todo podía ser felicidad para los locales, Marco García salió lesionado del terreno de juego y dejó su lugar para Leonel López.

El momento provocó distracción en los universitarios y América presionó un poco más en busca de la igualada. Ofensiva azulcrema, Nicolás Freire intentó reventar el balón, éste se impactó en un americanista y Alejandro Mayorga se vio en la obligación de derribar al rival. Leonardo Suárez tomó la pelota en los linderos del área, afinó la mirilla y en el momento preciso jaló al gatillo. La parábola fue perfecta, la esférica superó una barrera, que no hizo mucho por saltar, y se incrustó en la base del poste. ¡Coapa gritó a todo pulmón!

En el complemento, los auriazules buscaron la sorpresa desde el primer momento. Leonel López filtró para Barrera, Pablo metió la pelota al corazón del área y Carlos González no logró conectar de manera correcta. El recentro fue directo hacia la ubicación de Dinenno, el oriundo de Santa Fe se impulsó y ganó por aire sobre Paul Aguilar. La expectativa aumentó en la grada. Juan asestó un testarazo poderoso y Ochoa se lanzó de manera espectacular para defender su arco.

Alan Mozo dejó clara su explosividad hacia la ofensiva. El lateral metió una diagonal a ras de suelo, Carlos González metió un taconazo y Dinenno alcanzó a puntear. El grito de gol se ahogó, la pelota apenas se fue por un costado.

Mozo fue incisivo, Alan recibió un cambio de juego que lo dejó con campo abierto, recorrió y sacó un escopetazo raso y bien colocado. Guillermo Ochoa se puso la capa de héroe y tapó el remate. La caprichosa quedó a modo para Dinenno, el cabezazo de Juan fue brutal, mas Memo rescató por segunda ocasión.

Herrera movió sus piezas y dio entrada a Roger Martínez en lugar de Sebastián Córdova.

Cuando Pumas era mejor, llegó una nueva pifia de Alfredo Saldívar. El “Pollo” intentó salir con la pelota controlada, cuando intentó dar el toque, Federico Viñas le robó la pelota y con la puerta abierta la mandó al fondo de la red.

Míchel hizo cambios, Favio Álvarez entró por Pablo Barrera y Sebastián Saucedo por Nicolás Freire, toda la carne al asador.

Pase filtrado para Víctor Malcorra, el argentino peleó para llegar a la pelota, en el mano a mano, sacó un tiro potente que pasó entre las piernas de Ochoa. ¡La esperanza regresó al Olímpico!

No pasaron ni dos minutos cuando los auriazules repitieron la dosis, balón en profundidad, esta vez hacia la izquierda. Juan Dinenno llegó solo y cruzó ante la salida de Memo. ¡El México 68 estalló de alegría!

El juego acabó calientito, los ánimos se encendieron en la cancha, hubo un conato de bronca y eso provocó una nueva desconcentración. En el ocaso del partido, América tuvo un tiro de esquina. El centro fue directo al manchón penal. Con la intensidad de un “Búfalo”, Henry Martín se elevó y conectó un cabezazo picado a la base del poste. América rescató el empate en el último suspiro.

EG

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