/ miércoles 27 de mayo de 2020

Sin bajar la guardia, Lupe Merino pide mayor apoyo

Boxeadores y managers dan un nocaut al Covid-19

Repartidores a domicilio, carniceros, taqueros y hasta polleros son algunos de los oficios a los que han recurrido los deportistas y managers mexicanos, para poder subsistir a esta pandemia causada por el Covid-19, al tener cerrados sus centros de trabajo gimnasios, estadios y arenas.

El objetivo para los deportistas es "rebuscarse" el sustento y al igual como han sido profesionales en sus diversas áreas, se están aplicando en sus nuevos “roles” de vida, ya sea en un puesto o saliendo a la calle a vender sus productos.

Tal es el caso del campeón internacional y nacional Guadalupe Merino, quien día a día sale en la madrugada a comprar el pollo para surtir a sus clientes en Ecatepec.

“La verdad la hemos pasado difícil. Pero gracias a mi virgencita de Guadalupe y nuestro padre Dios, hemos salido a adelante y le hemos dado una nocaut al Covid-19”, mencionó quien fuera uno de los campeones del boxeo mexicano en los años 80.

Merino Arellano al lado de sus hijos Alejandro e Ismael, salen a las 4 de la mañana, no a correr para prepararse para una pelea importante, sino para buscar el sustento para sus familias.

Ellos surten el pollo y artículos de primera necesidad para la gente de la colonia Río de Luz, en Ecatepec.

“Afortunadamente encontramos aquí, en Avenida Suterm y Tonatiuh personas que nos ayudan, estamos muy agradecidos con nuestros clientes.

Llevarle el pan de cada día a mi familia es lo más importante", mencionó el excampeón del mundo.Asimismo, Max Machorro campeón nacional de peso minimosca en los años 70, atiende una carnicería por los rumbos de Chiconautla.

"Confieso que está siendo muy difícil, pero tenemos que rebuscar el sustento. Dependemos del deporte y en este momento está parado.

Entonces tenemos que lucharle y eso fue lo que hice", dijo don Max.Abel Ochoa, campeón internacional, se muestra feliz en su nuevo puesto de mariscos en Tlanepantla, donde atiende diario y con nuevas recetas para complacer a sus clientes.

Otro ejemplo de vida ha sido la profesora Fernanda Martínez, quien ha dejado por un momento la tabla o el balón en una cancha como entrenadora, para convertirse en enfermera y ayudar a los que menos tienen.

“Estamos de voluntarias en una clínica en Chimalhuacán, en estos momentos ayudando a nuestra gente y la verdad, nos sentimos orgullosas de lo que estamos haciendo, ya habrá tiempo para poder hacerlo”, dijo.


Repartidores a domicilio, carniceros, taqueros y hasta polleros son algunos de los oficios a los que han recurrido los deportistas y managers mexicanos, para poder subsistir a esta pandemia causada por el Covid-19, al tener cerrados sus centros de trabajo gimnasios, estadios y arenas.

El objetivo para los deportistas es "rebuscarse" el sustento y al igual como han sido profesionales en sus diversas áreas, se están aplicando en sus nuevos “roles” de vida, ya sea en un puesto o saliendo a la calle a vender sus productos.

Tal es el caso del campeón internacional y nacional Guadalupe Merino, quien día a día sale en la madrugada a comprar el pollo para surtir a sus clientes en Ecatepec.

“La verdad la hemos pasado difícil. Pero gracias a mi virgencita de Guadalupe y nuestro padre Dios, hemos salido a adelante y le hemos dado una nocaut al Covid-19”, mencionó quien fuera uno de los campeones del boxeo mexicano en los años 80.

Merino Arellano al lado de sus hijos Alejandro e Ismael, salen a las 4 de la mañana, no a correr para prepararse para una pelea importante, sino para buscar el sustento para sus familias.

Ellos surten el pollo y artículos de primera necesidad para la gente de la colonia Río de Luz, en Ecatepec.

“Afortunadamente encontramos aquí, en Avenida Suterm y Tonatiuh personas que nos ayudan, estamos muy agradecidos con nuestros clientes.

Llevarle el pan de cada día a mi familia es lo más importante", mencionó el excampeón del mundo.Asimismo, Max Machorro campeón nacional de peso minimosca en los años 70, atiende una carnicería por los rumbos de Chiconautla.

"Confieso que está siendo muy difícil, pero tenemos que rebuscar el sustento. Dependemos del deporte y en este momento está parado.

Entonces tenemos que lucharle y eso fue lo que hice", dijo don Max.Abel Ochoa, campeón internacional, se muestra feliz en su nuevo puesto de mariscos en Tlanepantla, donde atiende diario y con nuevas recetas para complacer a sus clientes.

Otro ejemplo de vida ha sido la profesora Fernanda Martínez, quien ha dejado por un momento la tabla o el balón en una cancha como entrenadora, para convertirse en enfermera y ayudar a los que menos tienen.

“Estamos de voluntarias en una clínica en Chimalhuacán, en estos momentos ayudando a nuestra gente y la verdad, nos sentimos orgullosas de lo que estamos haciendo, ya habrá tiempo para poder hacerlo”, dijo.